CUMPLIENDO MIS 18 AÑOS...
PARTE I.
Nana me miró con temor, yo le sonreí, para darle tranquilidad…
_ Descuida nana… -repetí las palabras de Reneé-. “Solo me comportaré como toda una señorita, digna de ser la hija del Presidente de Estados Unidos…”
Mi dolor se incrementó cuando ví a Jessica entrar a mi habitación, luego de que llamara insistentemente.
_ ¿Qué deseas?... -le dije y noté que ella me miró algo asombrada por como estaba, pero supo recomponerse rápidamente-.
_ La fiesta ha iniciado, su madre ha pedido que le venga a avisar que debe estar a más tardar unos 5 minutos en el salón…
_ Ja… -yo bufé mientras me acomodaba sentándome en la cama, cruzándome de brazos-. Pues dile a ella, que le mandé a decir que puede comenzar a contarlos…
_ Niña… -dijo nana asombrada al ver mi actitud rebelde, esta, simplemente era Yo-. No hagas esto…
No me importaba que mamá muriera de un infarto. Pero estaba dispuesta a bajar, hasta que vi a través de mi ventana, la caravana de vehículos llegando a la casa blanca, la cantidad de personas estiradas que se desmontaban, permitiéndoles sus abrigos a las chicas encargadas de ello en la puerta. Esto era intolerable, este no era mi sitio. Mi dolor de cabeza había regresado y con mas fuerzas.
_ Salte, Jessica… salte, nana… no quiero ver absolutamente a nadie… -mis ojos se aguaron-. ¡Que se salgan les dije!... -les grité furiosa, sin importar que también le gritaba a nana, su cara era de horror-.
Jessica se salió corriendo. Pero nana solo me miraba con dolor y asombro.
_ No lo hagas niña… Reneé no te permitirá que hagas algo así…
_ No. Me. Importa… por mí que se vaya al demonio, pero esta que está aquí, no va a bajar a esa fiesta…
Nana se tapó la boca, sabia que estaba muerta del miedo, por lo que podía pasar.
_ Bella… -su aterciopelada voz, hizo que me girara de golpe hacia la puerta, allí estaba él parado. Mirándome como nunca.
Rayos estaba tan formal y hermoso. Aparentemente no pudo domar del todo su pelo, y llevaba el aparatito en el oído con el cordoncito. Dios iba a morir, pero Edward estaba de muerte. Él también me evaluaba detenidamente. Y lo ví sonreírme ladeadamente.
_ Edward… -jadeé su nombre, mientras corría hacia él y me tiré a sus brazos, mas de 24 horas sin verlo y sentía que mi vida no tenía sentido. En ese momento comprendí lo importante y crucial que era Edward en mi vida, él me abrazó fuertemente, enterrando su cabeza en mi cuello, oliéndome, aspirando mi olor, yo, con la cabeza en su pecho solo estaba pendiente al latido de su corazón. Ya nada me importaba, solo él, y el hecho de que me abrazaba tan protectoramente. Edward era mi sol, mi luna, mi todo-.
_ Estas tan hermosa… -susurró él en mis oídos y mi cuerpo se estremeció-.
Yo me aferré más a su cuerpo.
_ Sácame de aquí, Edward… por favor… no es este el lugar en el que quiero estar…
_ Amor… -dijo él tomando mis hombros y apartándome lentamente de su cuerpo, yo puse resistencia, pero él hizo un poco de presión para separarme. Solo lo suficiente para vernos a los ojos-. Escucha bien lo que te voy a pedir… baja… comparte un momento con tus padres y sus invitados, que yo te prometo que en par de horas te sacaré de aquí…
Mis ojos brillaron y una sonrisa se asomó en mis labios.
_ ¿Me lo prometes?...
_ Claro… te lo prometo, mi reina… solo que por favor, cámbiame esa carita… ¿de acuerdo?...
Yo moví la cabeza positivamente, mientras una sensación de alegría se asomaba en mi pecho. Noté una sonrisa dibujarse en sus labios, mientras que con una de sus manos, desabotonaba su chaqueta, yo lo ví con duda, al ver que él extrajo de uno de los bolsillos de adentro de su chaqueta, un estuchito, negro, bastante fino. Fruncí el seño, mientras veía como Edward me lo extendía.
_ Feliz cumpleaños, nena…
Yo me puse seria.
_ Edward… deberías saber que “odio” que me hagan obsequio… -dije y Edward se puso serio, y rayos, me miró de esa manera tan dulce que me encantaba, mientras su voz se escuchaba torturada-.
_ ¿No vas a aceptar mis obsequios?... -dijo con dolor-.
_ ¿“MIS” Obsequios…?. -dije sin creer lo que escuchaba-. ¿O sea, que hay otros, aparte de este?... -dije señalando con los ojos él que tenía en sus manos-.
_ Por dios, nenita… -dijo bajando el obsequio a su costado, algo desanimado, en realidad, parecía decepcionado-. Este era uno, el otro te lo iba a dar cuando saliéramos de aquí…
Rayos, al escuchar eso lo miré de golpe, y noté que una sonrisa amenazaba por salir de sus labios, abrí los ojos como platos, mientras que mi corazón comenzó a acelerarse al imaginar que Edward tenia planes para nosotros, yo me mordí el labio, para no sonreír-.
_ Nunca imaginé que no gustabas de los obsequios… -dijo él bastante serio-.
_ Mierda, Edward… -dije molesta mientras le arrebataba de sus manos, el cofrecito negro-. Dame acá… los aceptaré solo porque estoy de cumpleaños…
Escuché que Edward se carcajeó. Y pude identificar que el cofre decía “Tiffany & Co.” ¿Cómo si fuera poco ya?... Abrí mis ojos como platos al ver el collar que yacía muy elegantemente adentro. Me llevé la mano a la boca para taparla, por el asombro. Era el collar más hermoso que había visto, conocía de esto, y era evidente que se trataba de diamantes y perlas.
_ Edward, por dios… -dije sin encontrar palabras-.
_ ¿Te gusta?... -dijo él en un susurro, yo lo miré como si le hubiera salido un tercer ojo-.
_ Está sumamente hermoso me encanta…
Él sonrió satisfecho.
_ Entonces imagino que… no tendrás objeción a usarlo esta noche…
Yo le sonreí, mientras se lo extendía. Él lo tomó, vi como delicadamente sacó el collar del cofre y tomándome de la mano me llevó hacia el espejo, me percaté que nana ya no estaba, al parecer había salido cuando Edward y yo estábamos abrazados. Edward se colocó justo detrás de mí, mas de lo necesario, porque sentí que su cadera se adhirió a mi trasero. Yo me subí el pelo, mientras él de manera lenta, colocó el collar en mi cuello. Estaba algo emocionada, por lo hermoso que se veía el collar en mi cuello, el contraste de mi piel, lo hacía lucir bastante bien. También estaba algo arrebatada, por lo concentrado que estaba Edward mientras lo sujetaba detrás de mi cuello y por el cosquilleo que provocaba en mi cuerpo, el hecho de que los dedos de Edward tocaran esa parte sensible de mi piel. Al terminar. Él miró al espejo a ver como se me veía y una sonrisa amplia se dibujó en sus labios. Yo también sonreí.
_ Me gusta… -susurró-.
