CAPITULO III.
Enfrentamiento
Bella Pov.
_ Menos mal que la hinchazón cedió… -decía mi nana, mientras me ayudaba a cambiar-.
_ No quiero bajar a cenar, pensé que estaba castigada… -dije entre dientes, nana sonrió-.
_ No seas tonta… aprovecha que el vicepresidente nos viene a visitar y podrás ver a su hijo, al menos podrás hablar con él un rato-.
_ No quiero ver a nadie que no sea a mi amiga Alice…
_ Ve con calma, pequeña, vas a ver que las cosas se van a poner mejor… estás preciosa…
Edward Pov.
_ Sabes que te voy a odiar por el resto de mi vida, esta me la pagas Emmet Cullen…
Caminábamos al mismo paso por el pasillo, de la 5 planta de la casa Blanca, íbamos como dos seguridades, trajeados y con nuestros aparatitos en uno de los oídos, por allí nos comunicábamos los de seguridad. Emmet a mi lado iba serio.
_ Deje de refunfuñar, Agente Cullen, y concéntrese en su trabajo…
Yo bufe, era preferible que hiciera eso, a hacer lo que tenia ganas de hacerle en ese momento, sacar mi arma de fuego y dispararle en la cabeza. Él que tan bien me conocía, sonrió, al parecer sabía que estaba pensando. Llegamos a una habitación de puertas dobles, color caobas, allí a cada extremo del marco, habían dos oficiales de seguridad, Emmet se paró allí y yo a su lado. Él habló con tono de autoridad, nunca me iba a acostumbrar a ver en este plan a Emmet. Si, siempre era él, el más inmaduro, era él, el más estúpido, era él el más infantil. ¿Qué le hicieron en la academia en que lo prepararon?.
_ Ya pueden ir a tomar sus puestos, el Oficial Cullen ha sido designado para custodiar a la señorita Swan… -yo no pude evitar rodar los ojos, ellos se fueron con una gran sonrisa, Emmet llamó a la puerta solo dos veces y esta se abrió dejándonos ver a la señora Cope, quien al ver a Emmet sonrió y cuando me vio a mí, me guiñó un ojo-.
_ ¿Quién es nana?...
Dijo una voz dulce detrás de ella, mis ojos se posaron en ella de manera inmediata, ella me miró y ambos nos quedamos mirando, ella tenía los ojos mas lindo que hubiera visto jamás, eran unos ojos achocolatado bastantes claros, eran hermosos y expresivos, su pelo marrón cubría parte de su rostro, la niña tenía una cara súper angelical, ella dio dos pasos y salió de atrás de la señora Cope, dejándome apreciarla de cuerpo entero, mierda, la niña era hermosa.
_ Señorita Swan… -dijo Emmet y ella lo miró de golpe, pude notar que ambos se miraban fijamente, Emmet seguía en la función de militar-. Le presento al Oficial Cullen, será su custodio a partir de esta noche…
Ella abrió los ojos como platos, noté que en menos de un segundo su vista fue de mí a Emmet como tres veces.
_ Bromeas, Emmet… -soltó ella mientras cerraba sus puños a ambos lados de ella, aquello me pareció gracioso, se veía hermosa enfadada-. ¡Te dije que no quiero a nadie cuidándome el maldito trasero!... –dijo y yo alcé mis cejas ante la sorpresa, la señora Cope la miró de golpe-.
_ Lo siento, son órdenes del presidente… -dijo mi hermano entre dientes-.
_ ¡Me importan un coño lo que diga el presidente!... no quiero a este imbécil detrás de mí todo el tiempo…
Me miró de mala manera. Y yo le devolví la misma mirada, ¿Qué se creía, qué a mí si me agradaba pasar de oficial general a niñera?... ya entendía a Jasper, la chiquilla resultó ser una engreída.
_ Bella, compórtate, preciosa, Edward se ve que es un buen muchacho… no seas mal educada…
Ella miró el rostro de la señora Cope como si de este estuviera saliendo un tercer ojo, ya aquello me estaba resultando gracioso, es cierto que la niña estaba súper enfadada.
_ No lo haga mas difícil, señorita Swan… le moleste o no, tiene un custodio y ese soy yo… -dije y ella me miró de golpe, noté que Emmet a mi lado se tensó, ella dio dos pasos y me miró de manera muy despectiva de abajo a arriba, sus ojos dulces, pasaron a ser unos ojos amargados y poco suaves, ella frunció el seño-.
