LA HIJA DEL PRESIDENTE

viernes, 7 de octubre de 2011

CAPITULO VIII.
TE PRECISO.

Edward Pov.

Bella se había parado a bailar con un chico, y mientras lo hacía yo no despegaba mi mirada de ella, fue cuando vi a Jasper sentarse a mi lado, su cara reflejaba lo incomodo que estaba. Yo me sonreí.
_ ¿Y entonces?... –le dije divertido-.  
_ No se para que mierdas le avisaste a Emmet en donde estabas, me sacó de mi cama a pleitos…
_ Quise avisarles, para que me mandaran algunos refuerzos, estos lugares la verdad no me gustan mucho… -le dije a Jasper mirando a mi alrededor-. No me gusta la combinación de la oscuridad, el alcohol y la actitud rebelde de la hija del presidente… -bufé al nombrarla a ella, Jasper puso cara de asco mientras me preguntó por ella-.
_ Y hablando de la chica insoportable… ¿en donde rayos anda metida?...

Yo instintivamente miré a la pista de baile, en donde hacia unos segundos, ella estaba bailando con un tipo que al parecer conocía, porque cuando vino a sacarla a bailar la había llamado por su nombre, mi corazón dejó de latir en mi pecho al no verla en aquel lugar, imagino que Jasper debió ver como se fue todo el color de mi cara, yo me paré de golpe, la verdad es que al ser alto pude darle un vistazo a los jóvenes que se encontraban bailando en la pista de baile, y ni rastros de la hija del presidente ni de su amiga y acompañantes.

_ ¡MIERDA!... –dije sumamente molesto mientras me eché a correr a la pista de baile, Jasper me pisaba los talones, me pareció escuchado susurrar algo como: “ubicación de la hija del presidente… 911, 911”… yo revisaba de manera desesperada todos los rincones, sentía a la gente estorbarme, a pares de ellas llegué hasta apartarlos de mi camino con algo de brusquedad, no se si era yo, pero sentía a las personas eufóricas, mi corazón latía como loco, mis manos sudaban, mis nervios estaban hechos un desatino. Cuando me vino a la mente el baño de chicas le pregunté a unos jóvenes que estaban devorándose en una esquina, el tipo manoseaba y besaba a la chica de manera poco decorosa, me acerqué a ellos.
_ ¿Dónde quedan los baños?...

El chico solo apartó la boca del cuello de la chica para maldecirme.
_ Que te jodan, desaparece…

Yo respiré hondo, mientras lo maldije también.
_ Infeliz…

Y seguí corriendo por el pasillo. Mierda estaba tan enfadado con esa chiquilla que juro que ahora si que me iba a conocer, esperaba encontrarla para hacerla ver que es sacar a Edward Cullen de sus casillas.
Al final del pasillo pude ver un dejavú. Al lado de las puertas de los baños, Había una  chica recostada de la pared y un chico quien la presionaba con su cuerpo mientras la devoraba de manera lujuriosa. 

La chica con una de sus piernas le rodaba la cadera al tipo, quien tenía muy bien ocupada las manos con la pierna de la chica, la otra pierna de ella estaba en el piso, yo disminuí el paso, aunque me acerqué a ellos, debía revisar los baños, tal vez las chicas se encontraban allí. Pero al llegar a los dos sujetos me quedé de una pieza al reconocer a la chica.





***
Sentí unos pasos detrás de mí, todo aquello fue en segundos, ví a Jasper tomar al chico por las mangas de la camisa y quitarlo de encima de Alice, nunca imaginé a Jasper tener tanta fuerza, ya que del mismo estirón, con que lo había apartado de Alice, también lo había lanzado al suelo. Alice abrió los ojos como platos y yo fruncí el seño, al notarlos demasiados rojos, Jasper miró a Alice con un veneno increíble.

_ Ey!... Jasp… -sonriéndose puso cara de apuros-. Ups, lo siento, oficial Whitlock… que brusco es…
_ ¡La Señorita Swan!... –dijo Jasper demasiado alterado-.