Yo sonreí con más ganas. Y mi sonrisa se frisó, cuando vi a través del espejo a Edward bajar su mirada a mi cuello y como yo seguía levantando mi pelo, él lentamente inclinó su cabeza, para depositar un beso, casi chupón, ya que abrió sus labios, justo en donde se juntan el cuello y el hombro. Yo me tensé a la vez que mis ojos se cerraron involuntariamente, su beso húmedo me hizo jadear, y cuando sentí que sus labios abandonaron mi piel, lentamente abrí los ojos, para toparme con los de él a través del espejo.
_ Ven aquí… -dijo él, sosteniendo mi cadera y girándome lentamente para colocarme frente a él-.
Justo cuando empezó a inclinar su cabeza para besar mis labios, ambos escuchamos el cerrojo de la puerta y de manera sincronizada nos aparatamos y miramos para la puerta, la cual se abrió de golpe, y Edward y yo dimos unos pasos mas hacia atrás, apartándonos mas al mismo tiempo. El corazón casi sale de mi pecho cuando vi, que quien entraba a mi habitación era mi padre. Su cara era sumamente de enfado. Paró de golpe su caminar, al ver a Edward, aunque estábamos algo distanciados, Edward se veía tan pálido como yo, Emmet estaba detrás de Charlie, también algo pálido, mirando a Edward de manera extraña, no era enfado, si no más bien preocupación.
_ Oficial, Cullen… -dijo mi padre saludando a Edward y luego mirándome a mí, bastante molesto-. Isabella… ¿Cómo es eso de que no piensas bajar?...
_ Charlie, yo…
_ No está a discusión… -me dijo muy molesto, y yo solo me mordí los labios fuertemente-.
_ Voy a bajar, papá… -dije y ví que papá me miró extraño-.
_ Una de las chicas del servicio le acaba de dar a tu madre, el recado que le enviaste y ya debes imaginar como está… preferí venir yo…
_ Ya voy a bajar, papá… -dije mirándole fijamente-.
Charlie se me quedó mirando extraño.
_ Bien… pues andando…
Él iba a abandonar mi habitación, se detuvo ante mi llamado.
_ Papá… -se giró a mirarme, yo le miré fijamente a los ojos, mientras estos se me cristalizaban un poco-. ¿Podrías darme el permiso, cuando se acabe la fiesta, de salir un rato con Alice?... -papá frunció el seño, yo de manera apresurada caminé hacia él, colocándome a su frente, él me miraba a los ojos-. Es mi cumpleaños, papá, al menos quisiera compartir un momento con mi mejor amiga… podría pasar la noche en su casa… me puedes mandar a custodiar con un escuadrón si quieres, solo déjame divertirme un rato esta noche… prometo portarme bien…
_ ¿Te portarás bien?... -dijo tanteando el ambiente, yo dejé salir una sonrisa, mientras afirmaba con la cabeza, se me va dar, se me va a dar, era lo que me repetía-. Ok. Puedes irte cuando todo se termine, yo te cubro con tu madre…
Sonreí feliz, mientras mi padre me besaba en la coronilla, y antes de darme la espalda me susurró.
_ Luces hermosa, Isabella… -yo me quedé estática, ví que cuando pasó por al lado de Emmet le indicó lo que tenía que hacer-. Encárgate personalmente de la seguridad de mi hija… indícale a tus oficiales, que puede divertirse, sin necesidad de meterse en problemas…
_ Si señor… -dijo Emmet, mirando de reojo a Edward, quien estaba detrás mío, yo solo me tapé la cara con ambas manos, estaba tan emocionada, que no me aguataba-.
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Edward Pov.
En lo que llevaba de vida, nunca imaginé, como podía sentirse el estar quemándome en el infierno a carne viva. Era lo que sentía en este preciso momento. Estaba recostado en una esquina del gran salón, Jasper estaba al lado mío, junto con unos cuantos oficiales, mas. Estaba que no quería ni que me hablaran. Primero, el hecho de aguantarme, como todos esos viejos verdes, se comían a Isabella con la mirada, sin siquiera disimular. ¿Esta era la clase de personas respetables a los que les dejábamos manejar nuestro país?... ni siquiera eran capaz de respetar que Bella era una niña. Bueno, no es que yo fuera el mejor indicado, para pensar eso, pero igual ellos eran unos malditos viejos, los cuales Bella podría ser hasta su nieta. Respiraba profundamente, mientras trataba de calmarme. Pero la gota que derramó el vaso, fue cuando hizo aparición en el salón, el vicepresidente y su distinguida familia, nótese el sarcasmo. Noté que Bella respiró, al ver al chico ese, el tal Jacob Black. Vi que en cuanto ella lo vio, sonrió enormemente. Supongo que porque ya no se iba a sentir tan sola, ya que desde que bajó estaba parada a un costado de sus padres, algo desubicada, notaba que las personas la felicitaban y luego se giraban a hablar con sus padres. Detrás del presidente estaba Emmet. Los demás oficiales, estábamos regados por todas las esquinas del salón. Con nuestros radios encendidos, atentos a cualquier eventualidad. Como decía, Bella al ver entrar al chico ese, sonrió mientras se alejaba de sus padres y se acercaba a él, para ambos saludarse con un afectuoso abrazo.
Al parecer era la única persona que había sido invitado a un cumpleaños, porque fue al único que vi llevar en las manos un regalo para bella. Ellos se abrazaron por unos segundos, y yo estaba que explotaba. Él le entregó el regalo y acaparando él solo la atención de ella, se la llevó a una de las esquinas del salón y allí ellos se estacionaron a conversar entre ellos, y noté que ella parecía más relajada a su lado. Y eso me estaba matando, debo reconocer que Bella y yo en varias ocasiones nos topamos la mirada, pero igual no me importaba, ella estaba pendiente a donde me encontraba yo y en ocasiones hasta me sonreía de esa manera tan natural y bella en ella, pero igual, yo estaba que moría, lo que me mataba era el hecho de que ese imbécil podía estar sentado allí con ella de una manera tan natural y yo ni siquiera podía acercarme. Le tenía su sorpresa preparada y esperara que mi actitud acosadora y malhumorada no la dañara. Debía solo esperar un rato más para tenerla a mi lado, pero sentía que los segundos eran eternos. Me puse alerta cuando escuché a través del radito de Emmet, lo que decía la madre de Bella.
_ Oficial, Cullen… ¿Y mi hija donde esta?... -dijo molesta-.
En toda la noche, fue la primera vez, que retiré mi mirada de Bella, para mirar a la señora y a Emmet que seguían parados en el mismo lugar.
_ Está con Jacob Black…
Dijo Emmet y yo fruncí el seño, al ver a la señora tratar de ubicarlos y al hacerlo esbozar una estúpida sonrisa, mientras le decía a Emmet.
_ Me imagino, que le dijo a su hermano que no perdiera a Isabella de vista, la conozco y es capaz de salirse a escondidas de la fiesta…
_ Descuide, señora… su hija ya tiene asignados varios Oficiales…
Maldito… Pensé en contra de mi hermano.
_ Bien… -dijo ella conforme y sonrió mientras miraba detenidamente a su hija y a Jacob-. Amor… -dijo mirando a su esposo y haciendo que este dejara de hablar con Billy Black, para que le prestara atención-. ¿NO es cierto que hacen tan bella pareja?...
_ ¿De que hablas, mujer?... -le dijo Charlie, y agradecí el auricular de Emmet, ya que me permitía estar al tanto de lo que hablaban ellos-.
