LA HIJA DEL PRESIDENTE

viernes, 27 de enero de 2012

CAPITULO XXIII.


CELEBRANDO MIS 18 AÑOS
II PARTE.

Edward Pov.

Sus dedos se sentían aferrados en mi nuca, mientras eran suavemente movidos, acariciando mi cuero cabelludo. La sensación me estaba matando. Si no hubiera sido porque sentía que necesitaba aire, no la hubiese dejado de besar jamás. Nuestros labios fueron separándose lentamente, y mi mano iba soltando delicadamente el agarre de su cadera. Sin duda alguna, después de esta noche, me quedaba muy bien claro, el hecho de que había desaparecido el hombre fuerte, y seguro de si mismo, que había en mi, antes de conocer a Isabella, ya que esta niña se había convertido en mi pura debilidad, no había cosa que ella pidiera, que si estaba en mis manos, yo no se la diera. Cuando nos separamos, pude sentir su respiración sumamente agitada, ambos fuimos abriendo los ojos lentamente, casi al mismo tiempo, pero al sentir aquel agarre brusco en mi hombro, el cual me giró, no me percaté de nada, solo sé que sentí un tremendo puñetazo en mi boca. ¡Rayos!. No se si fue el hecho de no esperármelo, o si solo se debía, a que aún no me había recuperado del aturdimiento del beso con bella, solo se que mi boca recibió el golpe de lleno y mi cuerpo se fue para atrás, haciéndome caer en el suelo. Los gritos se escucharon al mismo tiempo que recibía el golpe.

_ ¡¡¡Emmett, noooo!!! -gritó Rosalie-.
_ ¡¡¡Edwaaaard!!! -Grito Bella desesperada-.
 
Yo miré aturdido el suelo, el cual en ese momento estaba bastante cerca de mi rostro, mientras saboreaba el sabor a sangre en mi boca. Alguien se agachó a mi lado.

_ Edward, perdón, perdón… -decía Bella, y yo frunciendo el seño levanté el rostro para ver la escena-.

Emmet estaba forcejeando para salir del agarre de Jasper y Jacob. Los cuales a ambos lados lo sostenían por los brazos. Papá y mamá estaban también a su lado. La señora Cope, Rosalie y Alice estaban paradas mirándome con sorpresa, la cara de todos era de desconcierto y asombro. Y Bella, ella era quien estaba a mi lado agachada. Preferí no mirarla. Ya que mi mirada estaba fija en Emmet, quien estaba sumamente molesto.

_ ¡¡¡¿Cómo te atreves?!!!... -gritaba, yo me llevé lentamente la mano al golpe en mi boca, tratando de disimular que dolía más que el diablo-. ¡Eres un imbécil!...

Yo lo fulminé con la mirada, mientras tomé a Bella de la mano y lentamente me puse de pies, ayudándola a ella a hacer lo mismo, sentí que Bella aferró fuertemente nuestros dedos, aún no la miraba a la cara. Es que me estaba colerizando, ¿Qué mierda se estaba creyendo Emmet para arruinar la noche que le había preparado a Bella?.

_ Métete en tus asuntos… -le gruñí entre dientes, y eso si que molestó a Emmet, lo conocía y sabía perfectamente que si se soltaba de aquel agarre, se iba a armar una muy fuerte-.
_ Isabella es ¡mi asunto!... -gritó él-. ¡Ella también es mi maldita responsabilidad!... ¡¿Qué mierdas te estas pensando?... pensé que ya lo habíamos hablado!...
_ No. Me. Importa. Lo. Que pienses, Em… -dije demasiado lento, la verdad solo trataba de no perder el control-. Soy adulto y asumo mis responsabilidades… -dije y noté que eso descolocó por unos largos segundos a Emmet, quien hasta dejó de forcejear para zafarse, ambos nos miramos directamente a los ojos-.
_ ¿Qué estas tratando de insinuar?... -dijo desconcertado-.
_ Que te guste o no, no está en tus manos separarme de Isabella… -dije mirándolo fijamente a los ojos-. “estoy enamorado de ella”…

Cuando lo solté, todo se escuchó al mismo tiempo. Bella soltó mi mano, se escucharon los jadeos de Alice y la risita de Rosalie, mamá sonrió ampliamente y Carlisle me miraba serio. La señora Cope, no lucia sorprendida. No me fije en el rostro de Jasper y Jacob, ya que Emmet luego de asimilar mis palabras, se le metió el mismísimo diablo, haciendo que los chicos fortalecieran mas su agarre, yo ya que estaba suelto de Bella, me preparé mentalmente, por si tenía que defenderme. Emmet, como energúmeno, comenzó a gritar sandeces.

_ ¡¡¡¡MALDITO INFELIZ, ERES UN BRUTOOO… ¿Cómo se te ocurre decir eso?... cuando te asigné su custodio, era para que la cuidaras y protegieras, no para que la sedujeras, eres un maldito bastardo, cuando te agarre voy a acabar contigo, te voy a enseñar lo que es RESPETAR!!!!...
_ ¡Emmet!... -escuché el sollozo de Bella a mi lado y yo me giré a mirarla, ella miraba a mi hermano, su ceño estaba fruncido, Emmet no pareció escucharlo, ya que continuó diciendo las peores palabras del mundo, Emmet me miraba fijamente a mí-.
_ ¡Te advertí que te alejaras de ella, que crees que estas haciendo, maldita sea, no eres mas que un estúpido que está poniendo su carrera en juego, ¿no era esto lo que soñabas ser?... estas echando todos tus sueños y tus esfuerzos por la maldita borda… -mis puños se cerraron fuertemente, si Emmet no se callaba, juro por dios, que lo iba a ser mi puño-. ¡Ellas es trabajo, por dios… como pudiste involucrarte sentimentalmente con la Hija del Presidente!...
_ ¡Basta!... -gritó Bella de manera desesperante, yo le miré y noté que estaba llorando-.
_ ¡Bella, por dios, no le vayas hacer caso!... -le dije en un susurro y noté que ella se estaba estremeciendo, se abrazó ella misma, mientras miraba fijamente a Emmet-.
_ No puedo creer lo que estoy escuchando… -ella susurró y noté que Emmet cerró fuertemente los ojos-. ¿Es eso lo que significo para ti?... ¿Solo Trabajo?...
_ Bella no… -dijo Emmet pero ella lo interrumpió gritándole-.
_ ¡No me interesa!... si para ti solo soy “trabajo”… ¡¿Qué rayos haces aquí?!...
_ ¡Mierda!... -dijo Emmet furioso, miró a Jasper y a Jacob molesto-. Pueden soltarme… -dijo y supe por su tono que yo tenía intenciones de golpearme, Jasper que también lo conocía bastante bien, lo soltó, Jacob también lo soltó, Emmet dio un paso hacia Bella, pero yo de manera inmediata lo dí también, pero poniéndome un paso al frente de ella, Emmet me miró por un segundo y luego miró a Bella, quien seguía llorando-. Sabes que no es lo que trato de decir… sabes mas que nadie, que me importas demasiado… solo trato de hacerle entender a este imbécil, que lo que esta haciendo…

Yo no lo dejé terminar.
_ ¡Mierda, cierra la maldita boca!... -le grité súper molesto y allí fue que intervino Carlisle, como padre-.
_ ¡Cierren la boca los dos!... –gritó colocándose en medio de nosotros dos-. ¿Es esto lo que les he enseñado?... ¿Cómo son capaces de enfrentarse de esta manera?... ¡ambos son adultos, así que compórtense como tal!....
_ Permiso… Rosalie… -susurró bella y yo de inmediato me giré a mirarla, y dios, allí estaba ese rostro que tanto odiaba ver, aquella niña vulnerable, descompuesta y triste, ella miraba a Rosalie-. ¿Dónde está el baño?...
_ A la esquina, al doblar… -dijo Rosalie y Bella salió corriendo de allí, yo iba a iniciar mi paso, para seguirla, cuando escuché la voz de Alice-.
_ No, Edward… déjala, yo voy con ella… -yo miré a Alice y moví la cabeza positivamente, Alice corrió hacia la misma dirección por la que se había ido bella-.

Yo cerré fuertemente los ojos, sentí que alguien me tomó de la mano. Cuando miré era mamá quien me miraba con preocupación, yo fruncí el seño furioso. Todo mi esfuerzo de hacerle la noche especial a Bella, se había ido a la mismísima mierda. Fulminé a Emmet con la mirada, y aunque por su rostro sabía que estaba arrepentido de sus palabras, no me callé. Por mí que se sienta como la mierda.

_ ¿Satisfecho?... -le dije-.
_ Ed-ward… -la voz de papá fue de advertencia. Pero a mí, no me importaba, si Emmet quería pelea la iba a tener-.
_ ¿Ese era tu maldito cometido?... ¿Hacer que Bella se sintiera como siempre lo hace?...

Emmet miró para el suelo pensativo.
_ Hice mi mayor esfuerzo, para que esta noche fuera especial para ella, para sacarla de esa jaula de cristal llena de arpías que la rodean… para solo ver una sonrisa en sus labios, y tú, lo has jodido todo… -tragué en seco y continué, mis manos estaban vuelta puños-. ¿Y Sabes algo Emmet…? lo que pienses me vale una mierda… porque hagas lo que hagas, no pienso alejarme de Bella… si Bella me quiere a su lado, me tendrá…

Emmet me miró y yo lo enfrenté con la mirada.
_ Ella no sabe lo que quiere… es una niña…
_ Lo sabe perfectamente… -dije convencido de lo que decía -. Ella me quiere a mi… me lo ha demostrado con el cambio que ha tenido desde que la conocí… y si tu no has visto su cambio, yo si… y no pienso renunciar a ella, ni por ti, ni por el presidente, ni por nadie…
_ Edward… -dijo Emmet y yo lo interrumpí de nuevo-.
_ Tranquilo… te voy a evitar el trabajo… “renuncio”….
_ ¡Edward!... -gritaron papá y mamá al unísono-.
_ No me interesa el puesto… has con él lo que se te pegue la gana…

Dije y al ver que Emmet me miraba fijamente, y que no iba a decir nada, me giré y me dirigí lentamente al baño. Necesitaba ver a Bella. Al doblar la esquina, divisé de inmediato las puertas de los baños, me puse frente al de damas y poniendo mis nudillos en ellos llamé con cuidado. Toqué algo impaciente, al ver que nadie respondía a mi llamado. Iba a gritar, cuando escuché el cerrojo de la puerta. Ví a Alice asomar la cabeza. Su cara era de suma preocupación, al verme una sonrisa forzada se dibujó en sus labios.

_ ¿Y Bella?... -le dije, ella solo abrió la puerta por completo, dándome espacio para que yo cruzara. Pude ver de donde estaba, a Bella sentada en uno de los banquitos del baño.
Ella estaba sentada mirando hacia el piso, yo entré al baño. Escuché la voz de Alice, y no le presté atención.
_ Estaré fuera…

Yo al llegar a donde Bella, me acuclillé frente a ella, y al estar debajo, pude ver que seguía llorando. Lo hacia en silencio, si no fuera por las lagrimas que salían de sus ojos, no había forma de darse cuenta de que estaba llorando, ya que estaba en silencio, como ausente.

_ Lo siento… -le susurré, mientras llevaba mi mano a su rodilla, y la acariciaba suavemente, ella no me miró, no me habló, no se movió, yo tragué en seco-. Juro que solo trataba de hacerte la noche agradable… siento haberlo arruinado todo…

Ví como ella me miró de golpe. Estaba asombrada, lagrimas negras rodaban por sus mejillas. Yo traté de retirárselas con las yemas de mis dedos. Lo hice delicadamente. Ella me miraba fijamente a los ojos.