_ Puede que tenga razón oficialcito, pero déjeme aclararle algo, si de igual forma, vas a cuidar mi trasero… te prohíbo de manera rotunda que te refieras a mí… solo estarás a mi lado, pero es como si no lo estuvieras… no necesito escuchar tu asquerosa voz… -ambos nos mirábamos a los ojos, mientras escuchaba atentamente las palabras que estaba vomitando-. Además buen trabajo, Oficial… -dijo mirando ahora de manera despectiva a Emmet-. Me ha elegido un custodio… -la ví buscar en su mente la palabra adecuada-. Algo… insignificante… dudo que este pueda protegerme si quiera de los paparazzi…
_ ¡Bella, basta!... –dijo la señora Cope molesta-. ¡Debes dejar de comportarte de esa manera!...
_ Bueno… yo me retiro a mi trabajo… -dijo Emmet mirándome-. Haga su trabajo, oficial Cullen…
Y sin más, el muy imbécil me dejó metido en aquello, la señorita Isabella me miró de mala manera, y la señora Cope también se iba, cuando dijo.
_ Niña recuerde que en menos de 10 minutos debe de estar en el comedor, la deben estar esperando…
Y se fue, al pasar por mi lado me susurró aquello “paciencia, solo es así al principio, cuando la conozcas bien sabrás, que no es tan detestable, suelte”… y se fue, bueno Edward… me dije, siempre te has caracterizado por tu buen trabajo, manos a la carga.
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Le extendí la mano con la palma hacia arriba y ella entrecerró los ojos mirándome fijamente.
_ ¿Qué?... –dijo mirando con asco mi mano-.
_ Disculpe, por desobedecerla señorita, se que no quiere escuchar mi asquerosa voz, pero necesito que me facilite su teléfono privado…
_ ¿Acaso a pesar de inepto, también es desquiciado?... –dijo molesta, yo rodee los ojos, sabía que mi paciencia iba a ser poca-. ¿Qué le hace pensar que le daré mi móvil privado?... ¡Y no se le ocurra volver a rodarme los ojos de esa manera!... –dijo señalándome con el dedo índice muy cerca de mi rostro-.
Paciencia, paciencia, paciencia… me pedía yo mismo, no me faltaron ganas de tumbarle ese dedo acosador el cual estaba cerca de mi rostro con un fuerte manotazo.
_ Tiene prohibido comunicarse con la señorita Brandon… -dije y ella abrió los ojos como platos-.
_ Por mí muérase… -y dijo esto dándome la espalda, justo cuando lo hizo, pude ver sobre la mesita del tocador el aparato plateado, ella pretendía cerrarme la puerta de su habitación en la cara cuando mi pie se lo impidió-.
_ Permiso… -dije mientras que con delicadeza la aparté de mi camino con un pequeño empujoncito y entré a la habitación y en cuatro zancadas me acerqué al tocador, ignoré todas las blasfemias que me decía a mi espalda, y justo cuando tomé el aparato la sentí agarrarme del brazo de manera brusca. La verdad es como si una hormiguita quisiera mover a un elefante, su cara estaba cargada de ira y sus ojos de rabia-. ¿Cómo se atreve a irrumpir en mi habitación de esa manera?... ¿es que acaso es nuevo en esto?...
Me safé de su agarre y con una mano me quité las arrugas que me habían dejado sus delicados dedos en la manga de mi camisa y luego la miré, la niña parecía en estado de shock frente a mí, yo la miré directamente a los ojos.
_ Voy a tomar su aparato celular hasta que elimine los contactos…
_ No. Se. Atreva a… -la dejé con la palabra en la boca y me dirigí hacia la puerta-. ¡Deténgase ahí mismo!... –me gritó cuando estaba a punto de salir de la habitación, yo me detuve y me giré lentamente para darle el frente, ambos nos miramos a los ojos-. ¡¿Qué mierdas se cree, primero para entrar a mi habitación de esa manera, segundo para tomar mis cosas sin mi autorización y tercero para dejarme con la palabra en la boca!... ¡¿es que acaso no se ubica igualado?!...