_ De Isabella y Jake…
El presidente los vio de lejos, Bella y Jake se sonreían, Charlie solo rodó los ojos y no le prestó mas atención a su esposa, la señora bufó y se alejó del grupo. Mi vista no se apartó de ella. La ví llegar a Bella y a Jake y ella les hablaba sonriente. Jacob se sonreía con lo que ella estaba diciendo, mientras que Bella fue borrando la sonrisa de su rostro. Moría por saber que era lo que estaba diciéndoles esa mujer. Bella puso cara de horror, mientras que Jacob dejó salir una carcajada, él estaba divertido, Bella lo fulminó con la mirada, mientras negaba con la cabeza. Yo me puse derecho en mi posición. ¿Qué rayos estaba pasando para que ella estuviera tan tensa?...
_ Permíteme felicitarte, eres el que mejor hace su trabajo, amigo… -dijo Jasper a mi lado burlón, yo solo lo fulminé con la mirada y él mismo miró para otro lado ignorándome, yo volví a mirar a Bella y fue cuando ví que el imbécil de Jake, la llevaba tomada de la mano, rumbo al medio del salón, subieron un poco la música balada que estaba sonando y yo quise morir de los malditos celos que me estaban carcomiendo por dentro, cuando lo ví a él, tomar con sus manazas la cintura de mi bella, sentí mi corriente sanguíneo acelerarse, Bella se veía sumamente tensa, iban a bailar, y todos en el local fijaron su atención en ellos dos, Jacob no borraba por nada en el mundo su inmensa sonrisa, mientras que Bella parecía a punto de desmayarse, estaba pálida, tensa y evidentemente incomoda. Vi como el chucho acercaba sus labios al oído de ella y le susurró algo, a lo que ella respondió moviendo la cabeza positivamente y respirando hondo. Sentía mi cuerpo entumecido, mi mandíbula apretada y mis puños cerrados dentro de los bolsillos de mis pantalones. Él empezó a guiarla, todos en el salón le miraban, ella seguía igual de tensa, apenas y si movía los pies, noté que Jacob con una de sus manos le apretó la cadera y la acercó mas a su cuerpo, yo me puse en alerta a tal punto que di un paso, lo que me detuvo fue la mano de Jasper en mi brazo, yo alarmado, miré primero la mano que me sujetaba y luego le miré a la cara, él no dijo nada, supongo que por los auriculares, solo movió muy perceptivamente su cabeza de manera negativa, yo volví a mirar a la improvisada pista de baile y allí estaban ellos, él la tenia de manera muy sujetada a su cuerpo, una mano en su cadera, y la otra en su cintura, no se si lo hizo lento, lo que si puedo decir, es que vi a cámara lenta, como él fue arrastrando su mano de la cintura hacia atrás, para ponerle su manaza en donde terminaba la columna de ella, haciendo la salvedad de que su contacto fue directo en su piel, ya que el vestido se lo permitía
Abrió la palma de su mano y acarició levemente su espalda y allí fue cuando no aguanté más-.
Caminé rápidamente, solo escuché el jadeo de Jasper.
_ ¡Edward no!... -lo susurró, pero yo lo ignoré por completo-.
Por el hecho de estar en una lateral, caminé alrededor de la orilla del salón, fue antes de llegar a Bella que sentí que alguien me tomó del brazo, demasiado fuerte y me detuvo, la voz de Emmet en mi oído me detuvo de golpe.
_ Ni se te ocurra hacer lo que estas pensando… si lo haces, olvídate de que soy tu hermano…
Yo lo miré, despertando del letargo en el que me encontraba. Estaba furioso y no estaba pensando en nada. Miré alrededor, para fijarme en el sin números de oficiales mirándonos con signo de alertas, supongo que nadie sabia a que se debía el enfrentamiento de Emmet y yo. Los demás no se habían percatado, ya que al parecer la parejita tenía al público muy bien cautivados. Emmet me propinó un leve empujoncito, haciendo que nos quedáramos en una esquina ocultos, gracias a la arquitectura del salón era fácil pasar desapercibidos.
_ Quítate el maldito aparato… -ordenó señalándome el audífono-. Jasper, encárgate un segundo… -dijo mientras él se quitaba el aparato, yo sin dejarme intimidar de su postura de animal, me quité el mío-. ¿Qué mierdas piensas hacer, Edward?... -dijo en un susurro, su voz era contenida, podría jurar, que en otro lugar ya me hubiera pegado un puñetazo, yo no le tenía miedo, ni a él ni a nadie-.
_ No es asunto tuyo… -le dije entre dientes, seguía furioso, mientras perdía el tiempo con Emmett, seguro que el chucho ese, me seguía acariciando a Bella-.
_ Me estas tentando a que te despida, Edward… -dijo molesto y en mis labios se dibujó una sonrisa burlona-.
_ Eres el jefe de seguridad… estas en todo tu derecho…
Emmet y yo nos miramos a los ojos fijamente. Sabía en que tenía que estar pensando, ambos nos conocíamos bastante bien.
_ Perfecto. Hablaremos mañana de esto… ahora mismo estoy descuidando mi maldito trabajo por tu culpa… es domingo… puedes marcharte a casa… es tu día libre…
Giró sobre sus talones, para retirarse, se detuvo ante mi llamado. Se giró y me miró fijamente.
_ Emmet…
_ ¿Qué?...
_ Tú eliges… -le dije seriamente para que entendiera que estaba hablando seriamente-. O apartas a ese imbécil de su lado en este momento… o te juro que lo apartaré yo… y créeme que no lo haré de buena manera…
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Bella Pov.
Esto era una maldita tortura, iba a enloquecer. Estaba parada al costado de las escaleras, al lado de mis padres. Esperando que las personas se acercaran a nosotros, los invitados me felicitaban por un segundo y enseguida volteaban a hablar con mis padres. Lo único que lamentaba era el hecho de que los segundos pasaban tan tortuosamente lento. Sabía en donde estaba Edward, en una esquina, junto a Jasper. Emmet era el que estaba más cerca de mí, ya que al ser el jefe de seguridad, por ningún motivo se apartaba de mi padre. Mi mirada en varias ocasiones se enganchaba con la de Edward, pero no se, ni siquiera me correspondía la sonrisa que en ocasiones le daba, parecía tan tenso y tan disgustado. Cuando vi a Jacob entrar al salón, sentí un alivio increíble. No solo porque iba a poder siquiera articular una palabra, si no porque tal vez en su compañía los segundos correrían mas de prisa. Yo me separé de mis padres, ellos estaban tan entretenidos con sus invitados, que ni siquiera se percataron de mi ausencia. Jake y yo nos saludamos con un abrazo fuerte.
_ Bella… cuanto tiempo… -dijo él mientras se apartaba y me sonreía-. Estas igual que tu padre… para verte tendré que hacer citas…
Ambos nos reímos y él me extendió una cajita pequeña en vuelta en papel de regalo, yo arqueé una ceja, él sabía que odiaba los regalos.
_ No hay “peros” que valgan… es tu cumpleaños, y no es verdad que no te iba a traer un presente…
Yo me sonreí.
_ Gracias, Jake…
_ Ven… -me dijo mientras me tomaba de la mano, fuimos a parar a una esquina en donde yo abrí mi regalo, sonreí al ver lo que era, un brazalete de Diamantes y zafiros. Era Hermoso.