_ No, Edward… no tienes que disculparte, si esta noche ha sido increíble, y solo te lo debo a ti… -la miraba fijamente a los ojos, ella me hablaba en un susurro, me dolía ver la tristeza en sus ojos-. Es solo que… -calló de golpe y evadió mi mirada, yo de manera inmediata puse mi mano en su barbilla, girándole el rostro para que me mirara, nuestros ojos se engancharon-.
_ ¿Qué?... -le pedí que continuara-.
_ Siento que… estoy siendo egoísta… -dijo mientras una lagrima salió de su rostro, pero esta vez fue ella quien de manera inmediata se la retiró-. No debería permitir que arriesgues todo tus sueños, tus esfuerzos, tu trabajo… por mí… Emmet tiene razón… -la dejé continuar, mientras notaba el esfuerzo que ella estaba haciendo para soltar aquellas palabras-. Lo nuestro puede traerte fuertes consecuencias para tí…
_ Isabella… -dije y ella me miró, yo fruncí el seño-. Se lo dije a Emmet y ahora te lo digo a ti… No me importa nada ni nadie… -noté que su respiración se detuvo-. Solo me importa esto que estoy sintiendo por ti… -tragué en seco y continué-. Me veo con la necesidad de sacarte de esta vida a la que perteneces… no soporto verte llorar, no soporto verte infeliz… daría mi vida si fuera necesario, solo por que no pararas de sonreír… Te quiero… y es lo único que me importa en este momento…
_ ¿Me quieres?... -dijo ella sonriendo de aquella manera que me desarmaba por completo, yo no pude evitar devolverle la sonrisa, es que era un acto reflejo, verla sonreír era lo que necesitaba para yo poder ser feliz-.
_ Demasiado diría yo…
_ Yo también te quiero, Edward… es que desde que te conocí mi vida no es la misma… ahora si tiene sentido…
_ Ven acá, Por favor… -dije interrumpiéndola, mientras llevaba una mano a su nuca y la inclinaba hacia mí, para poder besarla-.

Toqué sus labios, suavemente, dándole un beso delicado, suave, ella me lo respondió.
_ Te quiero… -le susurré sobre sus labios, y ella abrió mas sus labios, entrando su delicada y dulce lengua a mi boca, Bella era mi perdición, sentí como mi cuerpo se iba liberando de la tensión que había creado hace un momento, mientras la lengua de Bella se movía acariciando la mía. Sus labios eran adictivos, su saliva exquisita, ella introdujo sus dedos en mi nuca y yo, que hasta el momento, estaba acuclillado, me fui poniendo de pies, sin dejar de besarla. Nos vimos parados y yo, fui terminando el beso, dándole pequeños besos de tocadas sobre sus labios. Luego la acerqué a mi cuerpo, y nos fundimos en un profundo abrazo. El olor de su pelo me embriagó por completo. El olor de su cuello, estaba provocando que una nueva ansiedad se instalara en mi cuerpo-.

Una garganta se aclaró y ambos nos apartamos, para mirar dirección a la puerta del baño, en la cual, se encontraba parado Emmet. Él nos miraba fijamente a ambos y yo, tomé a Bella de la mano, entrelazando nuestros dedos.

_ Bella… -dijo él, mirando un segundo nuestras manos entrelazadas y luego mirándola a ella-. ¿Podemos hablar un momento?... “a solas”… -dijo, mientras me miraba a mí, yo le retiré la mirada de manera brusca y miré a Bella, quien con un movimiento apenas visible movió la cabeza positivamente, yo la solté y besé su coronilla delicadamente-.
_ Estaré afuera…

Me separé de ella y al pasar por al lado de Emmet, choqué su hombro bruscamente, lo escuché bufar. Salí del baño y antes de cerrar la puerta noté en el fondo del pasillo a Alice y a Jasper, los cuales estaban conversando. Yo cerré la puerta del baño y ellos estaban tan concentrados hablando que ni se percataron de que me estaba acercando a ellos. Fruncí el seño, al llegar a la distancia suficiente para escuchar lo que estaban hablando, el tono de voz de Alice era burlón y hasta algo sínico.

_ Pobrecito… -dijo ella mirándole fijamente, Jasper parecía bastante tenso, ¿y estos dos desde cuando se hablaban?-. ¿Quién te ha dicho que me interesa que me demuestres lo contrario?... que pendejo estas “Whitlock”…
_ Se que te gustaría… no seas hipócrita, Alice…
_ “Brandon”… prefiero que me llames así… -al escuchar eso, una sonrisa se dibujó en mis labios-. Y no…. No estoy siendo hipócrita… es solo que no has sido el mejor polvo que he tenido…

Yo abrí los ojos como platos, al escuchar eso, mientras me atragantaba con mi propia saliva, no pude evitar toser, al ahogarme, ellos se giraron hacia mí, Alice roja, Jasper blanco. Yo hice como que no había escuchado nada. Me dirían de todo, por escuchar conversaciones ajenas.

_ ¿Edward?... -dijo Alice acercándose a mí rápidamente, ahora su rostro era de preocupación-. ¿Y bella?...

Yo tomé aire para continuar, aun no asimilaba lo que acaba de escuchar.
_ Está adentro con Emmet… -me fijé a través del hombro de Alice, a Jasper, quien detrás algo apartado, me miraba fijamente, yo fruncí el seño, imagino que con la interrogante reflejada en mi rostro-. Están hablando…
_ Que bien… ojala que resuelvan sus diferencias… -dijo Alice pensativa-. Bella adora a Emmet… -yo la miré a ella-.
_ Bueno… este que está aquí se va…

Dijo Jacob y todos nos giramos a mirarlo. Este me fulminó fuertemente con la mirada. Yo se la mantuve.
_ ¿Dónde esta Isabella?... -me preguntó entre dientes-.
_ Está hablando con Emmet… -dijo Alice, al ver que mis intenciones no eran contestarle, Jacob miró a Alice-.
_ Dile que mañana pasaré por la Casa Blanca… Necesito hablar con ella… me llevaré a la señora Cope… al parecer la vieja está decompuesta…
_ Jake… -dijo Alice y ambos se sonrieron, Jasper y yo estábamos serios y derechitos, en cambio Alice y Jacob parecían algo cómplices-. Bueno, adiós…

Ví que Alice en unos saltitos cómodos se acercó a Jacob y mientras ambos se sonreían se abrazaron, en una despedida. Jasper y Yo estábamos algo apartados, para saber que le comentó Jacob En el oído, Alice sonrió como niña y él llevó su mano a la cintura de ella y la acarició. MALDITO PERRO INFELIZ… ¿acaso disfrutaba aprovecharse de las chicas?... Alice pareció desentendida y sonriéndose le dio un beso en la comisura de los labios. La sonrisa de Jacob fue inmensa.
_ Cuídate… -le escuché decir-. Y dile a Bella que voy a visitarla mañana…
_ Bye… -dijo Alice y Jacob se fue sin despedirse de nadie más, Alice se giró y se acercó a mí-.

La puerta se abrió en ese momento, dejándonos ver a Bella y a Emmet salir, Emmet lucia bastante relajado y Bella mucho mas tranquila. Ella me miró y me sonrió.

_ Dios… -dijo Alice con tono preocupado, mientras rápidamente se acercaba a Bella y la tomaba de la mano-. Has arruinado tu maquillaje… -la llevó de vuelta al baño, dejándonos en el inmenso pasillo a Emmet, a Jasper y a mí-.

Los tres estábamos bastante distanciados. Yo miré de reojo a Emmet, quien me miraba con los brazos cruzados.

_ ¿Entonces… con que dispuesto a renunciar al puesto?...
_ Jodete… -dije entre dientes y al escuchar que Emmet se echó a reír, fruncí el seño-. ¿Qué mierda te es tan gracioso ahora?...
_ Mira Edward… ya lo dijiste… eres adulto y sabes lo que haces… solo te voy a decir algo y es que… espero que tus decisiones solo te arrastren a ti… Bella es como la hermanita que no tengo y ella parece mi enganchada contigo… si he notado que ha cambiado y gracias a dios es para bien… lo que no entiendo es que tú… estés dispuesto a echarlo todo por la basura…
_ Emmet… -dije ya aburrido de repetir lo mismo-. Ya lo he dicho… no te metas en esto…
_ Puedes conservar el trabajo… hasta que toda esta mierda explote…
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Bella Pov.

Era arrastrada por Alice de nuevo al baño. Ella cerró la puerta detrás de nosotros. Y me empujó hasta el banquillo, en donde ella misma me sentó. La vi revoletear en el baño, hasta tener un papel en la mano, mojarlo y acercarse a mí, para con el papel húmedo, limpiar mis mejillas, parecía algo tensa. Yo la miraba con duda.

_ ¿Qué pasa?... -dije entre dientes-.
_ Has dañado tu maquillaje, Bella, a veces eres tan descuidada… -dijo y yo la miré con incredulidad-.
_ ¿Qué pasa, ali?... te conozco bien y se que estas algo nerviosa…

Ella sin dejar de limpiar el maquillaje que se me había corrido con las lágrimas, de manera minuciosa, me respondió.

_ Edward… Edward escuchó una conversación entre Jasper y yo…
_ ¿Yyyyyy?... -dije yo arrastrando la “y” para que continuara-.
_ Y… ¡nada!... -dijo apartándose de mi y mirándome enfadada-. Que el imbécil de Jasper me estaba haciendo una proposición indecorosa…

Yo me sonreí, aquello me divertía.

_ ¿Gracioso, no?... -dijo ella con sarcasmo, yo puse cara de disculpa-.
_ Lo siento, alis, es que no le veo el problema…
_ El maldito problema radica en que si Edward no nos hubiera interrumpido, yo… hubiera aceptado…

Yo reí con ganas.
_ Dios! Tenía entendido que no te gustaba la maquinaria de Jasper… ¿no era que solo te traía malos recuerdos?... ¿recuerdos que te hacían tener nauseas de ti misma?...
_ Eres mala amiga, ¿lo sabias?... -dijo Alice bastante seria, yo solo no podía borrar la sonrisa de mi rostro-. Si la causa de que no lo soporto, es solo porque me encanta demasiado, si tan solo no fuera tan patético… mejor cambiemos de tema y háblame de ti… ¿Qué te dijo Emmet?...

Yo me sonreí.
_ Me pidió disculpas… y… le dije lo que estaba sintiendo por Edward, se que no está de acuerdo, pero lo convencí de que lo que llevo con él me hace tan bien… no se… -dije sin saber, Emmet aun seguía algo tenso con el asunto, Alice me sonrió-.
_ Edward está muerto por ti, amiga… -yo sonreí-.
_ Yo también muero por él…
_ Hacen tan linda pareja, lo de ustedes es tan hermoso… espero que todo vaya bien… y como lo prometido es deuda… vamos a planear el fin de la noche…

Yo la miré con duda.
_ ¿En serio sigue en pie?...
_ Por supuesto… solo habría que ver si aun quieres tirártelo…

Mi corazón se agitó rápidamente.
_ Muero por hacerlo… -dije en un suspiro, Alice me miró con una sonrisa enorme-.
_ Pues el plan es el siguiente… -la vi llevarse la mano a la barbilla pensativa y luego de unos 10 segundos me miró-. ¡Listo!... tú solo encárgate de llevar contigo mi regalo, que estará ubicado en el asiento trasero del auto de Edward… no lo vayas a dejar allí… que yo me encargaré de lo demás…
_ ¿Segura?...
_ 100%... ahora vamos a salir de aquí que la fiesta continúa…
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Cuando salimos del baño, yo con la duda reflejada en mi rostro, vimos a Edward parado solo, recostado de la pared, él nos estaba esperando. Yo le sonreí y él me devolvió la sonrisa de vuelta. Los tres salimos al salón, y allí me encontré con que Jacob y nana ya no se encontraban y que en ese preciso momento los padres de Edward se estaban despidiendo. Cuando Esme me vio, me sonrió de una manera amplia y tan acogedora. Ella se acercó a Edward y a mí y se despidió alegando que ella y Carlisle tenían que marcharse debido a que viajarían de madrugada a Chicago a ver a los padres de Esme los cuales viajarían a Londres y ellos querían despedirse. La sonrisa y el abrazo que Esme me dio, fue tan protector y acogedor, que me sentí muy bien, era el abrazo que añoraba algún día, recibir de los brazos de mi madre. Carlisle en cambio, me dio un fuerte abrazo y me regaló una sonrisa, a pesar que no se le vio algún malestar conmigo, noté que estaba un poco preocupado, e inclusive jaló a Edward a un lado antes de marcharse, junto con su esposa. Una vez allí, solo Jasper, Alice, Emmet, Rose, Edward y yo, nos sentamos en una mesa y empezamos a conversar, mientras tomábamos. Yo me mantuve con el mismo vaso de bebida. No quería emborracharme en lo absoluto. Jasper estaba serio y tomando algo más de lo normal, al menos noté que él mismo rellenaba frecuentemente su vaso. En una ocasión, Rosalie y Alice se ofrecieron a llevar los regalos al volvo de Edward, como no quisieron que las ayudara, yo me quedé sentada en la mesa, al lado de Edward, a quien no le solté la mano, debajo de la mesa, ni por un segundo.
Me sentía en la gloria, tan solo por el hecho de verlo conversar con sus amigos, algo relajado, mientras tomaba de su vaso y no dejaba de acariciar por ningún motivo mi mano. Las cuales estaban entrelazadas debajo de la mesa. La acariciaba con su dedo pulgar, en ocasiones afianzaba mas su agarre. Yo debía parecer una boba, mientras lo miraba.
Edward de vez en cuando me tiraba ciertas miradas que me deslumbraban. Dios, Edward era tan hermoso. Luego de varios minutos, las chicas se incluyeron de nuevo a la mesa. Y seguimos conversando. Todo estaba tan bien, hasta que Edward trató de incluirme en la conversación.