Alice me tenía desubicado, ya que ví como se mareó y se sostuvo de la pared para no caerse, yo de manera inmediata me acerque a ella y la sostuve mientras le susurré o más bien le supliqué.
_ ¿En donde está Isabella?...

La vi pestañar varias veces como si no pudiera fijar la mirada, ahora mis nervios estaban de locos.
_ Alice… -dijo el tipejo, Jasper y yo lo giramos a ver mientras este con mala cara se ponía de pies, ya que estaba en el suelo, miró a Jasper de mala manera, él también tenia los ojos rojos-. Mejor nos veremos en otro momento, al menos espero que Alce si pueda disfrutar a tu amiguita, y que no los interrumpan como a nosotros…

Yo cerré los ojos por unos segundos, estaba perdido, en ese momento no me importaba el puto trabajo, mi carrera, mi puesto, ni siquiera que Emmet me matara, lo único que me importaba era ella, su bienestar. Solté a Alice para llevarme ambas manos a los cabellos y tiré de ellos, como acto reflejos de mis nervios, miré a Jasper y este me miraba fijamente.
_ Tenemos que encontrarla inmediatamente, no sabemos quien es esa persona con la que se encuentra… -dijo Jasper entre dientes y yo de manera bruta y poca caballerosa golpeé la puerta del baño que quedaba cerca de la cabeza de Alice mientras le grité como un energúmeno-.
_ ¡¡¡MALDITA SEA, ¿EN DONDE DIABLOS ESTÁ ISABELLA?!!!

Y lo que escuché a continuación me dejó de una pieza.

Del otro lado de adentro del baño, escuché unos golpes, alguien golpeaba la puerta con los puños de manera desesperante, los gritos desesperados de Isabella me dejaron petrificado.
_ ¡¡¡Edward… Edward… por favor ayúdame!!!... ¡Edward… abre la puerta, por favor, sácame de aquí!!!...

Yo rápidamente giré el pomo de la puerta, pero estaba asegurada, lo giré rápidamente hasta que comprobé que eran de esas cerraduras que se cerraban desde afuera con llave. Los gritos de Isabella me tenían nervioso, estaba gritando y golpeaba la puerta.
_ ¡¡Bella Tranquilízate, te voy a sacar de ahí!!... –le grité mientras miré rápidamente a Alice quien seguía como media ida-.
_ ¡¡Alice, Alice… la llave… la maldita llave, la necesito para sacar a Isabella de ahí!!...
_ La Llave la tenía… marcos… -dijo ella-.
_ ¡¿Y quien diablos es Marcos?!... –dijo Jasper exasperado mientras la tomaba del brazo y la zarandeaba-.
_ El chico que se fue…

Jasper y yo nos miramos por unos segundos, ya que miramos la puerta de manera horrorizada cuando escuchamos los gritos de Bella.
_ ¡Suéltame, suéltame!... ¡No me toques, infeliz!...

Yo abrí los ojos como platos mientras comencé a darle patadas a la puerta si no había llaves iba a derribarla, escuché a Jasper preguntarle a Alice.
_  ¿Hay alguien con ella adentro?...

Al mismo tiempo que Alice contestaba escuché un golpe fuerte del otro lado de la puerta como algo que se había quebrado.
_ Si, Alec está con ella…

Y su respuesta y el golpe del otro lado fue lo que necesité para sacar mis pistola de los pantalones, la corrí y disparé a quema ropa la cerradura, menos mal que Jasper de puro instinto al verme sacar la pistola, apartó a Alice de la puerta, el disparo fue suficiente para que la música la cual se escuchaba a lo lejos dejara de sonar y el sin numero de oficiales que acompañaban a Jasper salieran en nuestra búsqueda, yo corriendo entré al baño, para ver a Bella sentada en una esquina temblando de manera brusca, mientras abrazaba sus piernas y miraba a su otro extremo, seguí su mirada y en la otra esquina estaba un chico inconciente tirado en el suelo mientras sangraba de su cabeza, había una botella quebrada en el piso, no detuve mi vista mas de un segundo en el chico ya que al verla a ella tan descompuesta corrí hacia ella y me acuclillé frente a ella. Yo le puse la mano en la mejilla mientras la obligaba a que me mirara.