_ Me gusta, gracias Jake…
Jacob me ayudó a colocármelo y allí nos enfrascamos en una conversación. Estaba entretenida aunque moría de ganas de que Edward me sacara de allí. ¿Cuál sería su otro regalo?... de vez en cuando le miraba, con la finalidad de que entendiera que solo deseaba estar con él, que moría porque me sacara de allí. Cuando escuché la voz de mi madre, no creí lo que me estaba proponiendo. ¿Qué bailara una pieza con Jacob?... no podía creerlo, si ella sabia perfectamente que odiaba ser el centro de atención, y que no quería bailar en frente de todos esas personas, ¡es que seguro que esas fotos saldrían hasta en las revistas sociales!. El imbécil de Jake, en vez de apoyarme, lo que hacia era burlarse de mi cara, y eso que decía ser mi amigo. Con las mierdas que se le ocurrían a Reneé, nada más me quedaba el irme a bailar con Jake. Fuimos a parar al centro del salón, al sentir toda esa gente mirarme fijamente, me tensé, Jake no borraba la sonrisa de sus labios. Cuando vio que no me soltaba, se acercó a mi oído para susúrrame.
_ Relájate, Bells, te prometo que será una sola pieza, sales de tu madre y luego te llevo a donde quieras ir…
_ Era lo único que deseaba en este momento, salir de allí y verme con Edward.
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Llevaba apenas un minuto bailando suavemente con Jake, cuando sentí que alguien me tocaba el hombro. Yo algo asombrada, miré, para ver a Jessica Stanley extendiéndome mi celular.
_ La señora Cope se lo ha mandado… -fruncí el seño y miré a mí alrededor, todos seguían mirándonos a Jake y a mí, como idiotas. Yo miré a la esquina, en donde se había mantenido Edward toda la noche y no estaba. Solo pude ver a Jasper mirándome de la misma forma que lo hacia siempre, este tipo no me soportaba-.
_ Gracias… -dijo Jake por mi, tomando el celular de la mano de Jessica y haciéndole una seña con la mano, para que se retirara, ella se esfumó, Jake echó el celular en su bolsillo y volvió a tomar mi cintura, haciendo, que yo quitara la mirada del rincón en donde se ya no se encontraba Edward. ¿Y si se había ido?, seguí bailando lentamente, mientras sentía la tristeza querer embargarme-.
_ ¿Qué te pasa, Bells?...
Yo lo miré. Y fue cuando me llamó la atención lo que acaba de suceder. ¿Jessica había interrumpido nuestro baile, a sabiendas de que todas estas personas, incluyendo a la bruja de mi madre y al tonto de mi padre, estaban pendiente a Jake y a mí, solo para entregarme mi celular?... esto no parecía normal. Nana nunca me enviaría mi celular y mucho menos en momentos como estos, en donde ella al igual que yo, sabíamos, que estábamos haciendo el espectáculo que tanto a Reneé le gustaba.
_ ¿Qué piensas?... -dijo él y yo le miré con duda-.
_ El celular… -le susurré y Jake puso cara de duda-.
_ O si, el celular… por cierto, no ha parado de vibrar en mi bolsillo…
Aquello me golpeó.
_ Ven…
Dije, mientras lo tomaba de la mano, e iniciaba el paso. Me importaba muy poco, que mi mamá me matara, por romper su momento su mágico y llamativo, pero solo se que salí del campo de visión de todas esas personas, y Jake y yo, nos escabullimos por el pasillo, tomados de la mano. Salimos del salón. Miré a Jake, quien me miraba sorprendido.
_ Dame… -dije extendiéndole la mano-.
_ ¿Qué?... -dijo Jake sin comprenderme del todo-.
_ Dame el maldito celular, Jake.
_ Oh!... -dijo él comprendiendo, sacándolo de su bolsillo y extendiéndomelo, yo tomé mi aparato y busqué, “7 llamadas perdida”, cuando le dí al identificador, voté el aire de golpe al ver que todas habían sido de Edward-.
_ Mierda!!... -dije-.
_ ¿Qué sucede, Bella?... -dijo Jake preocupado-.
_ Espera… -dije devolviendo la llamada, estaba nerviosa, y demasiado preocupada, al primer tono, Edward tomó la llamada-.
_ Isabella… -dijo y no se si eran ideas mías, pero se escuchaba bastante molesto-. De manera inmediata, baja al garaje en este momento. Nos vamos de aquí… me esperas, en unos segundos estaré contigo…
_ Si… -dije yo aliviada, mientras cerraba el aparato. Miré a Jake quien me miraba fijamente-. Debo irme, Jake…
_ ¿Irte?... -dijo él asustado-. ¿Estas loca?... tus padres te matan si abandonas la fiesta…
_ No tengo tiempo de explicarte, solo cúbreme… -Jake puso cara de preocupación, yo me sonríe-. Cúbreme lo mas que puedas… no te metas en problemas por mí, al fin de cuentas papá sabe que me retiro… bye… y gracias, eres increíble… -dije acercándome rápidamente a él, dándole un beso en la mejilla y saliendo corriendo hacia el ascensor, el vestido me lo dificultaba un poco-.
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Bajé al sótano. Cuando las puertas del ascensor se abrieron ante mí, salí. Solo llevaba mi celular en mis manos. Caminé y pude ver el lugar totalmente desolado. Solo estaban estacionados los vehículos. Yo miré a todos lados. No había rastros de Edward. Y no se porque, sentí algo de miedo, al hecho de encontrarme sola en este lugar.
Noté que la flotilla de autos presidenciales estaban allí. Incluyendo los lujosos autos de los invitados que en este momento se encontraban en la casa blanca. El silencio era abrasador. Y fue allí que entendí porque en las películas, utilizaban estos lugares, para hacer las escenas más escalofriantes. Me abracé a mi misma, odiándome por pensar en aquello. Cuando escuché el sonido del ascensor, respiré hondo, al imaginar que era Edward quien llegaba, inicié mi paso, rápidamente a él, cuando las puertas se empezaron a abrir. Frené mi caminar de golpe, al ver que no era Edward quien salía de allí, si no aquel hombre, que a pesar de ser Oficial de la casa blanca, muy pocas veces nos habíamos visto. Él al verme sonrió saliendo del ascensor. Ni siquiera se sorprendió de verme allí.
_ Señorita Swan… -susurró con una sonrisa enorme, mientras se acercaba lentamente a mí, yo fruncí el seño-. ¿No se supone que debe estar en su fiesta de cumpleaños?...
Mientras me hablaba, noté que sus ojos estaban clavados en los míos, de una manera que me hizo apartar la mirada, el tipo era tan alto, fuerte y hasta intimidador.
_ ¿Usted que hace acá abajo?... -dije sin dejarle notar que estaba un poquito nerviosa, yo era una muy buena actriz cuando se trataba de ser altanera y hacerle saber a las personas que estaba por encima de cualquiera, al fin de cuentas TODOS deben hacer mi voluntad, porque simplemente soy la HIJA del Presidente-.
_ Hummm, muy buena pregunta… -dijo y yo me estaba inquietando al ver que este hombre parecía no inmutarse con mi actitud, la verdad allí el único Oficial que se había comportado algo reticente conmigo, era Edward, ahhh y Jasper que aunque obedecía mis ordenes, siempre dejaba evidenciado que no me soportaba, luego a los demás oficiales, yo le hablaba y enseguida mostraban una actitud distante y respetuosa, en cambio este que estaba parado frente a mí, a una distancia un poco imprudente, me miraba tan fijamente que quemaba y aunque sonreía, la verdad no me gustaba para nada-.