_ ¿No estas cansada?... -dijo mirándome a los ojos, todos presenciaron el intercambio entre nosotros, miró su reloj-. Van a ser las doce… -miró a Alice-. Aún debo llevarte a casa de Alice…

Yo dejé de respirar mientras me decía internamente “no, no, no, no”…
_ Estoy bien… -dije entre dientes-. Aún es temprano…
_ Hummm… -dijo Alice, haciendo que todos la miráramos, ella tenía cara de duda, Rosalie se sonreía un poco-. Rayos!!!... -dijo con pesar-. Tenia una cita con James… tendré que cancelarla, Bells, no recordaba que ibas a pasar la noche conmigo…
_ ¿No te cansas de balbucear lo mismo?... -dijo Jasper y todos giráramos a mirarlo, la cara de él era de asco, y enojo, yo abrí los ojos como platos-.
_ Me-te-te en tus asuntos, querido… -dijo Alice con sorna-. No tengo la culpa que andes husmeando conversaciones ajenas…

Estos dos se enfrentaron con la mirada y yo, me llevé la mano a la cabeza, al ver, que iban a evidenciarse frente a todos.     

_ No eres más que una ofrecida… -escupió Jasper y yo preferí pensar que estaba demasiado tomado-.
_ ¿Lamentas que no me haya ofrecido para ti?...

Yo me tapé la boca, mientras le daba un zapatazo a Alice por debajo de la mesa, esta no pareció notarlo, solo fulminaba con la mirada a Jasper. Yo quise morirme ante la respuesta de Jasper.

_ Tal vez, si lamento que no te me hayas ofrecido por tercera vez…

Todo lo ocurrido fue tan precipitadamente que apenas llegué a reaccionar cuando vi a Alice pararse de manera brusca de su silla y acercarse a Jasper, quien seguía sentado y estamparle su mano derecha en la mejilla, tan fuerte que el golpe se escuchó en todo el pub, luego, tomó el vaso de alcohol mas cercano, o sea, el mismo de Jasper y se le lanzó el liquido en la cara, todos nos paramos al mismo tiempo de la silla incluyendo a Jasper, quien demasiado molesto se miró, Alice fue agarrada por Rose y Emmet, quienes eran lo mas cercanos a ella, ya que las intenciones de ella, era volarle encima a Jasper, estaba tan furiosa que las lagrimas salían de sus ojos, yo rápidamente me acerqué a ella.

_ ¡Eres una maldita loca!... -gritó Jasper súper molesto, yo lo miré asombrada, Emmet lo cayó de inmediato-.
_ ¡Jasper cierra la boca!...
_ ¡¿No viste lo que me ha hecho?!...
_ ¡Te lo mereces por imbécil!... -le grité yo furiosa, mientras le tomaba la mano a mi amiga, quien se removía en los brazos de Rose y Emmet-.
_ Usted, no se meta… -me dijo a mi, yo lo fulminé con la mirada-.
_ Le acabas de faltar el respeto a mi mejor amiga… -le dije furiosa-.
_ Ella solita se lo falta… -dijo Jasper entre dientes y Alice pareció ser poseída por el demonio, porque su fuerza se incrementó tanto que se le zafó de los brazos de Emmet y Rose, y corrió hacia Jasper, gracias a dios que Edward fue rápido, no me había dado cuenta que estaba tan cerca de nosotros, él fue quien detuvo a Alice esta vez, colocándose a su frente y como siempre, con su voz dulce trató de tranquilizarla-.
_ Ey, ey, ey, ey… -dijo mientras Alice se trataba de soltar de los brazos-. Tranquila, linda… tranquila… no merece la pena que te pongas así…
_ Te voy a mataaaar… -le dijo ella a Jasper por encima del hombro de Edward, quien se interponía entre ella y Jasper-.
_ Tranquila… -decía Edward, mientras los demás estábamos en un estado de trance-. Jasper se va a disculpar… -dijo Edward tratando de mantener contacto visual con Alice, quien terminó por mirarlo a los ojos y perdiéndose en ellos, lentamente fue dejando de moverse, las lágrimas salían por sus ojos-. Va a disculparse por llamarte Fácil… -todos estábamos en silencio y yo por una vez mas me di cuenta que estaba requete enganchada de este hombre-. ¿No es así Jasper?...

Edward estaba de espalda a Jasper. Yo miré a Jasper y fruncí el seño al ver que este estaba mirando de una manera extraña a Alice, ella no lo estaba mirando a él si no a Edward. La mirada de Jasper me descolocó y es que a pesar de estar molesto, me pareció ver algo de dolor en sus ojos.

_ Jasper… -dijo Edward girándose sobre su hombro para mirarlo, Jasper se masticó el labio inferior con algo de fuerza y luego lo soltó-.
_ Disculpa… en realidad me pasé… -vi que tragó en seco, la verdad Alice no le miró a la cara, pero si lo hubiera hecho, seguro que iba a notar la sinceridad en las palabras de Jasper y el arrepentimiento en su rostro-. Lamento haberte ofendido…
_ Vete al infierno… -dijo Alice con odio y zafándose del agarre de Edward, se giró camino a la salida del pub-.
_ Alis… -dije y ella al pasarme por al lado me susurró-.
_ Tranquila… déjame sola un momento… necesito tranquilizarme… -me dijo y siguió su camino hacia la puerta, todos nos quedamos en estado de shock-.

Yo conocía bastante bien a mi amiga, y sabía como era cuando necesitaba estar sola, lo que no comprendía es que no me quisiera a su lado. Siempre lo toleraba. No me di cuenta de que estaba mirando fijamente la puerta por la que había salido Alice, hasta que sentí la mano de Edward sobre mi hombro.

_ Dale unos segundos… -me susurró-. Deja que se calme…
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Vi a Jasper salir con pasos grandes del pub. Edward me tomó de la mano y me obligó a que me sentara a su lado. Luego de unos diez minutos no lo soporté y miré a Edward con suplicante.

_ Quiero ir a ver a Alis…
_ Ven…

Me tomó de la mano. Y juntos nos paramos y caminamos fuera del Pub. El lugar estaba desolado. Solo estaban los seguridades del lugar. Yo me preocupé.

_ Edward… -dije votando el aire de golpe-.
_ Oficial… -dijo Edward llevándome de la mano hasta los dos hombres uniformados-. Una jovencita que salió hace rato…

Él tipo lo interrumpió.
_ Acaba de marcharse con un joven que también salió de adentro.

Edward y yo nos miramos boqui abierto. ¿Alice y Jasper se fueron juntos?...Vi a Edward sacar su teléfono y marcar un numero.
_ Infeliz… -masculló entre dientes y me miró, yo seguía algo descolocada-. Dame el número de Alice…

Luego de unos segundos se lo dí y lo vi marcar, no entendía porque Edward lucía algo nervioso. Lo escuché maldecir nuevamente y lo ví darme la espalda y llevarse ambas manos a los cabellos, estaba tan tenso que no entendía su actitud. Se estiraba los cabellos.
_ Edward… ¿Qué sucede?... -dije en un hilo de voz, Edward se giró y me miró a los ojos-
 _ Ninguno de los dos contesta las llamadas…

Ambas nos miramos.
_ ¿Me llevarás a la Casa Blanca?... -dije con un hilo de voz-.

Él no me contestó, solo llevó sus dedos a su pelo. Fue cuando lo comprendí todo. Alice lo había hecho… me iba a regalar la satisfacción de pasar la noche con Edward Cullen. 
_ Alice no debió haberse ido… -sentí la molestia en el tono de voz de Edward, hablaba para si mismo-. Sabia que iba a pasar la noche contigo… no pudo irse así no más…
Yo me sonreí un poco.
_ No es nada, Edward… -él me miró a los ojos de una manera extraña, su mirada era tan penetrante que me hizo tragar en seco-. Ya conoces a Alice… además… puedo quedarme en otro sitio… mis padres no van a saber que no estoy con Alice…

Él frunció el seño. Mientras volvía a pasar su mano por la cabeza. ¿Es que estaba tan nervioso o solo se trataba, de que no me había percatado de que Edward se pasaba la mano tanto por el pelo?.

_ Bueno… -dijo luego de un minuto-. Hablaré con Rosalie… ella vive sola… puedes amanecer en su casa esta noche… te pasaría a buscar bien tempranito… -el golpe que sentí fue como si me hubieran tirado un jarro de agua helada en la cabeza, parece que Edward se percató porque me sonrió un poco, mientras se acercaba y me tomaba de la mano-. Tranquila… rose es muy hospitalaria… la pasarás bien con ella…

Yo jalé mi mano, como si su toque me quemara. Él me miró asombrado.
_ ¡¿Qué?!... por supuesto que no voy a quedarme en casa de Rosalie, no es por ella… -dije dejando salir mi rabia, quería golpearlo-. Pero simplemente prefiero que me lleves a la Casa Blanca…
_ Sabes que no lo haré…
_ ¿A que le temes, Edward?... -dije cruzándonos de brazos-. ¿A que pasemos la noche juntos… piensas que voy a violarte o algo por el estilo?...

Eso le robó una carcajada. Yo fruncí el seño más fuerte.
_ No te llevaría a un hotel, Bella… -dijo sonriendo-. Además, Emmet y yo pasaremos la noche solos en la casa… recuerda que mis padres se van de viaje esta madrugada… Emmet me mataría si te llevo con nosotros…

Tragué en seco. Todo estaba frustrado. Él me acarició suavemente en la mejilla mientras me miraba a los ojos.
_ Por favor, pequeña… compláceme y ve con Rosalie… ¿si?... no quiero que vayas a la casa blanca…
_ Bien… -dije mientras sentía que mi pecho se comprimía por el dolor-.

Él se inclinó para rozar suavemente nuestros labios, lo dejé, y aunque no correspondí el beso, dejé que tocara mis labios con los de él, fue un beso de tocada, noté que al separase Edward hizo una mueca con el rostro, respiró fuerte y me tomó de la mano, para hacerme caminar devuelta al Pub. No puse resistencia, al fin de cuentas, ya no me importaba nada. Cuando entramos al Pub, sentí que Edward se paró de golpe y yo le miré, para luego seguir su mirada. En la mesa, estaba Emmet sentado en una silla, Rosalie estaba sentada en sus piernas, mientras le acariciaba la cabeza, yo arqueé mis ojos, mientras los veía devorarse en un beso poco decoroso, pero mi cara fue de sumo asombro cuando vi que las manos de Emmet estaban por debajo del vestido corto de Rosalie, dejé salir un jadeo mientras me tapaba la boca-.