_ Solo hago mi trabajo, señorita Swan… y con el mayor respeto que usted se merece… no me importa mucho lo que usted piense al respecto…
¡Al diablo si querían sacarme de allí, la verdad es que no vine a los Estados Unidos para escuchar los berrinches de una niña caprichosa y sin costumbre!
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Bella Pov.
Abrí la boca de golpe al ver que cerró la puerta con un poco de fuerza, ¿se había atrevido azotarla en frente de mí?... que mierda le había pasado a Emmet, ¿no me había dicho que me iba a asignar a alguien fácil de manejar?..., si es cierto que era el chico me había deslumbrado con su belleza, pero a mí ningún empleado de la casa blanca se atrevía a faltarme el respeto de esa manera. Era inimaginable. Si iba a tener un custodio iba a ser cualquiera, menos ese tipo arrogante e indolente. En ese momento abrieron la puerta de mi habitación y fue cuando me percaté que aún seguía con la boca abierta, por como mi nuevo custodio me había dejado con la palabra en la boca y me había cerrado la puerta en la cara. Cerré la boca y fruncí el seño al ver a papá entrar a mi habitación, como siempre venía todo estirado y muy elegante, estaba serio.
_ Wao… -dije entre dientes, para dejarle ver que estaba sorprendida de verlo en mi habitación-.
_ ¿Estas lista?... –dijo mirándome a los ojos-.
_ No… lo que estoy es sorprendida de que sepas en donde queda ubicada mi habitación…
_ No empieces Isabella, si me he trasladado hasta aquí, es para pedirte disculpas por haberte pegado… te juro que fue puro impulso… -yo rodeé los ojos, mi padre continuó, su tono de voz era cariñoso-. No quiero que pienses que no nos importas a tu madre y a mí…
_ Es que no les importo… ¿me has vuelto a poner custodio?... –cambié de tema de manera cortante, para mí esto era mas traumático que el hecho de que no le importara a mis padres-.
_ No me das otra alternativa, hija…
_ ¡Has ordenado que Alice y yo no nos volvamos a ver!...
_ ¡Esa niña no es buena para ti!...
_ ¡¿Y que es bueno para mí, según tú?... ¿estar completamente SOLA?...
_ No lo estás, tienes a Jacob, es un buen chico…
_ Porque es el hijo de tu amigo…
_ Pensé que se llevaban bien…
_ ¡Alice es mi mejor amiga!...
_ ¡E-R-A!...
_ Uyyyyy, esta es tu actitud que tanto me molesta…
_ ¡Y esta es la tuya!... ¡No sabes el significado de la palabra RESPETO!...
_ ¡Bien… ordénale a Emmet que me cambie el custodio!...
Papá frunció el seño al ver mi cambio de tema radical. Sabía que a cualquier otro custodio podía manejarlo a mi antojo, este tipo que me había asignado Emmet, era un estupido y atrevido e igualado.
_ ¿De que rayos hablas, Isabella?...
_ No. Quiero. Al. Custodio que me han asignado…
_ ¿Al Oficial Edward Cullen?... –dijo Papá con un poco de asombro-.
_ Ese mismo, no lo quiero cerca de mí…
_ ¿Por qué?...
_ Pues… porque… es… ¡el muy estúpido se atrevió a entrar a mi habitación y a tomar mi teléfono personal, para borrar todos mis contactos!... ¡En este momento anda con él!... ¡Es un irrespetuoso, si vieras como me trata, como si fuera una chica cualquiera, no obedece mis ordenes, es más hasta me rodó los ojos cuando le hablaba, me dejó con la palabra en la boca, ¿puedes creerlo?!... –cuando vine a darme cuenta lo solté todo de una buena vez, papá me miraba fijamente-. Si lo quieres para tu seguridad o la de mamá no me importa, pero lo quiero a km. Lejos de mi vista…
_ Lo siento… Emmet quien es el jefe de seguridad me indicó que su hermano era el indicado para estar contigo, y así lo he confirmado después de todo lo que me has dicho, necesito a tu lado a una persona a la que no puedas manejar a tu antojo, pequeña… lo que hiciste anoche ha dado bastante que hablar en los medios de comunicación en el día de hoy… y bueno… andando… vamos a bajar…
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Eduard Pov.