_ Solo estaba supervisando el área… -dijo-. Está hermosa esta noche…
Dijo dándome un vistazo de los pies a la cabeza, y no se por qué, pero su mirada no me gustaba para nada. No era una mirada de alguien que se estuviera propasando conmigo, si no, una mirada evaluativa. Yo tragué en seco, realmente me estaba asustando, pegué un respingo, cuando escuché que las puertas del ascensor se abrieron detrás del tipo, miré por encima de su hombro, para ver a Edward quien salía del ascensor, yo solo cerré los ojos, por un segundo, mientras agradecía a dios, por su llegada. El venía pensativo, traía una cara de los mil demonios, y al escuchar mi voz, levantó de golpe su rostro-.
_ ¡Edward!.... -se escuchó más a alivio que a otra cosa-.
La reacción de Edward al ver ese Oficial conmigo, fue la misma que había tenido yo, cuando lo había visto salir del ascensor, Edward frenó su caminar de golpe y miró fijamente al tipo a la cara, yo no podía esperar y con mis manos, subí un poco el vestido para trotar hacia Edward, la verdad, ahora estaba tranquila, a su lado, me sentía segura. Él solo apartó la mirada del tipo, cuando yo llegué a su lado, él me miró con duda, su seño estaba bastante fruncido.
_ ¿Todo bien?...
Me preguntó en un susurro y yo solo moví la cabeza positivamente.
_ Hijo… -dijo el oficial a Edward en modo de saludo, mientras se sonreía y se acercaba a nosotros-.
Edward fulminó al tipo con la mirada. Su mandíbula estaba fuertemente apretada.
_ Ya veo porque la señorita Swan estaba acá… -dijo mientras me daba una mirada fugaz, volvió a mirar a Edward, mientras entrecerró los ojos-. Solo te estaba esperando a ti…
_ ¿Qué se supone que hace aquí, Marcus?... -dijo Edward entre dientes, el hombre sonrió más-.
_ Pues, solo supervisaba el área…
_ Creía que lo hacía desde la habitación de seguridad… a través de las cámaras…
El hombre se carcajeo y hasta por un momento se puso la mano en la panza, yo le miraba fijamente. No ayudaba el hecho de que Edward, tampoco se relajaba.
_ Tranquilo, muchacho… que su chica estaba en buenas manos…
Yo miré de reojo a Edward, ¿había dicho “su chica”?. Edward frunció los labios, ante la rabia que sintió. El tipo sonrió más aun.
_ Lo digo, porque se que Emmet te ha cedido la responsabilidad total de la niña… ya te he dicho anteriormente… en mejores manos no podría estar…
_ Edward… -dije yo, queriendo llamar su atención, Edward no me miró, solo miraba al Oficial parado frente a nosotros, yo le rogué-. Por favor… sácame de aquí… Alice debe estar preocupada, porque he tardado en llegar…
Ví que Edward se descolocó por un momento y me miró. Yo solo había dicho aquello, para que el Oficial Marcus, pensara que Edward solo me iba a llevar a donde mi mejor amiga.
_ Vamos… -dijo Edward, haciéndome paso para que caminara delante de él, caminamos hasta el volvo, Edward me abrió la puerta de atrás, y yo le miré con duda-. Sube… -me ordenó y yo le retiré la mirada bruscamente mientras me subía-.
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_ ¿Cuánto tiempo llevabas allí sola con el Oficial Marcus?...
Fue la pregunta de Edward, en cuanto salimos del perímetro de la Casa Blanca, estaba sentada en la parte trasera del auto, mientras el conducía.
_ Supongo que uno o dos minutos… a mi me parecieron horas…
_ ¿Por qué?... -dijo y lo notaba algo tenso-.
_ No se… pero ese hombre no me gusta… parece intimidante… y más aún cuando sonríe de esa manera… amor… -dije colocándome detrás de su asiento y desde atrás le rodeé el cuello-. ¿Por qué luces tan molesto?...
Lo escuché respirar hondo, yo mientras enterré mis dedos en su suave pelo, mientras le acariciaba el cuero cabelludo.
_ Por poco y armo un lío en esa fiesta… Isabella por favor… ¿pretendías matarme?... -escuché su tono de voz algo torturado, yo fruncí el seño, ya que no entendía, él me miró a través del retrovisor y odié que estuviera conduciendo-. Que sea la última vez que permitas que otro hombre que no sea yo, te toque…
Yo me sonreí.
_ Jake, y yo solo somos amigos…
_ Un AMIGO que se aprovecha cada vez que tiene la oportunidad… -dijo entre dientes, evidentemente molesto-. Recuerdo perfectamente como metió su lenga en tu boca, aquella vez que lo besaste frente a mí… -yo solté su pelo al darme cuenta que Edward recordaba aquello-. Y esta noche te estaba acariciando… ¿acaso no lo sentiste?...
_ ¡No!... -y juro que decía la verdad, iba a matar a Jake, ¿en serio me había acariciado?, yo ni siquiera lo sentí-. ¡Por supuesto que no!... voy a matar a ese hijo de pu…
_ ¡Calla!... -Edward me interrumpió antes que maldijera a la pobre madre de Jacob, que ni siquiera tenía la culpa-. Déjalo así… al menos me hace sentir bien que no reacciones ante sus caricias…
Yo sonreí, mientras volvía a pasar mis manos por su pelo, maldito asiento que nos dividía.
_ ¿Te refieres, a que no siento lo mismo que siento cuando eres tú el que me acaricias?... -le dije con voz suave-. Mi piel reacciona de inmediato, ante tu tacto… provocas en mi, un cosquilleo que nunca me ha provocado nadie, me fascina cuando lo haces… -lamenté no poder verle el rostro-.
_ Tú también provocas cosas nuevas en mí, pequeña… -él susurró desde adelante y yo sonreí feliz-.
_ ¿A dónde me llevarás, Edward?... -no me había volado hacia el asiento de adelante, por el maldito vestido largo que llevaba-.
_ Es una sorpresa… -y aunque no pude verle el rostro, por su tono de voz, sabia que estaba sonriendo, al menos ya se había relajado por completo-.
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Puse cara de duda al ver en donde se estaba estacionando. Este lugar me era sumamente familiar. Edward sonriendo se desmontó del auto y yo achocada miraba fijamente el local desde fuera, no podía creer que me había traído aquí. Me abrió la puerta desde fuera y me extendió la mano, para ayudarme a salir. Y yo lo miré como si otro ojo le estaría saliendo en la cara.
_ ¿Qué mierda?... -fue lo que dije y me desmonté mientras aparataba su mano con un manotazo, rechazando su ayuda, Edward puso cara de poema-.
_ Isabella, esta noche tienes la boca bastante sucia… -dijo en tono de reproche-.
Yo aun miraba el local como si fuera la puerta del infierno. Bien, solo se trataba de que estaba desubicada, pensé que Edward había ideado una noche mas privada para nosotros…
_ ¿Por qué me traes acá?...
_ Pues… -lo escuché dudar detrás de mí-. ¿A dónde querías ir?...