_ ¡Emmeeeeet!!... -gritó Edward, y ambos vimos como Emmet y Rosalie se pusieron de pie de golpe, Rosalie acomodándose el vestido y Emmet, a este lo vi, que luego de parase se puso de espaldas a nosotros, mieerrrrda... la voz de Edward fue de enfado-. ¡Maldita sea, búsquense una habitación!... -gruñó Edward a mi lado, yo no pude evitar echarme a reír, Rosalie me miró y se sonrió, juro que estaba muy sonrojada-.
_ Rayos… -dijo Emmet, quien seguía sin darnos el frente, yo me eché a reír, al parecer debía estar demasiado duro, Edward me fulminó con la mirada y yo, me tapé la boca, para contener la risa-. Rose… vamos para tu casa… -dijo Emmet, mientras se ponía la chaqueta de su traje, y la sonrisa se frisó en mis labios, miré A Edward quien tenía los ojos cerrados-.
_ Bella… -dijo Rosalie acercándose a mí-. ¿Todo bien?... Emmet y yo debemos marcharnos… -dijo y yo sabía a que se refería cuando dijo “debemos”, yo le sonreí-.
_ Está bien… Edward me llevará a casa…
_ Bien… -dijo despidiéndose con un besito-. Pues nos veremos otro día…

Ella le dio un Beso a Edward, quien parecía en trance. Su mirada estaba fija hacia la nada, mientras estaba concentrado en sus pensamientos. Emmet al pasar por mi lado, me dio un beso en la coronilla.
_ Edward, lleva a Bella a la casa blanca…

Y así, nos quedamos Edward y yo solos. Yo lo miré,
_ ¿Nos vamos?... -le dije seria, mientras pensaba que iba a asumir hoy mismo el hecho de haber abandonado la fiesta en la Casa Blanca-. Edward… -le llamé por su nombre, al ver que no me respondía-. Llévame a la Casa Blanca, antes de que se me haga mas tarde…

Él me miró.

_ Te llevaré a mi casa bella…

Yo abrí los ojos como platos, noté que mi cara debió darle gracia. Porque se mordió el labio, en sus ojos se notaba un brillo especial, sin apartar su mirada de la mía.
_ ¿Estas seguro?... Emmet tampoco estará allá…
_ Vamos, Isabella… antes que me arrepienta de hacerlo… -dijo tomando mi mano, y haciéndome caminar hacia la puerta, yo me sonreí y juro ante el cielo que lo escuché murmurar un “que sea lo que dios quiera”…


¿QUE DECIR?... ¿LES GUSTO EL CAPITULO?... ESPERO QUE SI...

AGRADECIMIENTOS ESPECIALES PARA: LUCY, VALE Y ANTAREZ, GRACIAS POR TOMAR SU TIEMPO EN COMENTAR LA HISTORIA. GRACIAS A TODAS LAS QUE LEEN MI HISTORIA. BESOTES Y ABRAZOS...


jueves, 19 de enero de 2012

CAPITULO XXII.

CUMPLIENDO MIS 18 AÑOS... 
PARTE I.

Nana me miró con temor, yo le sonreí, para darle tranquilidad…
_ Descuida nana… -repetí las palabras de Reneé-. “Solo me comportaré como toda una señorita, digna de ser la hija del Presidente de Estados Unidos…    

Mi dolor se incrementó cuando ví a Jessica entrar a mi habitación, luego de que llamara insistentemente.
_ ¿Qué deseas?... -le dije y noté que ella me miró algo asombrada por como estaba, pero supo recomponerse rápidamente-.
_ La fiesta ha iniciado, su madre ha pedido que le venga a avisar que debe estar a más tardar unos 5 minutos en el salón…
_ Ja… -yo bufé mientras me acomodaba sentándome en la cama, cruzándome de brazos-. Pues dile a ella, que le mandé a decir que puede comenzar a contarlos…
_ Niña… -dijo nana asombrada al ver mi actitud rebelde, esta, simplemente era Yo-. No hagas esto…

No me importaba que mamá muriera de un infarto. Pero estaba dispuesta a bajar, hasta que vi a través de mi ventana, la caravana de vehículos llegando a la casa blanca, la cantidad de personas estiradas que se desmontaban, permitiéndoles sus abrigos a las chicas encargadas de ello en la puerta. Esto era intolerable, este no era mi sitio. Mi dolor de cabeza había regresado y con mas fuerzas.

_ Salte, Jessica… salte, nana… no quiero ver absolutamente a nadie… -mis ojos se aguaron-. ¡Que se salgan les dije!... -les grité furiosa, sin importar que también le gritaba a nana, su cara era de horror-.

Jessica se salió corriendo. Pero nana solo me miraba con dolor y asombro.
_ No lo hagas niña… Reneé no te permitirá que hagas algo así…
_ No. Me. Importa… por mí que se vaya al demonio, pero esta que está aquí, no va a bajar a esa fiesta…

Nana se tapó la boca, sabia que estaba muerta del miedo, por lo que podía pasar.
_ Bella… -su aterciopelada voz, hizo que me girara de golpe hacia la puerta, allí estaba él parado. Mirándome como nunca.
Rayos estaba tan formal y hermoso. Aparentemente no pudo domar del todo su pelo, y llevaba el aparatito en el oído con el cordoncito. Dios iba a morir, pero Edward estaba de muerte. Él también me evaluaba detenidamente. Y lo ví sonreírme ladeadamente.

_ Edward… -jadeé su nombre, mientras corría hacia él y me tiré a sus brazos, mas de 24 horas sin verlo y sentía que mi vida no tenía sentido. En ese momento comprendí lo importante y crucial que era Edward en mi vida, él me abrazó fuertemente, enterrando su cabeza en mi cuello, oliéndome, aspirando mi olor, yo, con la cabeza en su pecho solo estaba pendiente al latido de su corazón. Ya nada me importaba, solo él, y el hecho de que me abrazaba tan protectoramente. Edward era mi sol, mi luna, mi todo-.

_ Estas tan hermosa… -susurró él en mis oídos y mi cuerpo se estremeció-.

Yo me aferré más a su cuerpo.
_ Sácame de aquí, Edward… por favor… no es este el lugar en el que quiero estar…
_ Amor… -dijo él tomando mis hombros y apartándome lentamente de su cuerpo, yo puse resistencia, pero él hizo un poco de presión para separarme. Solo lo suficiente para vernos a los ojos-. Escucha bien lo que te voy a pedir… baja… comparte un momento con tus padres y sus invitados, que yo te prometo que en par de horas te sacaré de aquí…

Mis ojos brillaron y una sonrisa se asomó en mis labios.
_ ¿Me lo prometes?...
_ Claro… te lo prometo, mi reina… solo que por favor, cámbiame esa carita… ¿de acuerdo?...

Yo moví la cabeza positivamente, mientras una sensación de alegría se asomaba en mi pecho. Noté una sonrisa dibujarse en sus labios, mientras que con una de sus manos, desabotonaba su chaqueta, yo lo ví con duda, al ver que él extrajo de uno de los bolsillos de adentro de su chaqueta, un estuchito, negro, bastante fino. Fruncí el seño, mientras veía como Edward me lo extendía.

_ Feliz cumpleaños, nena…

Yo me puse seria.
_ Edward… deberías saber que “odio” que me hagan obsequio… -dije y Edward se puso serio, y rayos, me miró de esa manera tan dulce que me encantaba, mientras su voz se escuchaba torturada-.
_ ¿No vas a aceptar mis obsequios?... -dijo con dolor-.
_ ¿“MIS” Obsequios…?. -dije sin creer lo que escuchaba-. ¿O sea, que hay otros, aparte de este?... -dije señalando con los ojos él que tenía en sus manos-.
_ Por dios, nenita… -dijo bajando el obsequio a su costado, algo desanimado, en realidad, parecía decepcionado-. Este era uno, el otro te lo iba a dar cuando saliéramos de aquí…

Rayos, al escuchar eso lo miré de golpe, y noté que una sonrisa amenazaba por salir de sus labios, abrí los ojos como platos, mientras que mi corazón comenzó a acelerarse al imaginar que Edward tenia planes para nosotros, yo me mordí el labio, para no sonreír-.

_ Nunca imaginé que no gustabas de los obsequios… -dijo él bastante serio-.
_ Mierda, Edward… -dije molesta mientras le arrebataba de sus manos, el cofrecito negro-. Dame acá… los aceptaré solo porque estoy de cumpleaños…

Escuché que Edward se carcajeó. Y pude identificar que el cofre decía “Tiffany & Co.” ¿Cómo si fuera poco ya?... Abrí mis ojos como platos al ver el collar que yacía muy elegantemente adentro. Me llevé la mano a la boca para taparla, por el asombro. Era el collar más hermoso que había visto, conocía de esto, y era evidente que se trataba de diamantes y perlas.
_ Edward, por dios… -dije sin encontrar palabras-.
_ ¿Te gusta?... -dijo él en un susurro, yo lo miré como si le hubiera salido un tercer ojo-.
_ Está sumamente hermoso me encanta…
Él sonrió satisfecho.

_ Entonces imagino que… no tendrás objeción a usarlo esta noche…

Yo le sonreí, mientras se lo extendía. Él lo tomó, vi como delicadamente sacó el collar del cofre y tomándome de la mano me llevó hacia el espejo, me percaté que nana ya no estaba, al parecer había salido cuando Edward y yo estábamos abrazados. Edward se colocó justo detrás de mí, mas de lo necesario, porque sentí que su cadera se adhirió a mi trasero. Yo me subí el pelo, mientras él de manera lenta, colocó el collar en mi cuello. Estaba algo emocionada, por lo hermoso que se veía el collar en mi cuello, el contraste de mi piel, lo hacía lucir bastante bien. También estaba algo arrebatada, por lo concentrado que estaba Edward mientras lo sujetaba detrás de mi cuello y por el cosquilleo que provocaba en mi cuerpo, el hecho de que los dedos de Edward tocaran esa parte sensible de mi piel. Al terminar. Él miró al espejo a ver como se me veía y una sonrisa amplia se dibujó en sus labios. Yo también sonreí.

_ Me gusta… -susurró-.

Yo sonreí con más ganas. Y mi sonrisa se frisó, cuando vi a través del espejo a Edward bajar su mirada a mi cuello y como yo seguía levantando mi pelo, él lentamente inclinó su cabeza, para depositar un beso, casi chupón, ya que abrió sus labios, justo en donde se juntan el cuello y el hombro. Yo me tensé a la vez que mis ojos se cerraron involuntariamente, su beso húmedo me hizo jadear, y cuando sentí que sus labios abandonaron mi piel, lentamente abrí los ojos, para toparme con los de él a través del espejo.

_ Ven aquí… -dijo él, sosteniendo mi cadera y girándome lentamente para colocarme frente a él-.

Justo cuando empezó a inclinar su cabeza para besar mis labios, ambos escuchamos el cerrojo de la puerta y de manera sincronizada nos aparatamos y miramos para la puerta, la cual se abrió de golpe, y Edward y yo dimos unos pasos mas hacia atrás, apartándonos mas al mismo tiempo. El corazón casi sale de mi pecho cuando vi, que quien entraba a mi habitación era mi padre. Su cara era sumamente de enfado. Paró de golpe su caminar, al ver a Edward, aunque estábamos algo distanciados, Edward se veía tan pálido como yo, Emmet estaba detrás de Charlie, también algo pálido, mirando a Edward de manera extraña, no era enfado, si no más bien preocupación.