_ Señorita… -le susurré y al ella al escuchar mi voz, sorprendiéndome, rompió a llorar y se tiró a mis brazos, rodeando mi cuello con los suyos y hundiendo su cabeza en mi cuello, yo rodeé su cintura, mientras me terminé de sentar en el piso-. Y la abrasé de manera fuerte, no solo con mis brazos si no también con mi alma, mientras ella lloraba de manera desconsolada, miré de reojo y vi a Jasper revisar la yugular del tipo, me miró y al ver mi mirada asintió haciéndome saber que estaba vivo, el baño se llenó de oficiales armados y preparados para una batalla, mientras Isabella seguía enganchada en mis brazos, no podía escucharla sollozar de esa manera, la verdad eso me estaba matando.

_ Shhhh, tranquila… -le susurré en el oído, mientras me dejaba llenar de su olor, sus cabellos estaban enterrados en mi nariz, la suavidad de ellos era increíble-. Todo esta bien, pequeña… shhh, ya pasó…

Ella se apartó para mirar mis ojos, los de ella estaban rojos e hinchados.
_ ¿Lo maté?... –dijo en un susurro, noté preocupación y miedo en su mirada, yo no pude evitar llevar mis manos a su cara, para con mis pulgares quitar las lagrimas que corrían por sus mejillas, ambos nos mirábamos a los ojos-.
_ Lamentablemente no… -dije y le sonreí divertido, solo trataba de tranquilizarla-.
_ No sabía que hacer… -dijo llorando-. Solo traté de defenderme, no quería lastimarlo… me quería obligar a… -dejó la frase a medias y volvió a abrazarme yo algo achocado volví a aceptarla y a rodear mis brazos en su cintura, sujetándola fuertemente a mí, como si mi vida dependiera de ello-.

Obviemos las condiciones en las que se encuentran en esta foto solo quiero que presten atención en la forma en que se abrazan, de esa forma se estaban abrazando Bella y Edward en este momento.
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Bella Pov.

Alec vino por mí a la mesa, yo sin mirar siquiera a Edward quien estaba sentado a mi lado me paré y tomándolo de la mano, me fui a bailar con él. Marcos bailaba con Alice. Nosotras conocíamos a marcos y Alec, la verdad cada vez que veníamos a este lugar siempre nos encontrábamos y las pasábamos bien, como amigos. Ellos no imaginaban quien era yo, y eso me agradaba, la verdad me gusta pasar por alguien común y corriente, la música tecno era divertida, marcos y Alice bailaban a nuestro lado. Los cuatros casi bailábamos juntos, cada vez que miraba para la mesa, veía a Edward quien no me perdía de vista, en ocasiones hasta nos topábamos la mirada, debía acostumbrarme a él. Si no puedes contra el enemigo únete a él. Y ahora me sentía algo mas jodida, porque no pasaban 10 segundos en los que no recordara el beso que nos habíamos dado, los labios y la forma de besar de mi custodio eran increíble, sonreí al saber que debía permitirme volver a tocar sus labios nuevamente. En ese momento volteé a mirar a Alice y la ví echarse algo a la boca, fruncí el seño, eso nunca lo hacíamos, marcos se tiró una pastilla en la boca y miró para arriba para facilitar que le bajara por la garganta, marcos le pasó dos a Alec, quien disimuladamente se tiró una a la boca y me extendió una, yo negué frenéticamente con la cabeza ni loca me tomaría algo que me dieran y mucho menos de esos chicos que no lo conocíamos tan bien.

_ Anda!... –me gritó él en el oído, sin dejar de bailar, para que yo escuchara por encima de la música-. No es nada malo, es para divertirnos más…
_ ¡No necesito de eso para divertirme!... ¡Ya me estoy divirtiendo!... –y seguí bailando-.

