LA HIJA DEL PRESIDENTE

sábado, 28 de abril de 2012

CAPITULO XXXIII.

MI VIDA…


Fue tan fácil salirme de la casa blanca. Porque al Edward no estar a mi lado, todo volvía a ser tan fácil como antes. Solo espere que fueran las 11 y tanto de la noche. Me había vestido de la manera que antes solía hacerlo, para este tipo de escapadas.

Unos pantalones de cueros negros, bastante ajustados, con unos tacones cerrados y súper altos, y una franelilla negra sin mangas, me tiré una chaqueta de cuero encima, para evitar que me matara el frío de la noche. Con el pelo hice algo inusual en mí, lo había lavado con el baño, y luego con una plancha caliente le mate totalmente la onda, dejándolo caer súper lacio, alrededor de mi rostro. El maquillaje fue otro punto, me pinte los labios de un color rojo intenso y los ojos los resalté con un lápiz negro y a lo que vinimos. Sabía que mis padres iban a estar durmiendo. Ya en la casa, todos estaban tan acostumbrados a que no hiciera ese tipo de escapadas, que antes eran tan usuales en mí. Cuando salí a hurtadillas de mi habitación, me llamó la atención de que no estuviera nadie allí. A Edward le había referido que no tenía que custodiarme todo el tiempo, porque no iba a irme sin él a ninguna parte, pero las cosas habían cambiado, definitivamente. Corrí rumbo a las escaleras y las bajé tan deprisa que me sentí sofocar.

Llegué a la puerta principal y todo estaba en penumbra. Esperaba que solo las cámaras estuvieran gravando y que no hubiera nadie en el cuarto de seguridad. Salí y allí afuera estaba el auto de Alice. Rápidamente corrí y me subí en él, y nos dirigimos a la puerta principal.

 Alice parecía eufórica.

_ Creo que después de esto, no me dejaran entrar tan fácilmente a la Casa Blanca… -dijo entre dientes-.

Lo decía porque yo había llamado a los oficiales encargados de la puerta principal de la Casa Blanca y les había ordenado que dejaran entrar a Alice, fue tan fácil, me monté en los asientos traseros y me cubrí, para que no me vieran salir y al ver que Alice salió del recinto, ambas reímos encantadas.

_ ¿Y Edward?... -me dijo Alice y sentí que mi pecho se comprimió un poco-.
_ Me ha llamado… pero no he hablado con él-.
_ NO tiene la culpa, Bells, me imagino que ha de estar pasándolo igual de mal que tú…
_ Debo hacerlo… debo hacer esto… papá debe reconocer que estaba mejor cuando era Edward quien me custodiaba.

Alice me sonrío. Yo me había colado para el asiento de alante.

_ Luces como antes… -dijo riendo entre dientes-.

Me alcé de hombros restándole importancia.

_ ¿A dónde vamos?...
_ A donde nos lleve el destino… -dije sonriendo, no puedo negar que hacer esto me ayudaba activar la adrenalina-.
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Estábamos en una disco abrumada de gente, era extraño, porque apenas era Lunes. Yo estaba sentada en una butaquita en la barra. Alice, bailaba y bailaba, noté que me miraba extraña cada vez que escuchaba mi negativa cuando alguien me invitaba a bailar pero no quería admitir, que me sentía el cuerpo extraño. Algo pesado, cansado y por ocasiones me daba hasta un poco de sueño. Estaba mal acostumbrada, si antes podía pasarme hasta bien entrada la madrugada, con los ánimos alborotados, solo si se trataba de divertirme. Estaba allí en la barra bebiendo solo margaritas, parecía no hacerme notar por nadie, solo por el Batman, quien era un chico joven y agradable, que no dudaba en acercárseme hablar, cada vez que no había nadie pidiendo alguna bebida.

En una ocasión se me acercó con una sonrisa inmensa, poniendo frente a mis ojos un vasito. Fruncí el ceño al ver algo distinto a lo que estaba tomando.

_ Seré tu servidumbre de por vida si aceptas este trago, princesa… -lo miré con duda, sus ojos dejaban ver reflejados, una súplica inmensa-. Aquel tipo me ha ofrecido “Mil dólares”, si logro hacerte aceptarlo-.