_ Oficial, Cullen… -dijo mi padre saludando a Edward y luego mirándome a mí, bastante molesto-. Isabella… ¿Cómo es eso de que no piensas bajar?...
_ Charlie, yo…
_ No está a discusión… -me dijo muy molesto, y yo solo me mordí los labios fuertemente-.
_ Voy a bajar, papá… -dije y ví que papá me miró extraño-.
_ Una de las chicas del servicio le acaba de dar a tu madre, el recado que le enviaste y ya debes imaginar como está… preferí venir yo…
_ Ya voy a bajar, papá… -dije mirándole fijamente-.
Charlie se me quedó mirando extraño.
_ Bien… pues andando…

Él iba a abandonar mi habitación, se detuvo ante mi llamado.
_ Papá… -se giró a mirarme, yo le miré fijamente a los ojos, mientras estos se me cristalizaban un poco-. ¿Podrías darme el permiso, cuando se acabe la fiesta, de salir un rato con Alice?... -papá frunció el seño, yo de manera apresurada caminé hacia él, colocándome a su frente, él me miraba a los ojos-. Es mi cumpleaños, papá, al menos quisiera compartir un momento con mi mejor amiga… podría pasar la noche en su casa… me puedes mandar a custodiar con un escuadrón si quieres, solo déjame divertirme un rato esta noche… prometo portarme bien…
_ ¿Te portarás bien?... -dijo tanteando el ambiente, yo dejé salir una sonrisa, mientras afirmaba con la cabeza, se me va dar, se me va a dar, era lo que me repetía-.  Ok. Puedes  irte cuando todo se termine, yo te cubro con tu madre…

Sonreí feliz, mientras mi padre me besaba en la coronilla, y antes de darme la espalda me susurró.
_ Luces hermosa, Isabella… -yo me quedé estática, ví que cuando pasó por al lado de Emmet le indicó lo que tenía que hacer-. Encárgate personalmente de la seguridad de mi hija… indícale a tus oficiales, que puede divertirse, sin necesidad de meterse en problemas…
_ Si señor… -dijo Emmet, mirando de reojo a Edward, quien estaba detrás mío, yo solo me tapé la cara con ambas manos, estaba tan emocionada, que no me aguataba-.
.
.
.
Edward Pov.

En lo que llevaba de vida, nunca imaginé, como podía sentirse el estar quemándome en el infierno a carne viva. Era lo que sentía en este preciso momento. Estaba recostado en una esquina del gran salón, Jasper estaba al lado mío, junto con unos cuantos oficiales, mas. Estaba que no quería ni que me hablaran. Primero, el hecho de aguantarme, como todos esos viejos verdes, se comían a Isabella con la mirada, sin siquiera disimular. ¿Esta era la clase de personas respetables a los que les dejábamos manejar nuestro país?... ni siquiera eran capaz de respetar que Bella era una niña. Bueno, no es que yo fuera el mejor indicado, para pensar eso, pero igual ellos eran unos malditos viejos, los cuales Bella podría ser hasta su nieta. Respiraba profundamente, mientras trataba de calmarme. Pero la gota que derramó el vaso, fue cuando hizo aparición en el salón, el vicepresidente y su distinguida familia, nótese el sarcasmo. Noté que Bella respiró, al ver al chico ese, el tal Jacob Black. Vi que en cuanto ella lo vio, sonrió enormemente. Supongo que porque ya no se iba a sentir tan sola, ya que desde que bajó estaba parada a un costado de sus padres, algo desubicada, notaba que las personas la felicitaban y luego se giraban a hablar con sus padres. Detrás del presidente estaba Emmet. Los demás oficiales, estábamos regados por todas las esquinas del salón. Con nuestros radios encendidos, atentos a cualquier eventualidad. Como decía, Bella al ver entrar al chico ese, sonrió mientras se alejaba de sus padres y se acercaba a él, para ambos saludarse con un afectuoso abrazo. 
Al parecer era la única persona que había sido invitado a un cumpleaños, porque fue al único que vi llevar en las manos un regalo para bella. Ellos se abrazaron por unos segundos, y yo estaba que explotaba. Él le entregó el regalo y acaparando él solo la atención de ella, se la llevó a una de las esquinas del salón y allí ellos se estacionaron a conversar entre ellos, y noté que ella parecía más relajada a su lado. Y eso me estaba matando, debo reconocer que Bella y yo en varias ocasiones nos topamos la mirada, pero igual no me importaba, ella estaba pendiente a donde me encontraba yo y en ocasiones hasta me sonreía de esa manera tan natural y bella en ella, pero igual, yo estaba que moría, lo que me mataba era el hecho de que ese imbécil podía estar sentado allí con ella de una manera tan natural y yo ni siquiera podía acercarme. Le tenía su sorpresa preparada y esperara que mi actitud acosadora y malhumorada no la dañara. Debía solo esperar un rato más para tenerla a mi lado, pero sentía que los segundos eran eternos. Me puse alerta cuando escuché a través del radito de Emmet, lo que decía la madre de Bella.

_ Oficial, Cullen… ¿Y mi hija donde esta?... -dijo molesta-.

En toda la noche, fue la primera vez, que retiré mi mirada de Bella, para mirar a la señora y a Emmet que seguían parados en el mismo lugar.
_ Está con Jacob Black…

Dijo Emmet y yo fruncí el seño, al ver a la señora tratar de ubicarlos y al hacerlo esbozar una estúpida sonrisa, mientras le decía a Emmet.
_ Me imagino, que le dijo a su hermano que no perdiera a Isabella de vista, la conozco y es capaz de salirse a escondidas de la fiesta…
_ Descuide, señora… su hija ya tiene asignados varios Oficiales…

Maldito… Pensé en contra de mi hermano.
_ Bien… -dijo ella conforme y sonrió mientras miraba detenidamente a su hija y a Jacob-. Amor… -dijo mirando a su esposo y haciendo que este dejara de hablar con Billy Black, para que le prestara atención-. ¿NO es cierto que hacen tan bella pareja?...
_ ¿De que hablas, mujer?... -le dijo Charlie, y agradecí el auricular de Emmet, ya que me permitía estar al tanto de lo que hablaban ellos-.
_ De Isabella y Jake… 

El presidente los vio de lejos, Bella y Jake se sonreían, Charlie solo rodó los ojos y no le prestó mas atención a su esposa, la señora bufó y se alejó del grupo. Mi vista no se apartó de ella. La ví llegar a Bella y a Jake y ella les hablaba sonriente. Jacob se sonreía con lo que ella estaba diciendo, mientras que Bella fue borrando la sonrisa de su rostro. Moría por saber que era lo que estaba diciéndoles esa mujer. Bella puso cara de horror, mientras que Jacob dejó salir una carcajada, él estaba divertido, Bella lo fulminó con la mirada, mientras negaba con la cabeza. Yo me puse derecho en mi posición. ¿Qué rayos estaba pasando para que ella estuviera tan tensa?...

_ Permíteme felicitarte, eres el que mejor hace su trabajo, amigo… -dijo Jasper a mi lado burlón, yo solo lo fulminé con la mirada y él mismo miró para otro lado ignorándome, yo volví a mirar a Bella y fue cuando ví que el imbécil de Jake, la llevaba tomada de la mano, rumbo al medio del salón, subieron un poco la música balada que estaba sonando y yo quise morir de los malditos celos que me estaban carcomiendo por dentro, cuando lo ví a él, tomar con sus manazas la cintura de mi bella, sentí mi corriente sanguíneo acelerarse, Bella se veía sumamente tensa, iban a bailar, y todos en el local fijaron su atención en ellos dos, Jacob no borraba por nada en el mundo su inmensa sonrisa, mientras que Bella parecía a punto de desmayarse, estaba pálida, tensa y evidentemente incomoda. Vi como el chucho acercaba sus labios al oído de ella y le susurró algo, a lo que ella respondió moviendo la cabeza positivamente y respirando hondo. Sentía mi cuerpo entumecido, mi mandíbula apretada y mis puños cerrados dentro de los bolsillos de mis pantalones. Él empezó a guiarla, todos en el salón le miraban, ella seguía igual de tensa, apenas y si movía los pies, noté que Jacob con una de sus manos le apretó la cadera y la acercó mas a su cuerpo, yo me puse en alerta a tal punto que di un paso, lo que me detuvo fue la mano de Jasper en mi brazo, yo alarmado, miré primero la mano que me sujetaba y luego le miré a la cara, él no dijo nada, supongo que por los auriculares, solo movió muy perceptivamente su cabeza de manera negativa, yo volví a mirar a la improvisada pista de baile y allí estaban ellos, él la tenia de manera muy sujetada a su cuerpo, una mano en su cadera, y la otra en su cintura, no se si lo hizo lento, lo que si puedo decir, es que vi a cámara lenta, como él fue arrastrando su mano de la cintura hacia atrás, para ponerle su manaza en donde terminaba la columna de ella, haciendo la salvedad de que su contacto fue directo en su piel, ya que el vestido se lo permitía 

Abrió la palma de su mano y acarició levemente su espalda y allí fue cuando no aguanté más-.

Caminé rápidamente, solo escuché el jadeo de Jasper.
_ ¡Edward no!... -lo susurró, pero yo lo ignoré por completo-.

Por el hecho de estar en una lateral, caminé alrededor de la orilla del salón, fue antes de llegar a Bella que sentí que alguien me tomó del brazo, demasiado fuerte y me detuvo, la voz de Emmet en mi oído me detuvo de golpe.

_ Ni se te ocurra hacer lo que estas pensando… si lo haces, olvídate de que soy tu hermano…

Yo lo miré, despertando del letargo en el que me encontraba. Estaba furioso y no estaba pensando en nada. Miré alrededor, para fijarme en el sin números de oficiales mirándonos con signo de alertas, supongo que nadie sabia a que se debía el enfrentamiento de Emmet y yo. Los demás no se habían percatado, ya que al parecer la parejita tenía al público muy bien cautivados. Emmet me propinó un leve empujoncito, haciendo que nos quedáramos en una esquina ocultos, gracias a la arquitectura del salón era fácil pasar desapercibidos.

_ Quítate el maldito aparato… -ordenó señalándome el audífono-. Jasper, encárgate un segundo… -dijo mientras él se quitaba el aparato, yo sin dejarme intimidar de su postura de animal, me quité el mío-. ¿Qué mierdas piensas hacer, Edward?... -dijo en un susurro, su voz era contenida, podría jurar, que en otro lugar ya me hubiera pegado un puñetazo, yo no le tenía miedo, ni a él ni a nadie-.
_ No es asunto tuyo… -le dije entre dientes, seguía furioso, mientras perdía el tiempo con Emmett, seguro que el chucho ese, me seguía acariciando a Bella-.
_ Me estas tentando a que te despida, Edward… -dijo molesto y en mis labios se dibujó una sonrisa burlona-.
_ Eres el jefe de seguridad… estas en todo tu derecho…

Emmet y yo nos miramos a los ojos fijamente. Sabía en que tenía que estar pensando, ambos nos conocíamos bastante bien.

_ Perfecto. Hablaremos mañana de esto… ahora mismo estoy descuidando mi maldito trabajo por tu culpa… es domingo… puedes marcharte a casa… es tu día libre…

Giró sobre sus talones, para retirarse, se detuvo ante mi llamado. Se giró y me miró fijamente.
_ Emmet…
_ ¿Qué?...
_ Tú eliges… -le dije seriamente para que entendiera que estaba hablando seriamente-. O apartas a ese imbécil de su lado en este momento… o te juro que lo apartaré yo… y créeme que no lo haré de buena manera… 
.
.
.

Bella Pov.

Esto era una maldita tortura, iba a enloquecer. Estaba parada al costado de las escaleras, al lado de mis padres. Esperando que las personas se acercaran a nosotros, los invitados me felicitaban por un segundo y enseguida volteaban a hablar con mis padres. Lo único que lamentaba era el hecho de que los segundos pasaban tan tortuosamente lento. Sabía en donde estaba Edward, en una esquina, junto a Jasper. Emmet era el que estaba más cerca de mí, ya que al ser el jefe de seguridad, por ningún motivo se apartaba de mi padre. Mi mirada en varias ocasiones se enganchaba con la de Edward, pero no se, ni siquiera me correspondía la sonrisa que en ocasiones le daba, parecía tan tenso y tan disgustado. Cuando vi a Jacob entrar al salón, sentí un alivio increíble. No solo porque iba a poder siquiera articular una palabra, si no porque tal vez en su compañía los segundos correrían mas de prisa. Yo me separé de mis padres, ellos estaban tan entretenidos con sus invitados, que ni siquiera se percataron de mi ausencia. Jake y yo nos saludamos con un abrazo fuerte.