Pasaron unos minutos cuando vi a Alice moverse algo extraño, ella bailaba pero movía la cabeza de una manera extraña, como si esta estuviera extasiada con el sonido de la música, marcos inmediatamente se acercó a ella y comenzó a adherírsele de una manera que no me agradó y lo que mas me extrañó es que ella no hacía nada por apartarlo de su cuerpo, yo dejé de bailar y Alec me miró extrañado, se acercó a mi oído para susurrarme.
_ ¿Sucede algo, linda?...
Le sonreí.
_ No, solo necesito ir al baño… ¿Alice me acompañas al baño?...

Le dije y sin dejar que me contestara la tomé del brazo y la arrastré conmigo, escuché a Alec decir:
_ Las acompañaremos… -ví que Alec al pasar por una mesa, de manera disimulada, sin que los dueños vieran, se llevó la botella que estaba sobre la mesa, eso era ROBAR, pero no le presté asunto, nos metimos por el pasillo en donde al final estaban los baños, llegamos y noté como Alice se recostó de la pared, preocupada me acerqué a ella-.
_ ¿Qué pasa Alice?... ¿te sientes mal?...
_ Las cosas me dan vueltas… -dijo pasándose las manos por los ojos, Alec y marcos se quedaron apartado de tal manera que hasta por unos segundos olvidé sus presencias-. Me siento demasiado arrebatada-.
_ Tranquila, entramos al baño, te lavo la cara y vamos por Edward para que nos lleve a casa…
_ No siento fuerzas en las piernas… -dijo dejándose arrastrar hasta quedarse sentada en el piso escondió su cabeza entre las piernas, yo comencé a asustarme de manera inmediata me acuclillé frente a ella-.
_ Alice… necesito llamar a Edward… él te colgará hasta el auto…

Miré y vi a los dos chicos hablándose bajitos entre susurros, no alcanzaba a escuchar de que hablaban, pero algo no me estaba gustando, no era tan estúpida para darme cuenta de que Alice solo estaba pasando por los efectos de lo que ellos le habían suministrado, en ese momento me maldije por no tener grabado el numero del celular de Edward en el mío, ahora tampoco me atrevía a dejar a Alice sola, mientras iba por él.
_ Alice… ¿no puedes sostenerte ni un poquito?...
_ Espera… -me susurró sin dejarme ver su rostro-. Ya se me está pasando el mareo… solo tráeme un poco de agua del baño para mojarme el rostro…
_ Bien… pero prométeme que no te vas a mover de aquí…

Ella quien seguía con la cabeza entre las piernas, la ví mover la mano positivamente, yo lentamente me puse de pies y abrí la puerta para entrar al baño.   
Al entrar dejé la puerta abierta, para estar pendiente si Ali me necesitaba, inmediatamente con la mirada ubiqué el juego de vasos, los cuales estaban a un lado de la encimera. Tomé uno y abrí el grifo para llenarlo, me espanté cuando levanté la vista y ví a través del espejo a Alec quien estaba justo detrás de mí, cerré la llave y me giré con el vaso con agua, él me sonrió, pero la verdad no me gustó mucho la forma en que me miraba, tal vez se debía a que tenía los ojos mas oscuros que de costumbre.


 Miré a través de sus hombros y noté que la puerta que yo había dejado abierta estaba cerrada.

_ Alec… -le dije amablemente pero bastante seria-. Deja llevarle esto a ali, la verdad no la veo muy bien…

Cuando iba a caminar, él con un solo paso me bloqueó el camino, intenté evadirlo por el lado derecho y dio otro paso para volverme a impedir que caminara, lo miré a los ojos y él me sonrió.
_ Bella… ¿podemos hablar un momento?...
_ Lo que quieras, pero primero permíteme pasar, mi amiga no se encuentra bien…
_ Está bien… Marcos está con ella en este momento… -y sonrió divertido-. Yo no la ví tan mal…

Fruncí el seño.
_ Bien… igualmente salgamos de aquí…
_ Shhh… -dijo él acercándose a mí y quitándome el vaso de la mano-. Alice te va a agradecer el que no la interrumpas en este momento, ven…

Puso el vaso que me había quitado junto con la botella de alcohol que había robado en aquella mesa y las puso sobre la encimera, yo solo le miraba fijamente, él me tomó una de mis manos y me jaló suavemente mientras me colocaba contra la encimera, mis glúteos quedaron adheridos a la encimera y él se colocó frente a mí, acorralándome con la meseta, y miró mis ojos, hablándome suavemente, llevó su mano para acariciar mi mejilla y colocar los cabellos que rodeaban mi rostro detrás de la oreja, era casi imposible porque los llevaba muy alborotados.