 Seguí la dirección de su dedo y justo en la esquina de la barra, estaba apartado de todo el mundo, un tipo que me llamó algo la atención. Ya que desubicaba totalmente en el ambiente juvenil. Era un señor aunque joven, era algo mayor para los que estábamos ahí. Podría ser mi papá, si a eso íbamos. Él en ese momento giró su rostro para mirarme fijamente, cuando notó que le estaba mirando me regaló una sonrisa afable.

Estaba vestido hasta formal, él levantó su copita, como si estuviera brindando conmigo y se tomó su contenido de un trago, yo miré al chico, quien parecía un corderito.

_ ¿Necesitas los mil dólares?... -reí al ver que movió la cabeza positivamente como cinco veces repetidas, pues no era nada que le hiciera el favor al chico, tomé la copa, mordí el limón y luego giré hacia el tipo extraño, levanté la copa hacia él, como si estuviera brindando con él, le regalé una sonrisa y me bebí el contenido de un solo trago-.

 Mi garganta se abrió en fuego, mientras tragaba el contenido. Miré al chico horrorizada y él me sonrió divertido.

_ Eres lo mejor que me ha pasado en esta noche, reina… por siempre te estaré agradecido… -le sonreí mientras me acariciaba el pecho-.

_ Ey!... -dijo Alice llegando a mi lado eufórica-. Tráeme algo que me refresque… -le dijo al chico, este me miró, me guiñó un ojo y se retiró-. Bells… ¿Por qué no te animas a bailar?... ¿no era que íbamos a salir en primera plana mañana?... -dijo muerta de la risa-.

_ Ya no me entusiasma tanto… -le dije e involuntariamente giré mi rostro a la esquina en donde estaba el tipo extraño y me quedé en shock al no verlo allí. “había desaparecido”-.

_ ¿Viste un fantasma?... -dijo Alice, viendo a donde yo estaba mirando, luego me miró con duda-. Prefiero que sea un fantasma y no que sea Edward Cullen…

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Oye el traguito había sido una maravilla. Estaba sumamente noqueada. En el estado correcto para disfrutar, “tomada pero no borracha”. Me sentía drogada y extasiada. Los ánimos se habían calentado y se me habían subido hasta sentirme más eufórica de lo que estaba Alice. Bailábamos y seguíamos tomando. No se a donde había parado mi chaqueta, ya que al sentir calor, me la había quitado. Los chicos felices de bailar conmigo… eso si, al instante que querían tocarme más de lo debido, los dejaba colados en el mismo lugar. Todo estaba emocionante, hasta que bailaba con un tal diego, que era el que me parecía más agradable. Pues este, solo quería divertirse sanamente conmigo, pues hubo un chico que se molestó con él, porque había sido rechazado por mí, y sin darme cuenta, las botellas comenzaron a volar en el local oscuro. Estaba mal, y de eso me di cuenta, cuando en vez de correr de allí, lo que hice fue quedarme petrificada en el lugar con un ataque de risas increíble. Alguien me tomó de la mano y me arrastró dentro del tumulto de personas, que también trataba de salir del local, escuché las balas sonar en el aire y allí fue que me lo tomé en serio, debía salir de allí. Aferré mi mano de quien me jalaba fuera y una vez afuera me fijé a quien pertenecía.

_ ¡Corre, Bella, Corre!...

Me dejé llevar por Alice, yo iba muerta de la risa, cuando nos ví seguras dentro del auto. Alice estaba sumamente seria, la borrachera se le había pasado.

_ Waaoow, estuvo, Ufff… -dije dando brinquitos en el asiento-.
_ Bella… -dijo Alice mirándome seria por unos segundos, ya que conducía-. No es de broma… pudo haber pasado algo peor…

Me alcé de hombros mientras sentí un escalofrío azotarme el cuerpo. Con mis propias manos me abracé a mi misma. Fue en ese momento que me di cuenta que había olvidado la chaqueta.

_ Debemos regresar… -dijo Alice y yo lo miré horrorizada-.
_ ¿Qué hora es?...
_ Las dos de la mañana…
_ Es temprano… -dije-. Vayamos a otro lugar… se a donde ir…
_ Bella, no creo que sea conveni…

La interrumpí.