_ Bella… cuanto tiempo… -dijo él mientras se apartaba y me sonreía-. Estas igual que tu padre… para verte tendré que hacer citas…

Ambos nos reímos y él me extendió una cajita pequeña en vuelta en papel de regalo, yo arqueé una ceja, él sabía que odiaba los regalos.

_ No hay “peros” que valgan… es tu cumpleaños, y no es verdad que no te iba a traer un presente…

Yo me sonreí.
_ Gracias, Jake…
_ Ven… -me dijo mientras me tomaba de la mano, fuimos a parar a una esquina en donde yo abrí mi regalo, sonreí al ver lo que era, un brazalete de Diamantes y zafiros. Era Hermoso.  


_ Me gusta, gracias Jake…

Jacob me ayudó a colocármelo y allí nos enfrascamos en una conversación. Estaba entretenida aunque moría de ganas de que Edward me sacara de allí. ¿Cuál sería su otro regalo?... de vez en cuando le miraba, con la finalidad de que entendiera que solo deseaba estar con él, que moría porque me sacara de allí. Cuando escuché la voz de mi madre, no creí lo que me estaba proponiendo. ¿Qué bailara una pieza con Jacob?... no podía creerlo, si ella sabia perfectamente que odiaba ser el centro de atención, y que no quería bailar en frente de todos esas personas, ¡es que seguro que esas fotos saldrían hasta en las revistas sociales!. El imbécil de Jake, en vez de apoyarme, lo que hacia era burlarse de mi cara, y eso que decía ser mi amigo. Con las mierdas que se le ocurrían a Reneé, nada más me quedaba el irme a bailar con Jake. Fuimos a parar al centro del salón, al sentir toda esa gente mirarme fijamente, me tensé, Jake no borraba la sonrisa de sus labios. Cuando vio que no me soltaba, se acercó a mi oído para susúrrame.

_ Relájate, Bells, te prometo que será una sola pieza, sales de tu madre y luego te llevo a donde quieras ir…
_ Era lo único que deseaba en este momento, salir de allí y verme con Edward.
.
.
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Llevaba apenas un minuto bailando suavemente con Jake, cuando sentí que alguien me tocaba el hombro. Yo algo asombrada, miré, para ver a Jessica Stanley extendiéndome mi celular.

_ La señora Cope se lo ha mandado… -fruncí el seño y miré a mí alrededor, todos seguían mirándonos a Jake y a mí, como idiotas. Yo miré a la esquina, en donde se había mantenido Edward toda la noche y no estaba. Solo pude ver a Jasper mirándome de la misma forma que lo hacia siempre, este tipo no me soportaba-.
_ Gracias… -dijo Jake por mi, tomando el celular de la mano de Jessica y haciéndole una seña con la mano, para que se retirara, ella se esfumó, Jake echó el celular en su bolsillo y volvió a tomar mi cintura, haciendo, que yo quitara la mirada del rincón en donde se ya no se encontraba Edward. ¿Y si se había ido?, seguí bailando lentamente, mientras sentía la tristeza querer embargarme-.
_ ¿Qué te pasa, Bells?...

Yo lo miré. Y fue cuando me llamó la atención lo que acaba de suceder. ¿Jessica había interrumpido nuestro baile, a sabiendas de que todas estas personas, incluyendo a la bruja de mi madre y al tonto de mi padre, estaban pendiente a Jake y a mí, solo para entregarme mi celular?... esto no parecía normal. Nana nunca me enviaría mi celular y mucho menos en momentos como estos, en donde ella al igual que yo, sabíamos, que estábamos haciendo el espectáculo que tanto a Reneé le gustaba.

_ ¿Qué piensas?... -dijo él y yo le miré con duda-.
_ El celular… -le susurré y Jake puso cara de duda-.
_ O si, el celular… por cierto, no ha parado de vibrar en mi bolsillo…

Aquello me golpeó.
_ Ven…

Dije, mientras lo tomaba de la mano, e iniciaba el paso. Me importaba muy poco, que mi mamá me matara, por romper su momento su mágico y llamativo, pero solo se que salí del campo de visión de todas esas personas, y Jake y yo, nos escabullimos por el pasillo, tomados de la mano. Salimos del salón. Miré a Jake, quien me miraba sorprendido.

_ Dame… -dije extendiéndole la mano-.
_ ¿Qué?... -dijo Jake sin comprenderme del todo-.
_ Dame el maldito celular, Jake.
_ Oh!... -dijo él comprendiendo, sacándolo de su bolsillo y extendiéndomelo, yo tomé mi aparato y busqué, “7 llamadas perdida”, cuando le dí al identificador, voté el aire de golpe al ver que todas habían sido de Edward-.
_ Mierda!!... -dije-.
_ ¿Qué sucede, Bella?... -dijo Jake preocupado-.
_ Espera… -dije devolviendo la llamada, estaba nerviosa, y demasiado preocupada, al primer tono, Edward tomó la llamada-.
_ Isabella… -dijo y no se si eran ideas mías, pero se escuchaba bastante molesto-. De manera inmediata, baja al garaje en este momento. Nos vamos de aquí… me esperas, en unos segundos estaré contigo…
_ Si… -dije yo aliviada, mientras cerraba el aparato. Miré a Jake quien me miraba fijamente-. Debo irme, Jake…
_ ¿Irte?... -dijo él asustado-. ¿Estas loca?... tus padres te matan si abandonas la fiesta…
_ No tengo tiempo de explicarte, solo cúbreme… -Jake puso cara de preocupación, yo me sonríe-. Cúbreme lo mas que puedas… no te metas en problemas por mí, al fin de cuentas papá sabe que me retiro… bye… y gracias, eres increíble… -dije acercándome rápidamente a él, dándole un beso en la mejilla y saliendo corriendo hacia el ascensor, el vestido me lo dificultaba un poco-.
.
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Bajé al sótano. Cuando las puertas del ascensor se abrieron ante mí, salí. Solo llevaba mi celular en mis manos. Caminé y pude ver el lugar totalmente desolado. Solo estaban estacionados los vehículos. Yo miré a todos lados. No había rastros de Edward. Y no se porque, sentí algo de miedo, al hecho de encontrarme sola en este lugar. 
Noté que la flotilla de autos presidenciales estaban allí. Incluyendo los lujosos autos de los invitados que en este momento se encontraban en la casa blanca. El silencio era abrasador. Y fue allí que entendí porque en las películas, utilizaban estos lugares, para hacer las escenas más escalofriantes. Me abracé a mi misma, odiándome por pensar en aquello. Cuando escuché el sonido del ascensor, respiré hondo, al imaginar que era Edward quien llegaba, inicié mi paso, rápidamente a él, cuando las puertas se empezaron a abrir. Frené mi caminar de golpe, al ver que no era Edward quien salía de allí, si no aquel hombre, que a pesar de ser Oficial de la casa blanca, muy pocas veces nos habíamos visto. Él al verme sonrió saliendo del ascensor. Ni siquiera se sorprendió de verme allí.

_ Señorita Swan… -susurró con una sonrisa enorme, mientras se acercaba lentamente a mí, yo fruncí el seño-. ¿No se supone que debe estar en su fiesta de cumpleaños?...

Mientras me hablaba, noté que sus ojos estaban clavados en los míos, de una manera que me hizo apartar la mirada, el tipo era tan alto, fuerte y hasta intimidador.

_ ¿Usted que hace acá abajo?... -dije sin dejarle notar que estaba un poquito nerviosa, yo era una muy buena actriz cuando se trataba de ser altanera y hacerle saber a las personas que estaba por encima de cualquiera, al fin de cuentas TODOS deben hacer mi voluntad, porque simplemente soy la HIJA del Presidente-.
_ Hummm, muy buena pregunta… -dijo y yo me estaba inquietando al ver que este hombre parecía no inmutarse con mi actitud, la verdad allí el único Oficial que se había comportado algo reticente conmigo, era Edward, ahhh y Jasper que aunque obedecía mis ordenes, siempre dejaba evidenciado que no me soportaba, luego a los demás oficiales, yo le hablaba y enseguida mostraban una actitud distante y respetuosa, en cambio este que estaba parado frente a mí, a una distancia un poco imprudente, me miraba tan fijamente que quemaba y aunque sonreía, la verdad no me gustaba para nada-.
_ Solo estaba supervisando el área… -dijo-. Está hermosa esta noche…

Dijo dándome un vistazo de los pies a la cabeza, y no se por qué, pero su mirada no me gustaba para nada. No era una mirada de alguien que se estuviera propasando conmigo, si no, una mirada evaluativa. Yo tragué en seco, realmente me estaba asustando, pegué un respingo, cuando escuché que las puertas del ascensor se abrieron detrás del tipo, miré por encima de su hombro, para ver a Edward quien salía del ascensor, yo solo cerré los ojos, por un segundo, mientras agradecía a dios, por su llegada. El venía pensativo, traía una cara de los mil demonios, y al escuchar mi voz, levantó de golpe su rostro-.

_ ¡Edward!.... -se escuchó más a alivio que a otra cosa-.

La reacción de Edward al ver ese Oficial conmigo, fue la misma que había tenido yo, cuando lo había visto salir del ascensor, Edward frenó su caminar de golpe y miró fijamente al tipo a la cara, yo no podía esperar y con mis manos, subí un poco el vestido para trotar hacia Edward, la verdad, ahora estaba tranquila, a su lado, me sentía segura. Él solo apartó la mirada del tipo, cuando yo llegué a su lado, él me miró con duda, su seño estaba bastante fruncido.

_ ¿Todo bien?...
Me preguntó en un susurro y yo solo moví la cabeza positivamente.
_ Hijo… -dijo el oficial a Edward en modo de saludo, mientras se sonreía y se acercaba a nosotros-.

Edward fulminó al tipo con la mirada. Su mandíbula estaba fuertemente apretada.
_ Ya veo porque la señorita Swan estaba acá… -dijo mientras me daba una mirada fugaz, volvió a mirar a Edward, mientras entrecerró los ojos-. Solo te estaba esperando a ti…
_ ¿Qué se supone que hace aquí, Marcus?... -dijo Edward entre dientes, el hombre sonrió más-.
_ Pues, solo supervisaba el área…
_ Creía que lo hacía desde la habitación de seguridad… a través de las cámaras…

El hombre se carcajeo y hasta por un momento se puso la mano en la panza, yo le miraba fijamente. No ayudaba el hecho de que Edward, tampoco se relajaba.
_ Tranquilo, muchacho… que su chica estaba en buenas manos…

Yo miré de reojo a Edward, ¿había dicho “su chica”?. Edward frunció los labios, ante la rabia que sintió. El tipo sonrió más aun.

_ Lo digo, porque se que Emmet te ha cedido la responsabilidad total de la niña… ya te he dicho anteriormente… en mejores manos no podría estar…
_ Edward… -dije yo, queriendo llamar su atención, Edward no me miró, solo miraba al Oficial parado frente a nosotros, yo le rogué-. Por favor… sácame de aquí… Alice debe estar preocupada, porque he tardado en llegar…

Ví que Edward se descolocó por un momento y me miró. Yo solo había dicho aquello, para que el Oficial Marcus, pensara que Edward solo me iba a llevar a donde mi mejor amiga.

_ Vamos… -dijo Edward, haciéndome paso para que caminara delante de él, caminamos hasta el volvo, Edward me abrió la puerta de atrás, y yo le miré con duda-. Sube… -me ordenó y yo le retiré la mirada bruscamente mientras me subía-.
.
.
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_ ¿Cuánto tiempo llevabas allí sola con el Oficial Marcus?...

Fue la pregunta de Edward, en cuanto salimos del perímetro de la Casa Blanca, estaba sentada en la parte trasera del auto, mientras el conducía.
_ Supongo que uno o dos minutos… a mi me parecieron horas…
_ ¿Por qué?... -dijo y lo notaba algo tenso-.
_ No se… pero ese hombre no me gusta… parece intimidante… y más aún cuando sonríe de esa manera… amor… -dije colocándome detrás de su asiento y desde atrás le rodeé el cuello-. ¿Por qué luces tan molesto?...