Él estaba a mi espalda. Y yo cerré los ojos con bastante frustración. Bien Bella, no le demuestres, que pensabas que te llevaría a un hotel lujoso para hacerte el amor, no se lo demuestres, no se lo demuestres…
_ Bien… si no te gusta el lugar, no hay problema… puedo llevarte a donde quieras…
Tragué en seco y me volví hacia atrás y lo miré, lo que esperaba, estaba confundido. Dios!, era de lo peor, va a pensar que le pongo peros, a todos los obsequios…
_ No, esta bien… no hay problema, entremos… -dije mostrando un patético interés, hizo mi mayor esfuerzo, por disimular mi decepción, hasta le sonreí, cuando me iba a acercar a él para darle un beso, noté que rodó su rostro disimuladamente y se movió, yo me quedé estática en el lugar, mientras lo ví sonreí con apuro-.
_ Será mejor que entremos… -me hizo señas con la mano, para que iniciara el paso, yo respiré hondo, mientras me decía para mi misma-.
_ Grandioso, como si fuera poco, me trae a un lugar, que ni siquiera puede tomarme de la mano…
Me las ideé para caminar lo más rápido que me permitió el maldito vestido. Dejé a Edward unos cuantos pasos atrás. Estaba furiosa. Respiré hondo cuando me ví entrando por segunda vez, aquel local. Hermoso, pero me traía tan malos recuerdos. Esa voz me hizo frenar mi caminar.
_ ¡Edward!... -dijo Rosalie emocionada-.
Si. Estábamos en su Pub. Grandioso. Cuando levanté la mirada hacia delante, me quedé de una pieza. Ante lo que ví.
_ ¡¡¡¡Felicidades, Bella!!!! -gritaron al unísono, yo me fije en el grupito reducido que estaban allí parados y reunidos, mirándome todos sonrientes-.
Alice, Esme, Carlisle, y Rosalie. Yo sonreí cuando vi a Alice correr hacia mí y abrazarme.
_ Felicidades amiga, que bueno que Edward logró sacarte de allí… -yo la abracé fuertemente mientras reía, la verdad, estaba contenta de estar con mi mejor amiga-.
Inmediatamente Alice me soltó, unos brazos calidos me rodearon, era la madre de Edward.
_ Dios, mi niña… -dijo dulcemente mientras me soltaba-. Felicidades…
Yo la miré y me sonreí.
_ Un gusto, volver a verte, Bella, felicidades… -dijo Carlisle mientras se acercaba y me abraza también-.
_ Gracias… -dije mientras sentía una opresión en el pecho, pero era una sensación diferente, era de felicidad, yo me sonreí. Fue cuando vi a Rosalie pararse frente a mí y regalarme una enorme sonrisa, mientras me abrazaba-.
_ Felicidades, niñita consentida… -dijo pero parecía divertida, se apartó de mí para mirarme fijamente, una sonrisa estaba instalada en sus labios-. Eres tan consentida, que hasta el bruto de Edward te conciente… me ha hecho cerrar el local esta noche…
Cuando ella mencionó su nombre, un nudo se formó en mi garganta, y me dí la vuelta de inmediato para mirarlo, él seguía parado en la entrada del local, desde allí me miraba de una manera extraña, una sonrisa se instaló en los labios de ambos. Él inició a caminar hacia a mí, lo hizo tan lentamente, que yo caminé para alcanzarlo, y cuando nos colocamos uno frente al otro, él bajó su mirada a mis ojos, los míos se cristalizaron.
_ Gracias… -le susurré y él sonrió mas enormemente, mientras me puso la mano en la espalda y me acercó a su cuerpo para darme un caliente y suave abrazo-.
_ Felicidades… -me susurró en el oído-.
(es este el abrazo que imagino en esta parte).
_ Ya párenle… -dijo Alice, mientras se acercaba a nosotros, odiaba a mi amiga cada vez que me apartaba de Edward, escuché que Edward dijo algo entre dientes y me soltó, ambos nos sonreímos-. Edward no es tan bueno… Rosalie nos ha contado, que la ha amenazado si no cerraba el local…
Todos reímos… noté que Edward estaba mas suelto, en cuanto a demostrarme afecto se refería, ya que se puso a mi lado derecho, y rodeó mi cintura, manteniéndome a su lado, y yo feliiiiz….
Cuando me preguntó, aparté mi rostro de él para mirar el local, y de mis labios salió un jadeo. El local era el mismo, pero justo frente a nosotros había una lona grande que tenia escrito un “feliz cumpleaños Bella”, estaba en el aire y prácticamente colgaba de medio local. Había un biscocho de varias plazas, justo con muchos regalos. El local estaba decorado elegantemente, y yo me sentí feliz. Este era mi cumpleaños.
_ Ven… -dijo Alice, tomándome de la mano, y con una cámara comenzó a tirarnos fotos a todos, me guiñó un ojo, y yo olvidándome de todo comencé a disfrutar el momento-.
Fuimos a parar a una mesa. Allí entablé conversación con Esme, la señora me encantaba, con Rosalie, el único extraño en el local era el chico que controlaba la música.
_ ¿En donde está la cumpleañera?...
Al escuchar esa voz, miré de golpe hacia la puerta, en donde hacían su entrada, Emmet y Jasper, ambos seguían trajeados, yo sonriendo enormemente miré a Edward quien estaba sentado a mi lado, él sonrió, supongo que por mi cara de asombro, corriendo me paré y alcancé a Emmet, quien con una risa fuerte, me dio su abrazo de oso, mientras me giraba.
_ Estás aquí… -fue lo que dije al sentir el nudo en la garganta, él me soltó, poniendo mis pies sobre la superficie, y me miró mientras me decía-.
_ Por supuesto, que iba a venir… y que conste, que no lo hice por las amenazas de Edward… ese imbécil, ya las tiene atragantada conmigo…
Yo me reí y miré hacia la mesa, para ver a Edward quien ya no reía, pero igual me miraba fijamente, yo le sonreí y él entonces también lo hizo.
Es que era imposible no amar a este hombre. Dejé de mirarlo para mirar asombrada a Jasper quien me hablo.
_ Feliz cumpleaños señorita Swan…
Me llevé la mano al pecho mientras lo miraba boca abierta. Jasper me miró y ví que aunque quería mantenerse serio una sonrisa amenazaba por salir de sus labios, sin duda mi cara debía de estar haciéndole mucha gracia.
_ ¿Edward también te amenazó para que me felicitaras?...
_ Obvio… -rodó los ojos-. Permiso… -dijo dejándome con la palabra en la boca y yendo a saludar a los padres de Edward, escuché la risa contenida de Emmet-.
_ No le hagas caso a Jasper… te juro que no es tan patético como quiere hacer creer…
Yo me sonreí mientras me alzaba de hombros. Estaba sumamente feliz. Pero mi corazón se detuvo al escuchar esa voz provenir de la puerta.
_ ¿Y para mí no hay un abrazo?...
Yo abrí los ojos como platos.
_ ¡¿Nana?!... -me aparté de Emmet para ver a mi nana, con una enorme sonrisa, ella estaba vestida muy elegante, yo corrí hacia ella y la abracé fuerte, ya a este punto, no pude contener mis lagrimas, ellas corrieron por mis mejillas, no creía lo que estaba pasando, se estaba cumpliendo mi deseo. Dios, estaban casi todas las personas, con la que en realidad quería compartir.