_ Es un sitio tranquilo… no te vas a arrepentir…
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Nos vi entrando al gran Pub de Rosalie. Alice se entusiasmó por la sola idea de ver a Rosalie. Cuando entramos al pub, aquello me trajo tan lindos recuerdos, como el día de mi cumpleaños y aunque el lugar estaba repleto de personas, enseguida busqué el lugar en donde había visto a Edward cantarme una canción. Una sonrisa se dibujó en mis labios.

_ ¿Isabella… Alice?...

 Alice y yo, nos giramos al mismo tiempo. Rosalie se acercó a nosotras con una sonrisa en los labios.


_ Hey… que sorpresa tenerlas aquí… -dijo mientras nos saludó a ambas con un beso y un corto abrazo-. ¿Y Edward?... –dijo mirándome con duda, yo solté una sonrisita nerviosa-.
_ Pues… Papá lo necesitaba en la Casa Blanca… -la sonrisa de Rosalie desapareció lentamente-.
_ ¿Andan solas?...
_ No tan solas… llevo a otro guardaespaldas… le pedí que se quedara en el auto…
_ No ha de ser muy bueno si las dejó entrar solas… pero pierdan cuidado… aquí están seguras… vengan… las invito tomar algo… -vi que me miró de reojo por unos breves segundos-.



Y le pedí a Dios, que no se percatara que estaba más que tomada. Puse todo mi esfuerzo en caminar con equilibrio. Todo me daba vueltas.

Rosalie nos buscó una mesa muy cómoda… la música se escuchaba sumamente suave… y para sorpresa de Alice y mía, ella se sentó a compartir con nosotras. Comenzamos a tomar, y yo trataba de beber lo menos posible. Me reía más de lo normal, y estaba yendo al baño más de lo adecuado. Notaba como ciertas personas me miraban más de lo normal. Estaba en el baño. Entré al cubículo y cerré la puertecilla, mi cabeza chocó con ella, cuando traté de recostar mi frente un poco, estaba sumamente mareada.

 _ Auch… -me quejé en un susurro-.

Ni siquiera usé el baño. Salí y me acerqué al lava manos y empecé a echarme agua en el rostro. Eso me estaba refrescando.

_ ¿Bella?... -escuché la voz de Rosalie detrás de mí-. ¿Te encuentras bien?...

Ella me miraba con preocupación, yo seguí echándome el agua, la verdad mi cuerpo estaba experimentando una sensación súper extraña, no me importó que el cabello se me mojara, y me pasaba las manos mojadas por él. Mi vista se estaba tornando oscura, como si tuviera vértigos,  de momento mi estomago se contrajo y apreté fuertemente las manos del borde del lavamanos, también apreté fuertemente los ojos.

 _ Mierda… -dijo Rosalie en un susurro-. Has tomado demasiado… tengo un loft en la tercera planta… ¿quieres recostarte?...

Y aquello bastó para que sintiera las inmensas ganas de querer vomitar. Me tapé la boca y corrí hacia el inodoro. Y allí empezó mi desgracia. Con espasmos horripilantes sentí que vomité hasta la bilis. Gracias al cielo, Rosalie me ayudó.      

_ Al menos he vomitado todo el alcohol… -dije mientras me enjaguaba la boca-.
_ ¿Cómo te sientes?... -dijo Rosalie a mi lado-.
_ Ey, ¿Por qué se tardan tanto?...

Dijo Alice entrando al baño.

_ Bella no está muy bien… es mejor que regresen a la casa… -dijo Rosalie-. Mandaré a buscar a tu guardaespaldas… para que venga por ti…

 Alice y yo nos miramos de reojo.

_ ¿Qué pasa?... -dijo Rosalie mirándonos con duda-.
_ No hay tal guardaespaldas… -le dijo Alice a Rosalie-. Bella se escapó en total rebeldía porque Charlie Swan, le ha quitado a Edward de custodio… -noté como Rosalie abrió los ojos como platos-.
_ Solo quiero divertirme… -dije entre dientes-.

Rosalie me miró molesta.

_ Bella, por Dios, si no eres una niña… ¿sabias que es súper arriesgado que anden solas por ahí?...
_ Dijiste que aquí estábamos seguras…-dije entre dientes, ella me dió una mirada severa-.
_ Solo un estúpido no se daría cuenta que venían de otro sitio, Bella, si estas súper borracha… ¿Cómo te sientes?...
_ Estoy bien… -dije fastidiada-.