Lo escuché respirar hondo, yo mientras enterré mis dedos en su suave pelo, mientras le acariciaba el cuero cabelludo.
_ Por poco y armo un lío en esa fiesta… Isabella por favor… ¿pretendías matarme?... -escuché su tono de voz algo torturado, yo fruncí el seño, ya que no entendía, él me miró a través del retrovisor y odié que estuviera conduciendo-. Que sea la última vez que permitas que otro hombre que no sea yo, te toque…

Yo me sonreí.
_ Jake, y yo solo somos amigos…
_ Un AMIGO que se aprovecha cada vez que tiene la oportunidad… -dijo entre dientes, evidentemente molesto-. Recuerdo perfectamente como metió su lenga en tu boca, aquella vez que lo besaste frente a mí… -yo solté su pelo al darme cuenta que Edward recordaba aquello-. Y esta noche te estaba acariciando… ¿acaso no lo sentiste?...
_ ¡No!... -y juro que decía la verdad, iba a matar a Jake, ¿en serio me había acariciado?, yo ni siquiera lo sentí-. ¡Por supuesto que no!... voy a matar a ese hijo de pu…
_ ¡Calla!... -Edward me interrumpió antes que maldijera a la pobre madre de Jacob, que ni siquiera tenía la culpa-. Déjalo así… al menos me hace sentir bien que no reacciones ante sus caricias…

Yo sonreí, mientras volvía a pasar mis manos por su pelo, maldito asiento que nos dividía.
_ ¿Te refieres, a que no siento lo mismo que siento cuando eres tú el que me acaricias?... -le dije con voz suave-. Mi piel reacciona de inmediato, ante tu tacto… provocas en mi, un cosquilleo que nunca me ha provocado nadie, me fascina cuando lo haces… -lamenté no poder verle el rostro-.
_ Tú también provocas cosas nuevas en mí, pequeña… -él susurró desde adelante y yo sonreí feliz-.
_ ¿A dónde me llevarás, Edward?... -no me había volado hacia el asiento de adelante, por el maldito vestido largo que llevaba-.
_ Es una sorpresa… -y aunque no pude verle el rostro, por su tono de voz, sabia que estaba sonriendo, al menos ya se había relajado por completo-.
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Puse cara de duda al ver en donde se estaba estacionando. Este lugar me era sumamente familiar. Edward sonriendo se desmontó del auto y yo achocada miraba fijamente el local desde fuera, no podía creer que me había traído aquí. Me abrió la puerta desde fuera y me extendió la mano, para ayudarme a salir. Y yo lo miré como si otro ojo le estaría saliendo en la cara.

_ ¿Qué mierda?... -fue lo que dije y me desmonté mientras aparataba su mano con un manotazo, rechazando su ayuda, Edward puso cara de poema-.
_ Isabella, esta noche tienes la boca bastante sucia… -dijo en tono de reproche-.

Yo aun miraba el local como si fuera la puerta del infierno. Bien, solo se trataba de que estaba desubicada, pensé que Edward había ideado una noche mas privada para nosotros…
_ ¿Por qué me traes acá?...
_ Pues… -lo escuché dudar detrás de mí-. ¿A dónde querías ir?...

Él estaba a mi espalda. Y yo cerré los ojos con bastante frustración. Bien Bella, no le demuestres, que pensabas que te llevaría a un hotel lujoso para hacerte el amor, no se lo demuestres, no se lo demuestres…

_ Bien… si no te gusta el lugar, no hay problema… puedo llevarte a donde quieras…

Tragué en seco y me volví hacia atrás y lo miré, lo que esperaba, estaba confundido. Dios!, era de lo peor, va a pensar que le pongo peros, a todos los obsequios…

_ No, esta bien… no hay problema, entremos… -dije mostrando un patético interés, hizo mi mayor esfuerzo, por disimular mi decepción, hasta le sonreí, cuando me iba a acercar a él para darle un beso, noté que rodó su rostro disimuladamente y se movió, yo me quedé estática en el lugar, mientras lo ví sonreí con apuro-.
_ Será mejor que entremos… -me hizo señas con la mano, para que iniciara el paso, yo respiré hondo, mientras me decía para mi misma-.
_ Grandioso, como si fuera poco, me trae a un lugar, que ni siquiera puede tomarme de la mano…

Me las ideé para caminar lo más rápido que me permitió el maldito vestido. Dejé a Edward unos cuantos pasos atrás. Estaba furiosa. Respiré hondo cuando me ví entrando por segunda vez, aquel local. Hermoso, pero me traía tan malos recuerdos. Esa voz me hizo frenar mi caminar.

_ ¡Edward!... -dijo Rosalie emocionada-.

Si. Estábamos en su Pub. Grandioso. Cuando levanté la mirada hacia delante, me quedé de una pieza. Ante lo que ví.

_ ¡¡¡¡Felicidades, Bella!!!! -gritaron al unísono, yo me fije en el grupito reducido que estaban allí parados y reunidos, mirándome todos sonrientes-.

Alice, Esme, Carlisle, y Rosalie. Yo sonreí cuando vi a Alice correr hacia mí y abrazarme.

_ Felicidades amiga, que bueno que Edward logró sacarte de allí… -yo la abracé fuertemente mientras reía, la verdad, estaba contenta de estar con mi mejor amiga-.

Inmediatamente Alice me soltó, unos brazos calidos me rodearon, era la madre de Edward.
_ Dios, mi niña… -dijo dulcemente mientras me soltaba-. Felicidades…

Yo la miré y me sonreí.
_ Un gusto, volver a verte, Bella, felicidades… -dijo Carlisle mientras se acercaba y me abraza también-.
_ Gracias… -dije mientras sentía una opresión en el pecho, pero era una sensación diferente, era de felicidad, yo me sonreí. Fue cuando vi a Rosalie pararse frente a mí y regalarme una enorme sonrisa, mientras me abrazaba-.
_ Felicidades, niñita consentida… -dijo pero parecía divertida, se apartó de mí para mirarme fijamente, una sonrisa estaba instalada en sus labios-. Eres tan consentida, que hasta el bruto de Edward te conciente… me ha hecho cerrar el local esta noche…

Cuando ella mencionó su nombre, un nudo se formó en mi garganta, y me dí la vuelta de inmediato para mirarlo, él seguía parado en la entrada del local, desde allí me miraba de una manera extraña, una sonrisa se instaló en los labios de ambos. Él inició a caminar hacia a mí, lo hizo tan lentamente, que yo caminé para alcanzarlo, y cuando nos colocamos uno frente al otro, él bajó su mirada a mis ojos, los míos se cristalizaron.

_ Gracias… -le susurré y él sonrió mas enormemente, mientras me puso la mano en la espalda y me acercó a su cuerpo para darme un caliente y suave abrazo-.
_ Felicidades… -me susurró en el oído-. 
(es este el abrazo que imagino en esta parte).
_ Ya párenle… -dijo Alice, mientras se acercaba a nosotros, odiaba a mi amiga cada vez que me apartaba de Edward, escuché que Edward dijo algo entre dientes y me soltó, ambos nos sonreímos-. Edward no es tan bueno… Rosalie nos ha contado, que la ha amenazado si no cerraba el local…

Todos reímos… noté que Edward estaba mas suelto, en cuanto a demostrarme afecto se refería, ya que se puso a mi lado derecho, y rodeó mi cintura, manteniéndome a su lado, y yo feliiiiz….

_ ¿Te gusta?...
Cuando me preguntó, aparté mi rostro de él para mirar el local, y de mis labios salió un jadeo. El local era el mismo, pero justo frente a nosotros había una lona grande que tenia escrito un “feliz cumpleaños Bella”, estaba en el aire y prácticamente colgaba de medio local. Había un biscocho de varias plazas, justo con muchos regalos. El local estaba decorado elegantemente, y yo me sentí feliz. Este era mi cumpleaños.

_ Ven… -dijo Alice, tomándome de la mano, y con una cámara comenzó a tirarnos fotos a todos, me guiñó un ojo, y yo olvidándome de todo comencé a disfrutar el momento-.

Fuimos a parar a una mesa. Allí entablé conversación con Esme, la señora me encantaba, con Rosalie, el único extraño en el local era el chico que controlaba la música.
_ ¿En donde está la cumpleañera?...

Al escuchar esa voz, miré de golpe hacia la puerta, en donde hacían su entrada, Emmet y Jasper, ambos seguían trajeados, yo sonriendo enormemente miré a Edward quien estaba sentado a mi lado, él sonrió, supongo que por mi cara de asombro, corriendo me paré y alcancé a Emmet, quien con una risa fuerte, me dio su abrazo de oso, mientras me giraba.

_ Estás aquí… -fue lo que dije al sentir el nudo en la garganta, él me soltó, poniendo mis pies sobre la superficie, y me miró mientras me decía-.
_ Por supuesto, que iba a venir… y que conste, que no lo hice por las amenazas de Edward… ese imbécil, ya las tiene atragantada conmigo…

Yo me reí y miré hacia la mesa, para ver a Edward quien ya no reía, pero igual me miraba fijamente, yo le sonreí y él entonces también lo hizo. 

Es que era imposible no amar a este hombre. Dejé de mirarlo para mirar asombrada a Jasper quien me hablo.
_ Feliz cumpleaños señorita Swan…

Me llevé la mano al pecho mientras lo miraba boca abierta. Jasper me miró y ví que aunque quería mantenerse serio una sonrisa amenazaba por salir de sus labios, sin duda mi cara debía de estar haciéndole mucha gracia.

_ ¿Edward también te amenazó para que me felicitaras?...
_ Obvio… -rodó los ojos-. Permiso… -dijo dejándome con la palabra en la boca y yendo a saludar a los padres de Edward, escuché la risa contenida de Emmet-.
_ No le hagas caso a Jasper… te juro que no es tan patético como quiere hacer creer…

Yo me sonreí mientras me alzaba de hombros. Estaba sumamente feliz. Pero mi corazón se detuvo al escuchar esa voz provenir de la puerta.
_ ¿Y para mí no hay un abrazo?...

Yo abrí los ojos como platos.
_ ¡¿Nana?!... -me aparté de Emmet para ver a mi nana, con una enorme sonrisa, ella estaba vestida muy elegante, yo corrí hacia ella y la abracé fuerte, ya a este punto, no pude contener mis lagrimas, ellas corrieron por mis mejillas, no creía lo que estaba pasando, se estaba cumpliendo mi deseo. Dios, estaban casi todas las personas, con la que en realidad quería compartir.
_ No llores princesa… -dijo nana, cuando escuchó mis sollozos-.
_ No lo puedo creer, nana… -dije mientras me retiraba las lagrimas de la mejilla, miré hacia la mesa para ver a Edward, quien seguía sentado allí, ambos nos mirábamos a los ojos, mis lagrimas seguían saliendo y no acababa de entender, porque no venia a mi lado, todos me miraban sonriendo, pero yo solo lo miraba a él, mientras venia a mi mente, aquella noche en la que estaba tan triste, que hablábamos por teléfono, las palabras mencionados por mí, volvieron a ser escuchadas en mi memoria “Ya ves, la fiesta enorme que me tenían preparado mis padres… Cuando yo solo quería algo sencillo, con Alice, Emmet, Jake, Nana… contigo… con las personas que en realidad si me importan…” él lo había hecho. Una vez más, me había hecho feliz. Cuando escuché ese carraspeo de garganta, y ví que Edward hizo una mueca, pero que recompuso su rostro de inmediato, entendí porque no se había acercado, “estaba esperando la entrada de otra persona”. Yo me giré asombrada.

_ ¿Jacob?...