Cerré la puerta detrás de mí, un poquito mas fuerte de lo que debía, y recosté mi espala de ella, para echar la cabeza hacia atrás y recostarla de ella, cerré fuertemente los ojos, mientras trataba de tranquilizar mi rabia. Dios me odiaba, ¿en que mierda estaba pensando cuando renuncié de manera definitiva a mi trabajo en Inglaterra?... dudo que mi temperamento y el de esa chiquilla pudieran compaginar, la verdad de aquí iba directo a la calle y con muy malas recomendaciones, ¡¡RAYOS!!... miré el Iphone 4, que cargaba en mi mano, su forro era plateado, aquí debía estar el celular de la tal Brandon, lo borraría y punto.
Tin.
Levanté mi rostro hacia el ascensor al escucharlo parar en el piso en el que me encontraba, el ascensor estaba en el pasillo al fondo derecho, al ver al mismísimo presidente salir de él y un grupo de guardaespaldas a su lado y detrás de él, eran como 5, (que mierda decirlo, pero el no hacerlo no cambiaba las cosas, Emmet y Jasper eran los que iban a su lado), ellos se dirigían hacia mi, de manera casi sincronizada, yo me puse en posición derechito, y luego de fulminar a mi querido, y por el momento, mi odiado hermano, miré al presidente, quien al llegar a mí frunció el seño, enseguida escuché la voz de Emmet.
_ He asignado al Oficial Edward, como custodio de la señorita Swan… creo que es el más indicado…
_ Si así lo crees, no lo dudo… -dijo el presidente mirando a Emmet, bastante seguro de sus palabras-.
_ ¿Qué está haciendo ella que no baja?... –dijo entre dientes, y luego nos miró-. Pueden bajar al comedor… voy a hablar con mi hija y luego nos encontramos allá…
_ Si, señor… -dijo Emmet y nos indicó con la mano que iniciaran el paso, el presidente entró a la habitación de su hija sin tocar, todos obedecieron a Emmet e iniciaron el paso hacia el ascensor, por supuesto, menos yo, no me iba a acostumbrar a esto, luego de que él dio tres pasos se giró a verme y me cuestionó con la mirada de porque no lo obedecía, yo solo le corté la mirada furioso e inicié el paso, dejándolo a él estático en el mismo lugar, era tanta mi rabia que creo que llegué al ascensor en cuatro pasos, y eso que estaba bastante alejado de la habitación de la princesita.
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Una vez llegamos a uno de los grandes comedores, nos colocamos en una esquina, parados como los oficiales que éramos.
Una vez en posiciones, pude fijarme en las personas que se encontraban en la mesa. Estaba la primera dama sentada a uno de los extremos de la gran mesa, el otro estaba vacío, lógico que era el lugar que ocuparía el presidente, y en uno de los laterales se encontraban un señor y una señora, en el otro lateral se encontraba un joven, el cual estaba trajeado y sentado muy derechito.
Tardaron como unos 5 minutos para ver al presidente entrar al salón, detrás de él venía una niña, totalmente enfuruñada, yo no aparté mi vista de ella en ningún momento, ella se dirigió a la silla que quedaba al lado derecho del chico y se sentó, ví que el chico tubo las intenciones de pararse y abrirle la silla, pero ella no le dio el tiempo hacerlo, todos en el salón la miraban fijamente, el muchacho con algo de apuro, no le quedó opción que volverse a sentar a su lado.
Isabella miraba para la mesa, pero al escuchar a su madre levantó su rostro y la miró con algo de indiferencia y asombro sobreactuado.
_ Ups… lo siento… -miró a los invitados que estaban frente a ella y regalándole la sonrisa mas hipócrita que había visto en mi vida, que conste que siempre he trabajado junto a personas que debían regalar sonrisa falsas en todo momento, les habló-. Buenas noches… es un placer súper inmenso tenerlos esta noche en la casa blanca…
_ I-sa-be-la… -dijo el presidente en un tono de regaño, el muchacho al lado de ella se rió por lo bajo y por primera vez vi lo hermoso que era su rostro cuando ella sonreía de manera sincera-.