Las tres salimos del baño. Iba a regresar a mi casa, sin duda alguna no me estaba sintiendo bien. Mi estomago no estaba del todo recuperado y ya no me sentía solo borracha, si no también algo cansada. Mientras caminaba, sentía que mis piernas tambaleaban un poco, prefería achacárselo a la bebida, pero las sentía sumamente flojas, como si fueran de gelatinas. Me sentí algo abrumada y una tristeza inmensa, al darme cuenta, cuanta falta me hacía el querer llevar a Edward a mi lado. Lo quería sentir junto a mí. Me rezagué un poco de las chicas y cuando salimos al local, mientras caminaba, sentía muchas miradas sobre mí. Pero hubo algo que atrajo mi atención, y es que sentí como si una mirada me estuviera quemando. Mi instinto hizo que girara a la esquina más oscura del local, me detuve porque me sentí tan exhausta que no tenia fuerzas de caminar, giré y allí estaba ese rostro conocido y a la vez tan extraño para mí. Fue un maldito deja vú, el tipo de la disco, estaba sentado solo en una mesa totalmente aparatada, aquí lucía mejor que en la disco, el ambiente iba más a su edad, él hizo el mismo gesto, de levantar la copita, con una sonrisa en sus labios, luego bebérsela de un solo trago, mientras me traspasaba con una marida sumamente amenazante, su sonrisa luego de retirar el vaso de sus labios desapareció y su mirada y su rostro se transformó en uno temible. Me miró con puro odio, lo cual provocó que mi corazón empezara a latir rápidamente, haciéndome sentir mucho miedo, aquello no estaba siendo normal, era evidente de que no debía ser pura coincidencia el hecho de que me lo haya encontrado en dos lugares en menos de una hora. “ese hombre… me había estado siguiendo”.

_ ¡Alice!... -traté de gritarle, pero lo que me salió fue un jadeo lastimero-.

Alice de inmediato se giró a mí, pero yo no podía apartar la mirada de aquel tipo que me miraba con gesto de odio y desprecio. Volví a sentir la misma sensación del baño, mi estómago me avisó de una fuerte nausea, pero en vez de vomitar, sentí que mi cuerpo se iba debilitando, y fue increíble como la música, aunque era lenta estaba sonando alta y de momento se fue desvaneciendo en el fondo, mientras que mis ojos fueron poniéndose acuosos hasta al punto de sentir que todo se puso negro, la ultima imagen que pude distinguir antes de perder el conocimiento fue a aquel señor, que me miraba fijamente.

Edward Pov.

Esto no iba a ser vida para mí. La verdad si no me mataba, el no poder estar a su lado, lo iba a terminar haciendo la maldita ansiedad que me estaba carcomiendo en el pecho. “Esto está mal, muy mal…” me decía en voz alta cada 1 minuto, mientras recorría mi habitación de acabo a rabo. Miré mi reloj. Eran las 4:30 de la madrugada y no había logrado pegar un ojo en toda la noche. El que Bella no me tomara las llamadas desde la tarde, ni contestara mis mensajes, me estaba matando de la ansiedad. La conocía, y sabía que no iba a aceptar esto así por así. Gruñí mientras me dejaba caer sentado en la cama, llevándome la mano al pelo. ¿Cómo rayos iba a acercarme a ella?... necesitaba verla, aunque sea unos segundos. Sabía que en estos momentos, debía estar durmiendo y sería algo muy arriesgado el ir hasta su habitación. ¡Maldita sea Charlie Swan!... ¡maldita sea toda esta situación y por lo que nos estas obligando a pasar!... escuché el sonido de mi celular, el cual vibraba sobre una de las mesitas de noche, este giraba y eso producía un sonido como al de las abejas, fruncí el ceño al recordar la hora, me sonreí al imaginar que solo podía tratarse de ella, solo ella podía estar llamándome a estas horas. Como desquiciado lo tomé.