Mi amigo sonrió enormemente, mientras habría los brazos esperando que yo lo abrazara. Yo me eché a reír, y me acerqué a él, pero lo que hice fue darle un puñetazo en el pecho. Claro que no tubo el efecto que quería, ya que Jake lo que hizo fue echarse a reír. Pensé que me la debía. Por haberme “acariciado” y por saber esto y hacerse el que no.
_ ¿Sabias de esto?...
Él se alzó de hombros.
_ Alis, me llamó…

Le miré de mala manera.
_ ¿Por qué no me lo dijiste?...
_ Pues porque era una sorpresa… no debiste golpearme… -dijo sin dejar de reír-. Yo te cubrí en la fiesta…
_ ¿Qué pasó allí?...
_ Mejor no pienses en eso ahora… pásala bien, que mañana será otro día… -dijo guiñándome un ojo-.
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En cuanto caminé a la mesa, me senté al lado de Edward, la música sonaba,  yo solo atiné a por debajo de la mesa, buscar la mano de Edward y tomarla, él entrelazó sus dedos a los míos, y ambos nos miramos a los ojos.

_ ¿Cómo te sientes?... -me susurró-.
_ Feliz… -sonreí-. No te imaginas lo feliz que me has hecho con todo esto… es que si quiera puedo creérmelo…
_ Todos hemos cooperado con algo… -dijo sonriéndome, hablábamos entre nosotros-. Alice la decoración del local, se ha echado el día entero acá, mamá la comida y el biscocho, Rosalie… -sonrió-. Te juro que no la amenacé… -yo reí con ganas-. Jasper… bueno, a él si tuve que amenazarlo, pero igual, prometió comportarse y así sucesivamente.
_ ¿Invitaste a Jake?... -dije con dudas-.
_ Hace unas horas me arrepentí de eso… -dijo poniéndose serio-.

Yo sonriéndome me acerqué a su oído para susúrrale-.
_ ¿Sabes que a quien quiero es a ti, verdad?... -cuando dije aquellas palabras noté que su agarre en mis dedos se intensificó-. Es contigo con el quiero estar… son tus manos las que quiero que me acaricien…

Noté que apretó más fuerte mi mano y yo me aparté de su oído. Para mirarle, ví que estaba mirando para la mesa y que cuando levantó su rostro, fue directo para mirarme a los míos, y mieeeerdddaaaa, sus ojos estaban algo oscurecidos, mi entrepierna se contrajo un poco y cerré mis piernas fuertemente.

_ Com-por-ta-te… -dijo en mímicas y yo solo moví la cabeza positivamente, sabiendo que llevaba razón, si jugaba con fuego, terminaría quemándome, él volvió a mirar a la mesa y yo recosté mi espalda de la silla, para tranquilizarme un poco-.
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¿Qué decir De mi fiesta?... mejor no podía hacer, cenamos, escuchamos música, y comimos pastel. Todos estábamos sentamos en la misma mesa. Alice estaba a mi lado y del lado de ella estaba Jake. Edward estaba a mi otro lado, Jasper se había sentado al otro extremo de la mesa. Noté que ni hablaba solo tomaba de su vaso, Rosalie y Emmet hablaban entre ellos. Pero llegamos a un punto que hicimos una sola conversación. Comenzamos a bailar. Bailé con todos, menos con Jasper, quien estaba algo tenso en su silla, solo tomaba y hablaba cuando alguien le hacia una pregunta directa. Las horas estaban pasando. Y en una ocasión, nos juntamos Rosalie (quien ya me caía bien), Alice y yo. Las tres hablábamos de muchas cosas, no bebí ni una sola gota de alcohol. No quería terminar la noche borracha. Me fijé que Emmet y Edward estaban sentados uno al lado de otro y aunque ambos bebían, noté que hablaban entre ellos. Jasper luego se le unió y fue allí que lo veía sonreír por primera vez en toda la noche. Nana se había acercado a Esme y a Carlisle. Y Jake, no tardó en unirse al grupo de los chicos.

_ Arrogante, estúpido mala leche… -susurró Alice y Rosalie y yo la miramos con duda, ambas seguro nos hacíamos la misma pregunta, ¿con quien estaba hablando esta?... o mejor dicho ¿a quien se refería?...-.
_ ¿Alice?... -dije llamando su atención, ella nos miró y al ver que ambas la habíamos escuchado, sacó una sonrisita de apuros-.
_ Ups…
_ ¿Quién es ese?... -dijo Rosalie con una sonrisita burlona-.
_ Tu hermano… -soltó Alice sin mas, yo la miré con duda al pensar que no la había visto tomar alcohol. Rosalie se echó a reír-.
_ Llevas razón en eso… -dijo ella y ambas se echaron a reír-.
_ Mierda, mierda, mierda… -dijo Rosalie mirando a un punto en específico del local, su mirada fue de un asombro increíble, yo de manera inmediata seguí la mirada de Rosalie, y mi corazón se detuvo por unos segundos, para luego empezar a latir fuertemente, mis ojos se abrieron con asombro-.
_ Waoooaww… -susurró Alice-. ¿Edward toca la guitarra?...

Lo vi sentándose en una silla, que estaba colocada en el centro de la tarima, al mismo tiempo que se ponía la correa de la guitarra y la acomodaba en sus piernas. Se había quitado la chaqueta, y la corbata, y se había remangado las mangas de la camisa hasta los codos. Yo me quedé en estado de shock.

_ Edward también toca el piano… -dijo Rosalie, y noté cierto orgullo en su tono de voz-.

Edward miraba concentrado las cuerdas de la guitarra, y luego levantó la vista, mirándome fijamente a mí. Me sonrió de manera ladeada, provocando una maldita revolución en mi interior. Su mirada era tan penetrante, que sentí que iba a colapsar. No me podía estar haciendo esto, me iba a evidenciar delante de todos allí.

_ No-lo-puedo-creer… -dijo Alice emocionada-. Te va a cantar bella…

Edward seguía mirándome y yo tragando saliva. Lo ví mojarse los labios y tomar aire profundamente por la boca, para votarlo por la nariz, y sus dedos comenzaron a acariciar las cuerdas, haciendo que un sonido hermoso se escuchara en todo el local. El ritmo lo conocía. Pero cuando escuché su voz aterciopelada cantando la letra de aquella canción, juro que perdí el lazo con la tierra, eran solo nuestros ojos mirándose fijamente. Mientras él cantaba aquella canción con puro sentimiento. (Espero que puedan imaginarse la escena) (Pueden escuchar la canción del grupo Camila, “coleccionista de canciones”)
Tu, coleccionista de canciones…dame razones, para vivir.
Tu la dueña de mis sueños…quédate en ellos y hazme sentir.
Y así… en tu misterio poder descubrir…el sentimiento eterno.
Tu con la luna en la cabeza…el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir.
Tan solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo amor
Mientras escuchaba la su voz melodiosa, las cuerdas siendo tocadas por sus hermosos dedos y su mirada fijamente en mí, sentía que mi corazón le pertenecía por completo a Edward. Mi vida, jamás sería lo mismo sin él. Escuchaba el murmullo a mi lado, y sin darme cuenta sentí algo salado llegar a mis labios, eran lágrimas que caían, pero lagrimas de felicidad. Él continuó con la música.
Tu, coleccionista de canciones…mil emociones son para ti
tu lo que soñé mi vida entera… quédate en ella
y hazme sentir y así ir transformando la magia de ti en un respiro del alma
Tu con la luna en la cabeza…el lugar en donde empieza
el motivo y la ilusión de mi existir
Tan solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo
Ya no queda mas espacio en mi interior…haz llenado con tu luz cada rincón
es por ti que con el tiempo mi alma siente diferente
Solo tu, solamente quiero que seas tu
mi locura mi tranquilidad y mi delirio
mi compas y mi camino
Y sin darme cuenta mis piernas tomaron vida propia. Sabía que estábamos en una burbuja personal, en donde allí no había nadie más que él y yo. Y eso era suficiente para mí. Mis pies se detuvieron cuando llegué justo al frente en donde él estaba tocando la guitarra.  Terminó su último fragmento con una sonrisa. Esa que tanto me gustaba. Me sentía en las nubes, como si estuviera drogada. 
solo tu, solamente quiero que seas tu
pongo en tus manos mi destino porque vivo
para estar siempre contigo amor…
   
Lo vi, quitarse la correa de la guitarra por encima de la cabeza, sin apartar su mirada de la mía, yo sentía que no podía moverme. Él frunció el seño, mientras dejaba la guitarra en la silla, no se si era yo, pero había un silencio engrandecido. Lo ví bajar los dos escaloncitos de la tarima y acercarse a mí, con suma preocupación. Se coló a mi frente, mientras que sus manos fueron a mis mejillas, tratando de con sus dedos, desaparecer mis lagrimas, las cuales caían sin cesar.
_ Bella… -me susurró con preocupación-. ¿Qué rayos te pasa, amor?...

Subí mi mano para acariciar su mejilla y él me dejó, cuando mi dedo índice acarició su labio con delicadeza, lo sentí tensarse y mirar por encima de mis hombros. A donde suponía debían estar los demás. Lentamente me tomó de la mano y con sutileza la retiró de sus labios, y yo no quería que me aparatara, no me importaba nada.

_ Por favor… -le supliqué mirándole a los ojos, mientras sentía que me estaba comportando como una niña inmadura-. No me niegues esto… quiero besarte…

Lo ví abrir los ojos como platos.
_ ¿Qué?... -susurró preocupado, yo me puse una mano en la boca para no dejar salir un sollozo, la verdad no entendía que me pasaba, sentía un sin números de emociones, que sentía que me estaban superando. Tal vez era muy rápido, pero no solo sentía que estaba enamorada de Edward, si no que también lo amaba con  todo mi ser. Porque lo digo y lo siento, mi vida ya no tenía sentido sin él-.
_ Que quiero que me beses, Edward… -dije en un sollozo silencioso, solo nosotros dos nos escuchábamos, sabía que si los demás, nos estaban viendo, no podían escucharnos-.
_ Bella…
_ Te quiero… -le solté-. Te quiero, Edward… y… -dije mientras ví que frunció el seño fuertemente mientras llevaba su mano a mi mejilla, mientras la iba arrastrando hasta llevarla a mi nuca, ambos nos mirábamos a los ojos, mientras yo le hablaba-. Necesito que mi vida sea normal… eres la única persona que puede darme lo que quiero y necesi…

Todo fue tan de pronto, Edward interrumpió mi oración, haciendo presión con su mano en mi nuca y acercando mi cara a la de él, inclinó su cabeza y besó mis labios. 
Yo de manera inmediata agarre su nuca, enredando mis dedos en su pelo y abriendo la boca para darle paso a su lengua. Nuestros labios se encontraron y se movían suavemente, pero a la vez, nos besábamos de manera necesitada. Edward abría su boca abarcando la mía, metiendo su lengua en mi boca, hasta enredarla con la mía, yo le respondía de igual forma. Sus labios rozaban, acariciaban, besaban y disfrutaban de los míos, yo con mi lengua, también traté de seguir su ritmo y profundizar cuanto mas podía el beso. Los labios de Edward, eran tan embriagantes, su lengua tan suave y su saliva tan dulce, que de no ser porque necesitábamos aire, no pararía de besarlo jamás. Antes de separarme para tomar aire, traté de memorar aquel beso que nos estábamos dando. No aguantaba las sensaciones que se arremolinaban en todo mi cuerpo…
  
CONTINUARÁ...

Lamentablemente debía cortar el capitulo, es que me estaba quedando demasiado laaargo, espero que no les haya fastidiado lo extenso. Igualmente GRACIAS por continuar leyendo la historia. Besotes y abrazos. Un agradecimiento especial a Bera Lucy, Antarez, Vale, KutisHN. GRACIAS POR SUS TAN LINDOS COMENTARIOS, BESOS Y ABRAZOS...

NOTA: KutisHn, dios linda, me hiciste sentir malisimo por el hecho de saber que esperas mis adelantos, te juro que he buscado todas las formas de enviartelo, es solo que tu cuenta de FF, no me da la opcion de enviarte un MP, te juro que lo intento todas las semanas. si tienes un correo electrino, me lo puedes enviar y yo con mucho gusto y felicidad te responderé tus comentarios y te enviaré tus adelantos. BESOTES LINDA. espero tu respuesta...