_ Bella… desde que te conocí me has dejado prendado… me gustas demasiado… y me gustaría que me dejaras conocerte…

Y cuando me vine a dar cuenta sus labios estaban sobre los míos, la verdad aquel beso me dejó fuera de base, le correspondí el beso aunque no sentí absolutamente nada con él, es que a pesar que el de Edward, había sido mas brusco, el torrente de sangre me revolteó de una manera increíble. Sin duda su beso no me estaba gustando y al sentir que una de sus manos tocó mi muslo y quiso entrarla por debajo de mi minifalda, yo asustada puse mis manos en su pecho y lo empujé. Lo fulminé con la mirada, su mirada pasó de dulce a molesta también.

_ No te atrevas a tocarme imbécil… -le dije entre dientes-.

Y ví como Alec se me acercó de manera rápida y puso sus manos por debajo de mis cabellos agarrándome de manera tan fuerte el pelo, que me inclinó la cabeza hacia atrás, me dolió bastante.
_ Quédate tranquila, si te hubieras tomado la pastilla que te dí, ahora no estuvieras comportándote de esa manera tan estúpida… y te guste o no… este gusto que tengo metido me lo sacaré contigo ahora, te guste o no la idea…

Mi corazón se disparó al escuchar eso, escuché unos murmullos fuera del baño, pero mis pies no respondían, Alec me agarraba del pelo fuerte, me dolía tanto que hasta las lágrimas salían por mis ojos.
_ Ale, ale… -le supliqué-. No me hagas esto… me estas lastimando…

Lo vi inclinarse y oler mi cabello como si fuera un demente. Estaba demasiado asustada, no se en que mierda me estaba metiendo cuando me aparté del lado de Edward. Estaba sumamente asustada.
_ Hummm…. ¿siempre hueles así de exquisito, Bella?... eres hermosa… me gustas tanto… pareces una niña especial… -dijo y mi alma se enfrió al momento-. ¿Acaso lo serás?... ¿Quién era ese tipo quien te custodiaba?... ¿acaso es tu custodio?...
_ Alec… -dije y mi voz salió en un susurro, tenía miedo-.
_ Luego que disfrutemos el momento quiero que le digas algo a tu padre… -yo abrí los ojos como platos-. Dile que mi padre, el ex embajador, le manda saludos… si no sabe quien es… -dijo mientras tiraba mas de mi cabello, yo jadee de dolor mientras mis lagrimas salían a chorros de mis ojos-. Dile que su apellido es Vulturis… -sonrió-. Seguro que le recordará de inmediato…

Y en ese momento sonó un golpe contundente en la puerta, cosa que hizo que Alec y yo miráramos a la puerta de golpe, al escuchar la voz de Edward al otro lado sentí que el cielo se me abrió, Alec sin darse cuenta soltó mi agarré.

_ ¡¡¡MALDITA SEA, ¿EN DONDE DIABLOS ESTÁ ISABELLA?!!!

Dijo Edward desde el otro lado y yo aproveché el aturdimiento de Alec y de un empellón aparté a Alec quien traspilló y calló al suelo, yo corrí hacia la puerta y con mis puños cerrados golpe frenéticamente la puerta pidiéndole ayuda a Edward. No me importaba que mis manos se lastimaran, golpeaba la puerta con ambas manos, estaba asustada. Ví que movían de manera frenética el pomo de la puerta y allí fue que me dí cuenta de que la puerta debía estar asegurada por fuera. Yo comencé a sollozar. La voz de Edward desde el otro lado de la puerta reflejaba preocupación.