_ Hola…
_ Edward… -dijo Rosalie del otro lado y aquello me hizo ponerme de pies, una alarma azotó mi cuerpo-.
_ ¿Rosalie eres tú?... -dije con duda-.
_ ¿Te desperté?... -dijo ella con preocupación-.
_ NO, Rose… dime… ¿Por qué llamas a estas horas?...
_ Waaow, Edward… ¿Cómo te digo?... Bella está aquí en mi pub… y la verdad no está nada bien…
_ ¡¿Qué?!... -dije mientras sentía que se me iba la vida-.
_ Si, ha venido con Alice… al parecer habían estado quien rayos saben donde, pero ha venido muy tomada… aquí se ha puesto mal… inclusive… -escuché atentamente mientras buscaba al mismo tiempo mis zapatos, y la ropa que me iba a poner, ya que estaba en boxers-. Perdió el conociendo…
_ Rayos!!... -dije con rabia-.
_ Habla incongruencias y está bastante perturbada… llora mucho y solo te llama a ti… Alice y yo no sabemos que hacer…
_ No se aparten de ella ni un solo segundo… en unos minutos estoy allí, Rosalie…
_ Ok…
_ Rose… -dije antes de que me colgara-.
_ ¿Si?...
_ Por favor… no te apartes de ella un solo segundo… hazlo por mí…
_ Ok, Edward… pero ven rápido… que me está logrando sacar de los nervios…

Cerré el teléfono. Mientras me las ideaba para llamar a Jasper y vestirme al mismo tiempo. Este si estaba durmiendo.

_ Oye, despierta y ponte algo… Bella no está en la casa blanca… vamos a salir…
_ ¿Cómo que no está en la casa blanca… qué hora es Edward?...
_ ¡Oyeee… -dije sin paciencia-. Es de madrugada y Rosalie me acaba de llamar para decirme que Bella está en su pub y que está mal!... ¿me vas a acompañar?...
_ Claro…

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Tomé mi volvo y junto con Jasper me vi estacionando en el local de Rosalie. Volé del asiento y corrí como loco hacia dentro, dos oficiales se interpusieron en mi camino justo en la puerta.

_ Disculpe, señor… pero no puede entrar absolutamente nadie… ya está cerrado…

Me apreté el puente de la nariz.

_ Me están esperando… soy Edward Cullen…
_ Está. Cerrado… -dijo el gorila despacio como si yo fuera retrasado y aquello me disparó la ira, haciendo que empujara al tipo con rabia, los dos inmediatamente sacaron su arma de fuego y apuntaron justo mi cabeza-.
_ ¡Ey, Ey!... -gritó Jasper quien se acercaba corriendo a nosotros, yo tenia una rabia, que no me importaba elevármeles encima aunque no estuviera armado, la verdad solo me estaban retrasando de tiempo-. ¡Maldita sea, Edward… identifícate!... -me gruñó a mí y miró los tipos enseñándole su placa, yo había salido tan de prisa que no llevaba nada conmigo-. Somos Oficiales de la Casa Blanca… y se nos ha llamado para buscar a la hija del Presidente que se encuentra enferma…

Vi que uno de los malditos, verificó con cuidado la placa de Jasper y esto me hizo bufar de impaciencia. Ellos se quitaron de nuestro camino y yo me apresuré a entrar, no sin antes fulminarlos con la mirada. De inmediato divisé a Rosalie quien estaba parada hablando con un señor. El local estaba completamente vacío.

_ Rosalie… -dije caminando rápidamente hacia ella y esta giró y en cuanto me vio, la vi relajar su cuerpo-.
_ Edward… -dijo dándome un beso en la mejilla-.
_ ¿En donde está Bella?... te pedí que no la dejaras sola…
_ Tranquilo. Bajé porque sabía que estabas al llegar… Alice está con ella…
_ Llévame con ella, por favor… -estaba sumamente ansioso-.
_ Hablamos mas tarde, Oliver… -dijo mientras lo despedía con la mano y me tomaba de la mía-. Vamos, es en el tercer piso.

Dijo mientras me guiaba a una esquina en donde estaba un ascensor. Este local era más grande de lo que me imaginaba.