_ No llores princesa… -dijo nana, cuando escuchó mis sollozos-.
_ No lo puedo creer, nana… -dije mientras me retiraba las lagrimas de la mejilla, miré hacia la mesa para ver a Edward, quien seguía sentado allí, ambos nos mirábamos a los ojos, mis lagrimas seguían saliendo y no acababa de entender, porque no venia a mi lado, todos me miraban sonriendo, pero yo solo lo miraba a él, mientras venia a mi mente, aquella noche en la que estaba tan triste, que hablábamos por teléfono, las palabras mencionados por mí, volvieron a ser escuchadas en mi memoria “Ya ves, la fiesta enorme que me tenían preparado mis padres… Cuando yo solo quería algo sencillo, con Alice, Emmet, Jake, Nana… contigo… con las personas que en realidad si me importan…” él lo había hecho. Una vez más, me había hecho feliz. Cuando escuché ese carraspeo de garganta, y ví que Edward hizo una mueca, pero que recompuso su rostro de inmediato, entendí porque no se había acercado, “estaba esperando la entrada de otra persona”. Yo me giré asombrada.
_ ¿Jacob?...
Mi amigo sonrió enormemente, mientras habría los brazos esperando que yo lo abrazara. Yo me eché a reír, y me acerqué a él, pero lo que hice fue darle un puñetazo en el pecho. Claro que no tubo el efecto que quería, ya que Jake lo que hizo fue echarse a reír. Pensé que me la debía. Por haberme “acariciado” y por saber esto y hacerse el que no.
_ ¿Sabias de esto?...
Él se alzó de hombros.
_ Alis, me llamó…
Le miré de mala manera.
_ ¿Por qué no me lo dijiste?...
_ Pues porque era una sorpresa… no debiste golpearme… -dijo sin dejar de reír-. Yo te cubrí en la fiesta…
_ ¿Qué pasó allí?...
_ Mejor no pienses en eso ahora… pásala bien, que mañana será otro día… -dijo guiñándome un ojo-.
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En cuanto caminé a la mesa, me senté al lado de Edward, la música sonaba, yo solo atiné a por debajo de la mesa, buscar la mano de Edward y tomarla, él entrelazó sus dedos a los míos, y ambos nos miramos a los ojos.
_ ¿Cómo te sientes?... -me susurró-.
_ Feliz… -sonreí-. No te imaginas lo feliz que me has hecho con todo esto… es que si quiera puedo creérmelo…
_ Todos hemos cooperado con algo… -dijo sonriéndome, hablábamos entre nosotros-. Alice la decoración del local, se ha echado el día entero acá, mamá la comida y el biscocho, Rosalie… -sonrió-. Te juro que no la amenacé… -yo reí con ganas-. Jasper… bueno, a él si tuve que amenazarlo, pero igual, prometió comportarse y así sucesivamente.
_ ¿Invitaste a Jake?... -dije con dudas-.
_ Hace unas horas me arrepentí de eso… -dijo poniéndose serio-.
Yo sonriéndome me acerqué a su oído para susúrrale-.
_ ¿Sabes que a quien quiero es a ti, verdad?... -cuando dije aquellas palabras noté que su agarre en mis dedos se intensificó-. Es contigo con el quiero estar… son tus manos las que quiero que me acaricien…
Noté que apretó más fuerte mi mano y yo me aparté de su oído. Para mirarle, ví que estaba mirando para la mesa y que cuando levantó su rostro, fue directo para mirarme a los míos, y mieeeerdddaaaa, sus ojos estaban algo oscurecidos, mi entrepierna se contrajo un poco y cerré mis piernas fuertemente.
_ Com-por-ta-te… -dijo en mímicas y yo solo moví la cabeza positivamente, sabiendo que llevaba razón, si jugaba con fuego, terminaría quemándome, él volvió a mirar a la mesa y yo recosté mi espalda de la silla, para tranquilizarme un poco-.
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¿Qué decir De mi fiesta?... mejor no podía hacer, cenamos, escuchamos música, y comimos pastel. Todos estábamos sentamos en la misma mesa. Alice estaba a mi lado y del lado de ella estaba Jake. Edward estaba a mi otro lado, Jasper se había sentado al otro extremo de la mesa. Noté que ni hablaba solo tomaba de su vaso, Rosalie y Emmet hablaban entre ellos. Pero llegamos a un punto que hicimos una sola conversación. Comenzamos a bailar. Bailé con todos, menos con Jasper, quien estaba algo tenso en su silla, solo tomaba y hablaba cuando alguien le hacia una pregunta directa. Las horas estaban pasando. Y en una ocasión, nos juntamos Rosalie (quien ya me caía bien), Alice y yo. Las tres hablábamos de muchas cosas, no bebí ni una sola gota de alcohol. No quería terminar la noche borracha. Me fijé que Emmet y Edward estaban sentados uno al lado de otro y aunque ambos bebían, noté que hablaban entre ellos. Jasper luego se le unió y fue allí que lo veía sonreír por primera vez en toda la noche. Nana se había acercado a Esme y a Carlisle. Y Jake, no tardó en unirse al grupo de los chicos.
_ Arrogante, estúpido mala leche… -susurró Alice y Rosalie y yo la miramos con duda, ambas seguro nos hacíamos la misma pregunta, ¿con quien estaba hablando esta?... o mejor dicho ¿a quien se refería?...-.
_ ¿Alice?... -dije llamando su atención, ella nos miró y al ver que ambas la habíamos escuchado, sacó una sonrisita de apuros-.
_ Ups…
_ ¿Quién es ese?... -dijo Rosalie con una sonrisita burlona-.
_ Tu hermano… -soltó Alice sin mas, yo la miré con duda al pensar que no la había visto tomar alcohol. Rosalie se echó a reír-.
_ Llevas razón en eso… -dijo ella y ambas se echaron a reír-.
_ Mierda, mierda, mierda… -dijo Rosalie mirando a un punto en específico del local, su mirada fue de un asombro increíble, yo de manera inmediata seguí la mirada de Rosalie, y mi corazón se detuvo por unos segundos, para luego empezar a latir fuertemente, mis ojos se abrieron con asombro-.
_ Waoooaww… -susurró Alice-. ¿Edward toca la guitarra?...
Lo vi sentándose en una silla, que estaba colocada en el centro de la tarima, al mismo tiempo que se ponía la correa de la guitarra y la acomodaba en sus piernas. Se había quitado la chaqueta, y la corbata, y se había remangado las mangas de la camisa hasta los codos. Yo me quedé en estado de shock.
_ Edward también toca el piano… -dijo Rosalie, y noté cierto orgullo en su tono de voz-.
Edward miraba concentrado las cuerdas de la guitarra, y luego levantó la vista, mirándome fijamente a mí. Me sonrió de manera ladeada, provocando una maldita revolución en mi interior. Su mirada era tan penetrante, que sentí que iba a colapsar. No me podía estar haciendo esto, me iba a evidenciar delante de todos allí.