_ ¡¡Bella Tranquilízate, te voy a sacar de ahí!!... –lo escuché decir en un tono alto, mis manos temblaban-.

Afuera debían haber varias personas, los escuchaba discutir, pero porque rayos no habrían la puerta de una maldita vez. Fue cuando sentí que Alec me tomó del brazo de manera brusca apartándome de la puerta y haciendo que casi cayera al suelo.

_ ¡Suéltame, suéltame!... ¡No me toques, infeliz!... –le grité mientras me zafaba de su agarre, seguro que me quedarían marcas, y corriendo me acerqué a la encimera, reaccionando de puro impulso, tomé la botella que estaba sobre ella y me giré, ya Alec iba para arriba de mí y solo atiné con pegarle la botella en la cabeza, lo ví dar dos pasos hacia atrás, la botella se hizo añico, haciendo que una parte quedara en mis manos, yo con los ojos abiertos como platos me horroricé de lo que había hecho, la sangre salía a montó de su cabeza y aquello me terminó de tumbar, de manera automática solté el pedazo de botella que me quedaba en mis manos y esta aterrizó en el piso volviéndose pedacitos, aquello fue en segundos, ví a Alec caer en el piso inconciente y yo corrí hacia la esquina del baño llorando fuertemente, mientras mi mente me torturaba fuertemente “lo mataste, Bella, lo mataste, Bella, eres una asesina, eres una asesina”. Me dejé caer sentada en el suelo y escuché aquel disparó pero no levanté mi vista, solo miraba a Alec tirado en el suelo inconciente, con un charco de sangre cerca de su cabeza, veía todo borroso, imagino que por las lagrimas, estaba en shock, fue cuando sentí aquel calor tocar mi mejilla, mi cara giró muy lentamente para toparse con aquellos ojos verdes esmeraldas llenos de hálito, su voz aterciopelada llegó hasta mi corazón.
_ Señorita…
No entendí que me pasó, pero su voz me desarmó y en ese momento sentí que el podía darme lo que necesitaba, aliento, lo abrasé como si mi vida dependiera de él, mis brazos rodearon su cuello, hundí mi cabeza en su cuello y me dejé consolar, Edward me abrazó fuertemente, rodeó mi cintura, mientras se acomodaba a mi lado, yo lloré como nunca había llorado frente a nadie, Edward acariciaba mi espalda suavemente, acariciaba el tope de mi cabeza, su abrazo se sentía tan bien, su olor, su calor todo él, me hizo desarmarme mas y querer que no se apartara ni un momento de mí, lo necesitaba, y él, a pesar de lo mal que me comportaba con él, volvía a salvarme de mi revoltijo.  

_ Shhhh, tranquila… -me susurró al oído suavemente sin dejar de acariciar mi espalda-. Todo esta bien, pequeña… shhh, ya pasó…

Sabía que mi cuerpo temblaba. Lentamente me aparté de él y lo miré a los ojos. En realidad tenía miedo de escuchar la respuesta de la pregunta que iba a hacerle.
_ ¿Lo Maté?... –era una asesina, él sin apartar su mirada profunda de mis ojos, llevó sus manos a mi cara para tratar de eliminar las lagrimas que me caían en la mejilla, era imposible, porque ellas no dejaban de salir de mis ojos, su roce me quemaba, su caricia suave me embobó, su respuesta y su sonrisa de lado me dejó algo aturdida-.
_ No sabía que hacer… -dije temblando al recordar la evidente amenaza de Alec-. Solo traté de defenderme, no quería lastimarlo… me quería obligar a…

Dios. El miedo invadió nuevamente mi cuerpo, dándome una sacudida de dolor que no podía soportar, y al saber que solo en los brazos de Edward hace unos momentos me había sentido segura fue lo que me llevó a volver a abrazarlo, Edward nuevamente correspondió mi abrazo, no permitiendo que me rompiera, cosa que desde hace muchos años era una costumbre en mí.


        
 GRACIAS POR SEGUIR MI HISTORIA...


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