_ Hola, Jas… -dijo Rosalie saludando a su hermano, él solo la miró, parecía molesto con algo-.
_ ¿Qué es lo que tiene Bella, Rose?...
_ Pues… -dijo ella mientras marcaba una clave y la puerta del ascensor se abría, los tres entramos-. Te dije, se desmayó… solo fue por un par de minutos, temo que se haya golpeado al caer, porque sin  duda, desde que despertó solo habla incongruencias… al menos yo no entiendo de que habla… lo único que entiendo es que entre llantos solo pedía por ti… quise llevarla a la casa blanca, pero no se, parecía que el salir de la habitación la asusta… -miré a Rosalie mientras la notaba contrariada-.
_ ¿Asustada?... -dijo Jasper-.
_ Si… estuvo inconciente cuando uno de mis seguridades la trajo acá, despertó en la cama… y luego no ha querido salirse de ahí… ¿Qué rayos hacia Isabella solo por aquí?... -me dijo molesta-.

 Las puertas se abrieron dejándonos ver un pasillo pequeño.

_ Pregúntale al imbécil de tu noviecito… -dije entre dientes con rabia y con ganas de partirle la cara a mi hermano en cuanto lo viera-.

Abrimos la puerta, Rosalie entró primero y yo detrás. Jasper venía más atrás aun.

Frené en seco, en cuanto la ví. Ni ella ni Alice nos habían visto. Bella yacía acostada en un sillón largo en posición fetal, deduje que debía estar llorando porque Alice estaba sentada cerca de su cabeza, en la orilla del sillón, le acariciaba el pelo, mientras la consolaba. Su voz era apenas un susurro.
_ Tranquila, Bells… saca fuerzas para que te pares de ahí… debemos irnos… -noté que Bella movió la cabeza negativamente de forma rápida-.
_ Isabella… -dije mientras daba otro paso y Alice giró su rostro hasta donde yo estaba, y Bella se sentó en el sofá de golpe-.

Esto mató un poco de mí. Su cara estaba totalmente descompuesta, su piel lucia sumamente pálida, sus ojos irritados y sus mejillas mojadas. Ella en cuanto me vio jadeó mi nombre con fuerza. Mientras al mismo tiempo se apeo del sofá y corrió hacia mi, yo también me moví rápido hacia ella, cuando llegó a mí, dio un pequeño brinquito, aferrándose a mi cuerpo, su abrazo fue fuerte, yo también la abracé, mientras enterraba mi nariz en su cuello.

Su cuerpo levemente se agitaba. Ella se aferró de mi cuello, mientras yo con la palma de mi mano le acariciaba la espalda. Bella estaba temblando.

_ ¿Qué pasó amor?... -le dije sin apartarme de ella, quien seguía aferrándose fuertemente a mi cuerpo-. ¿Por qué estas tan nerviosa?... -ella sollozó-. Shhh… tranquila…
_ Edward… -dijo sin soltar su agarre-. Tengo miedo… tengo mucho miedo…
_ Estoy aquí, princesa… no tienes que temer…

La sentí suspirar. Sus piernas perdieron un poco las fuerzas y yo la sujeté de manera que pude cargarla y volverla a llevar al mueble. La recosté un poco. Cuando la acosté noté que sin duda estaba temblando. Las lágrimas corrían por sus mejillas, ella me sujetó fuertemente la mano. Busqué sus ojos.

_ ¿Qué pasa Isabella?... ¿Por qué estas así?...
_ Allá abajo hay un señor… estoy segura que me estuvo siguiendo toda la noche… -yo fruncí el ceño, mientras apretaba mas fuertemente su mano-.          

Bella se notaba no solo vulnerable, si no también demasiado nerviosa… su aspecto era otro punto, no me gustaba para nada. Sus manos temblaban y su voz salía algo baja y temblorosa.

_ Edward… ese señor me miraba con odio… me mandó una bebida… y yo me la tomé… -dijo poniéndose más histérica aún-.

_ Shhh… -dije y le solté las manos, llevando ambas mías, a cada lado de su rostro. Busqué su mirada, tratando con ello de tranquilizarla-. Debes tranquilizarte… respira…
_ Ed..ward… -hablaba entre sollozos-. Tengo miedo… no quiero que te apartes de mí… solo contigo me siento protegida… segura… no te alejes, por favor… tengo mucho miedo…

No aguanté más y la silencié con un beso en sus labios, un beso de tocada, mientras acariciaba con una de mis manos su pelo.