Ella al escuchar la risa del chico, giró su rostro hacia él, y le regaló una hermosa sonrisa, especialmente por su sinceridad, ellos se sonrieron como si fueran cómplices de algo. Mi vista quedó fija en ella. Las chicas del servicio llegaron y comenzaron a servir la cena. Los minutos transcurrían mientras ellos cenaban y conversaban. Yo noté que Isabella no probaba bocado alguno, su mente estaba lejos de ese comedor, ella con su tenedor de plata jugaba con el poquito de comida que tenía en su plato, de vez en cuando el chico le susurraba algo y ella se giraba y le contestaba con una sonrisa. Al estar mirándola a ella no me percaté de que aparentemente el chico le había susurrado algo de mí, fue obvio, porque cuando él le dijo algo, ella por puro instinto, levantó su rostro y giró su rostro hacia la esquina en donde nos encontrábamos nosotros, su mirada se detuvo automáticamente cuando se topó con la mía. Era incomprensible como nuestras miradas empezaban a tener la rareza de engancharse, ahora ella y su amiguito me miraban fijamente, noté que luego de unos 10 segundos que me parecieron eternos, ella apartó su mirada de manera brusca.
_ Ya terminé… -dijo parándose de golpe, todos la miraron-.
_ Pero si no has probado bocado, Bella… -dijo la primera dama preocupada-.
_ Como si te importara… -dijo ella mirando a su madre-.
_ ¡Isabella!... –gritó la señora-.
_ ¿Charlie, puedo retirarme con Jake al jardín?... –dijo ella mirando a su padre e ignorando a su madre-.
Yo fruncí el seño. Esa niña estaba falta de unos buenos azotes…
_ No. Me. Digas. “Charlie”… soy tu padre… y si, anda, retírate si con eso nos vas a dejar cenar en paz…
Noté que ella tragó en seco, el chico rápidamente se paró y ambos se fueron de allí. Yo me quedé petrificado ante aquello, lo que me sacó de mi consternación fue el codazo que recibí de Emmet que estaba a mi lado, yo lo miré molesto, él habló en un susurro.
_ NO la pierdas de vista… no sabes de lo que es capaz esa niña…
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Bella Pov.
Jake y yo salimos por una de las puertas que daban al jardín, yo sentía una opresión increíble en el pecho. Jake a mi lado, caminaba sin emitir ningún comentario, se lo agradecí, en este momento no quería hablar con nadie.
_ ¿Qué te pasa, Bella?... –dijo él a mi lado, yo lo miré-. Estas tan triste esta noche que ni te reconozco…
_ Mi vida es un fiasco, Jake…
_ La sonrisa que llevabas en tu rostro en los periódicos de hoy no reflejaban eso… -yo lo miré de golpe y Jake rompió a reír a carcajadas, yo me sonreí, al menos él me caía bien-.
_ Anoche estaba feliz… pero hoy…
Él fue apagando su risa.
_ ¿Te han castigado fuerte?...
_ Peor que eso… me han prohibido que vea a Alice…
_ Mierda… -dijo él entre dientes-. Ella es tu única amiga… Charlie no debió hacer eso…
_ Para el colmo… me ha asignado un custodio… bueno es el tipo que decías que no dejaba de mirarme…
_ Rayos… se te complican las cosas… pero igual… sabes que cuentas conmigo cada vez que quieras escaparte, solo me avisas y te doy el permiso de que digas que andas conmigo… yo te cubro…
_ No con un oficial a rastras…
_ Te conozco Bella, sabrás como arreglártelas…
_ Gracias, Jacob… -dije y de momento me tiré a sus brazos para que él me abrazara y me consolara en mis frustraciones, al abrazarlo fue que noté a mi custodio detrás de nosotros apartados, por encima de los hombros de Jake pude verlo, estaba oscuro pero igual él nos miraba fijamente-.
Lo fulminé con la mirada. Y se que aunque estaba algo apartado él pudo notarlo.
_ Jake… -le susurre sin apartarme de su abrazo-. Aquí detrás, está el madito oficial que me está supervisando… ¿me sigues el juego?...
_ ¡¿Acaso no merezco un poco de privacidad?!...
_ ¡Solo cumplo con mi trabajo señorita!... –dijo él con un tono de arrogancia que me molestó sobre manera-.
_ ¡Váyase a dar una vuelta y déjenos solos un momento!... –le ordené con mucha autoridad-.
_ ¡Lo siento… pero solo cumplo ordenes del presidente!... –dijo él de manera tajante-.
La gota que derramó el vaso fue esa.
Mis pasos se apresuraron para llegar hasta él, sentí a Jake pisar mis talones.