_ No-lo-puedo-creer… -dijo Alice emocionada-. Te va a cantar bella…
Edward seguía mirándome y yo tragando saliva. Lo ví mojarse los labios y tomar aire profundamente por la boca, para votarlo por la nariz, y sus dedos comenzaron a acariciar las cuerdas, haciendo que un sonido hermoso se escuchara en todo el local. El ritmo lo conocía. Pero cuando escuché su voz aterciopelada cantando la letra de aquella canción, juro que perdí el lazo con la tierra, eran solo nuestros ojos mirándose fijamente. Mientras él cantaba aquella canción con puro sentimiento. (Espero que puedan imaginarse la escena) (Pueden escuchar la canción del grupo Camila, “coleccionista de canciones”)
Tu, coleccionista de canciones…dame razones, para vivir.
Tu la dueña de mis sueños…quédate en ellos y hazme sentir.
Y así… en tu misterio poder descubrir…el sentimiento eterno.
Tu con la luna en la cabeza…el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir.
Tan solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo amor
Mientras escuchaba la su voz melodiosa, las cuerdas siendo tocadas por sus hermosos dedos y su mirada fijamente en mí, sentía que mi corazón le pertenecía por completo a Edward. Mi vida, jamás sería lo mismo sin él. Escuchaba el murmullo a mi lado, y sin darme cuenta sentí algo salado llegar a mis labios, eran lágrimas que caían, pero lagrimas de felicidad. Él continuó con la música.
Tu, coleccionista de canciones…mil emociones son para ti
tu lo que soñé mi vida entera… quédate en ella
y hazme sentir y así ir transformando la magia de ti en un respiro del alma
Tu con la luna en la cabeza…el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir
Tan solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo
Ya no queda mas espacio en mi interior…haz llenado con tu luz cada rincón
es por ti que con el tiempo mi alma siente diferente
Solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
Y sin darme cuenta mis piernas tomaron vida propia. Sabía que estábamos en una burbuja personal, en donde allí no había nadie más que él y yo. Y eso era suficiente para mí. Mis pies se detuvieron cuando llegué justo al frente en donde él estaba tocando la guitarra. Terminó su último fragmento con una sonrisa. Esa que tanto me gustaba. Me sentía en las nubes, como si estuviera drogada.
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo amor…
Lo vi, quitarse la correa de la guitarra por encima de la cabeza, sin apartar su mirada de la mía, yo sentía que no podía moverme. Él frunció el seño, mientras dejaba la guitarra en la silla, no se si era yo, pero había un silencio engrandecido. Lo ví bajar los dos escaloncitos de la tarima y acercarse a mí, con suma preocupación. Se coló a mi frente, mientras que sus manos fueron a mis mejillas, tratando de con sus dedos, desaparecer mis lagrimas, las cuales caían sin cesar.
_ Bella… -me susurró con preocupación-. ¿Qué rayos te pasa, amor?...
Subí mi mano para acariciar su mejilla y él me dejó, cuando mi dedo índice acarició su labio con delicadeza, lo sentí tensarse y mirar por encima de mis hombros. A donde suponía debían estar los demás. Lentamente me tomó de la mano y con sutileza la retiró de sus labios, y yo no quería que me aparatara, no me importaba nada.
_ Por favor… -le supliqué mirándole a los ojos, mientras sentía que me estaba comportando como una niña inmadura-. No me niegues esto… quiero besarte…
Lo ví abrir los ojos como platos.
_ ¿Qué?... -susurró preocupado, yo me puse una mano en la boca para no dejar salir un sollozo, la verdad no entendía que me pasaba, sentía un sin números de emociones, que sentía que me estaban superando. Tal vez era muy rápido, pero no solo sentía que estaba enamorada de Edward, si no que también lo amaba con todo mi ser. Porque lo digo y lo siento, mi vida ya no tenía sentido sin él-.
_ Que quiero que me beses, Edward… -dije en un sollozo silencioso, solo nosotros dos nos escuchábamos, sabía que si los demás, nos estaban viendo, no podían escucharnos-.
_ Bella…
_ Te quiero… -le solté-. Te quiero, Edward… y… -dije mientras ví que frunció el seño fuertemente mientras llevaba su mano a mi mejilla, mientras la iba arrastrando hasta llevarla a mi nuca, ambos nos mirábamos a los ojos, mientras yo le hablaba-. Necesito que mi vida sea normal… eres la única persona que puede darme lo que quiero y necesi…
Todo fue tan de pronto, Edward interrumpió mi oración, haciendo presión con su mano en mi nuca y acercando mi cara a la de él, inclinó su cabeza y besó mis labios.
Yo de manera inmediata agarre su nuca, enredando mis dedos en su pelo y abriendo la boca para darle paso a su lengua. Nuestros labios se encontraron y se movían suavemente, pero a la vez, nos besábamos de manera necesitada. Edward abría su boca abarcando la mía, metiendo su lengua en mi boca, hasta enredarla con la mía, yo le respondía de igual forma. Sus labios rozaban, acariciaban, besaban y disfrutaban de los míos, yo con mi lengua, también traté de seguir su ritmo y profundizar cuanto mas podía el beso. Los labios de Edward, eran tan embriagantes, su lengua tan suave y su saliva tan dulce, que de no ser porque necesitábamos aire, no pararía de besarlo jamás. Antes de separarme para tomar aire, traté de memorar aquel beso que nos estábamos dando. No aguantaba las sensaciones que se arremolinaban en todo mi cuerpo…
CONTINUARÁ...
Lamentablemente debía cortar el capitulo, es que me estaba quedando demasiado laaargo, espero que no les haya fastidiado lo extenso. Igualmente GRACIAS por continuar leyendo la historia. Besotes y abrazos. Un agradecimiento especial a Bera Lucy, Antarez, Vale, KutisHN. GRACIAS POR SUS TAN LINDOS COMENTARIOS, BESOS Y ABRAZOS...
NOTA: KutisHn, dios linda, me hiciste sentir malisimo por el hecho de saber que esperas mis adelantos, te juro que he buscado todas las formas de enviartelo, es solo que tu cuenta de FF, no me da la opcion de enviarte un MP, te juro que lo intento todas las semanas. si tienes un correo electrino, me lo puedes enviar y yo con mucho gusto y felicidad te responderé tus comentarios y te enviaré tus adelantos. BESOTES LINDA. espero tu respuesta...
Hay que matarte no hay duda, el final me mato, quedo muy bien. Me dejaste re espectante. Espero que la continues pronto y por mi no hay problema si haces largos los cap. a mi me gusta leer con lo que para mi esta bien. Jasper me mata con las caras que le hace a Edward jaja y Jacob se pasa como siempre. Pobre Edward los celos lo matan, pero ahora como queda todo? El enfrentamiento con la familia no creo que sea brutal, sino más suave que con lo que sera con Rene. Pero Emmet y Jacob la van a pasar mal, me parece que Carlisle y Esme van a estar felices. Bue no me quiero alargar mucho. Muy bien, felicidades y segui asi, besoo Vale
ResponderEliminarayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy ME ENCANTO , ME ENCANTO LA VERDAD POR K SIEMPRE ME DEJAS ASÍ K MALA ERES DE VERDAD ESTUVO BUENO POR FAVOR APRESÚRATE A ESCRIBIR JAJJAJAAJA CADA DÍA MEJOR O MEJOR DICHO CADA CAPITULO MEJOR AUN K ANTERIOR PERO BUENO YA DEJO DE ECHARTE MI CHORO Y MEJOR ME DESPIDO ESPERO EL PRÓXIMO CAPITULO CON ANSIAS JAJAJA
ResponderEliminarP.D. APURATEEEEEEEE JAJAJAJA ES EN SERIO JAJA