_ Estoy acá… -le dije en un susurro-.



Uní nuestras frentes. Mientras ambos tragábamos las respiraciones del otro.

_ Te amo… -me dijo ella y sentí que mi pecho se infló-.

Yo la abracé fuertemente. No podía evitar sentirme tenso, por lo que Bella me había contado hacía un momento. Pero estaba obligándome a relajarme, por lo menos en este momento, Bella estaba demasiado nerviosa y debía tranquilizarla. Mis brazos se aferraron mas a su delgado cuerpo, y hundí mi cabeza en su pelo, llenándome de ella, sentía la mirada de todos detrás de nosotros, pero Bella y yo estábamos metidos en nuestra burbuja personal. Burbuja que explotó en el momento que sentí que Bella puso sus manos en mi pecho y sacando una fuerza sorprendente en ella, puso sus manos en mi pecho y me empujó con tal fuerza que no solo me apartó de su cuerpo, si no que logró sacarme del sofá, caí de nalgas en el piso, eso a ella no la inmutó, yo con los ojos como platos, la ví ponerse la mano en la boca y salir corriendo hacia un esquina del lugar, en donde había una puerta que supuse que sería la del baño. Ella entró y al escuchar que se fue en vómitos, reaccioné parándome del suelo y corriendo hacia el baño, sentí pasos detrás de mí, cuando llegué al baño y vi a bella prácticamente abrazando al escusado, corrí y me agaché a su lado y con mis manos recogí su pelo. Ella ya no estaba vomitando, pero se aferraba fuertemente al escusado.

_ Ha estado vomitando desde que llegó a este lugar… -escuché el susurro de Rosalie desde el marco de la puerta-.

Yo desde donde estaba agachado, fruncí el ceño y levanté lentamente mi rostro para girarlo y mirar a Rosalie quien me miraba desde la puerta del baño, con una leve sonrisa amenazando por salir de sus labios, no veía la gracia. Alice estaba detrás de Rosalie con cara de preocupación, mi mirada se fijó nuevamente en los ojos de Rose, quien  me miraba tan fijamente. La conocía bastante bien, para saber, que ella estaba viendo algo que yo no estaba viendo. Aparté mi mirada de golpe de Rosalie ya que Bella volvió a retorcerse y volvió a vomitar.

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GRACIAS POR LA ESPERA Y POR SUS LINDOS COMENTARIOS. ESPERO QUE LES GUSTE EL CAPITULO. Y GRACIAS ESPECIALMENTE A: VALE, JOSELINA, MUCHII Y KATTY MEYER...

GRACIAS X LEER.


6 comentarios:

  1. aaahhii¡¡¡esto cada vez esta mejor=)jaja..Bella no aprende mas!!espero qe no tenga nada grave¡..a ver si se entera charlie??la mata-jajja_espero el prox. cap..besoos muchii

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  2. me encanto el capi, un poco corto pero muy sustancioso, creo que el que le dio la bebida es un vulturi, mi duda esta en si fue envenenada o si esta embarazada, porfa no dures tanto para publicar...

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  3. hola , bella se ha metido en mas de un problemita, ojala no todo se agrave , pero esto tendra repercusiones ademas en su estado, q la droguen ufffff, pero igual le paso por confiada, los vulturi la estan amenazando por todos los frentes, bueno me encanto el capitulo pero no sigues teniendo en ascuas mujer, estas jugando con nuestros nervio . xauuu q estes bien, gracias por cada adelanto y hasta el proximo capitulo:)

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  4. Muy bueno, maldito Aro, pero pa! Esta salado esto, espero continues rápido. A ver la reacción de Charlie. Estoy esperando que se sensibilice Rene, creo que me voy a morir esperando. Bue continuala pronto! Beso grande.

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  5. oh ohhhhh!!!!! Creo que Bella esta embarazada y Rose es la única que lo sospecha!!!!

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  6. wooooaaaaaooooo q capitulo valio la espera pobre bella pero eso le pas x no hacerle caso a edw yo tambien creo q esta embarazada tan lindo un hijo del amor
    que suerte tiene ella, me gustaria que sus padres principalmente su mama la tratara como una hija y no como un estorbo
    besos
    cuidate

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