_ Bella, Bella… para… -decía Jake, yo lo ignoré y me paré frente al oficial, sin guardar la distancia que debía, lo ví apretar los ojos fuertemente sin mirarme, ya que el chico era alto y al llevarme pulgadas, para verme debía bajar un poco la cabeza, él la dejó derecha, por lo que veía sobre mi cabeza, su respiración golpeaba mi frente, yo sin darme cuenta violé nuestro espacio personal, él no se inmutó, ya que se quedó derechito, como si no hubiera nadie cerca de él-.
_ ¿Quién mierdas se cree?... ¡Por supuesto que debe cumplir mis ordenes!... ¿Acaso quiere que lo ponga de patitas a la calle y sin mira a encontrar trabajo decente en mientras vida tenga!...
_ Bella… -dijo Jake entre dientes, intentó agarrarme de brazo pero yo me safé de mala manera-.
_ Lo siento… -dijo él entre dientes, y no era tan estúpida para no darme cuenta de que él estaba tratando de mantener la cordura y la calma-. Si cree que puede hacerlo… solo hágalo, está en su libre derecho de hacerlo…
Aquello me recordó las palabras de mi padre, “necesito a tu lado a una persona a la que no puedas manejar a tu antojo, pequeña”. No pensé, solo actué y por impulso le estampé con toda mi fuerza la mano derecha en su hermosa mejilla izquierda.
_ ¡Bella Noooo!... –gritó Jake a mi lado, a mi custodio con la bofetada se le giró el rostro, yo me aparté de él, dando dos pasos hacia atrás, ya que él seguía sin enderezar su rostro, miraba a su lado mientras se mordía con rabia el labio inferior, Jake nos miraba con la boca abierta por la sorpresa, solo quería que entendiera quien era él y quien era yo, no iba a permitir que ningún empleado me hablara de esa manera, no me importaba que fuere el hermano de Emmet, yo me sonreí con burla, mientras lo miraba aún sin reaccionar-.
_ Quiero que se te graba en la cabeza cual es tu puesto en esta casa…
Lo ví mirarme de golpe, sus ojos de verde esmeralda habían sido sustituido por unos casi negros de rabia, yo me sonreí burlonamente, pero la sonrisa desapareció de golpe cuando vi que de manera brusca me tomó del brazo, yo dejé salir un jadeo por la sorpresa.
_ ¡Más te vale que la sueltes ahora mismo!... –dijo Jake molesto, pero el custodio no se giró a mirarlo, su mirada estaba clavada en la mía, la cual ahora me imagino que debía ser de temor, su mano me abarcó el brazo completo, y aunque no me aplicaba fuerza me habló de manera lenta y precisa, como si fuera una estúpida-.
_ Y yo quiero que a ti se te grave en la tuya que no te voy a permitir que me vuelvas a poner un dedo encima…
Abrí los ojos como platos, y él me soltó. No entendí, pero en ese mismo momento Emmett y Jasper aparecieron como por arte de magia. Sus pasos eran apresurados.
_ ¿Qué rayos te pasa, Edward?... –dijo Emmet demasiado molesto mientras se acercaba a nosotros-.
Ví al tal Edward mirar de reojo a Emmet y luego a mí. Su rabia era obvia. Yo seguía en shock.
_ ¿Bella estás bien?... –me preguntó Emmet, al ver que su hermano no le contestó, supongo que habían escuchado algo a través del aparatito que Edward tenía en uno de sus oídos-.
_ ¿Qué mierda le importa a usted, Oficial Cullen?... –le dije de manera despectiva, quería que le quedara bien claro que ya no éramos amigos ni nada por el estilo-. Y le exijo que me llame como se debe “señorita Swan”… no permito que me tuteen… -dije eso último mirando a su hermanito-.
_ Lo siento… -dijo Emmet, me dolía tratarlo así, pero igual no se lo demostré-.
_ Y más vale que vaya buscando quien sustituirá a esté infeliz… porque hablaré con mi padre y lo pondrán de patitas a la calle… -le retiré la mirada con rabia a Edward, quien me miraba con la misma rabia y rápidamente me fui de allí, Jake me siguió-.
Este fic esta genial, lo iba a empezar a leer en fanfic y vi que en tu blog estaba con imágenes y dije "ps vamos a su blog" jajaja, gracias por permitirnos leer esta historia
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