LA HIJA DEL PRESIDENTE

jueves, 8 de marzo de 2012

CAPITULO XXVIII.

APRENSIÓN…

Papá me miraba fijamente. En ese momento la puerta se abrió de golpe, dejando entrar de repente a Charlie Swan bastante irritado, y seguido por Emmet y a Jasper. Papá y yo al mismo tiempo volamos de la cama, apartándonos de Bella. Mi actitud de inmediato se puso en alerta, porque juro por mi vida, que no iba a permitir que absolutamente nadie, apartara a Bella de mi lado.              

La mirada de Charlie Swan se fue primero a mi padre y luego a mí, cuando giró y vio a su hija acostada en la cama, todo gesto de molestia se fue de su rostro, dejándose embargar por una preocupación increíble, no podía creer su sencillez, estaba vestido con unos simples jeans negros, los cuales abajo estaban sucio de barro, zapatos, una camisa y una cazadora de cuero negra, bastante caliente supongo que para el frío que estaba haciendo fuera, quien lo viera así, no creería jamás que estaba en presencia del Presidente de los Estados Unidos, él caminó rápidamente hacia su hija, mi mirada no se apartó de sus movimientos. Se acuclilló cerca de su rostro y su mano fue de manera inmediata a su frente, su reacción al tener contacto con la piel de su hija, fue la misma que la mía, al darme cuenta lo caliente que estaba, la apartó de inmediato horrorizado, y se paró de golpe girándose hacia mí. Su mirada se endureció en cuanto nuestros ojos se toparon.
_ ¿En donde estaba?... ¿en donde la encontraste?...
_ Estaba en medio del Bosque, señor… estaba inconsciente…
_ Emmet… -miró a Emmet para ordenarle-. Vamos a llevárnosla a la casa Blanca…

Yo me tensé de inmediato, y enseguida mi padre dio los pasos necesarios hasta llegar a Charlie.
_ Disculpe, señor presidente, permítame presentarme… -dijo mi padre extendiéndole la mano, Charlie se la dio aun mirándolo con duda-. Soy Carlisle Cullen, y soy doctor, específicamente el director general del “George Washington university hospital”, su hija va a estar bien, la acabo de medicar para controlarle la fiebre…
_ Oh!... -dijo Charlie algo asombrado-. Encantado… -miró de reojo a Emmet-. Supongo que ha estado en buenas manos… -dijo entre dientes, no se por que-. ¿Qué tiene mi hija, Dr. Cullen?... -dijo mirando a Bella con preocupación-.
_ Bueno… simplemente puedo darle un diagnostico por encima, no cuento con los mecanismos para evaluarle la muñeca… -mientras papá seguía hablando Charlie Swan le dio la espalda para acercarse lentamente a su hija de nuevo, volvió acuclillarse, estaba embelezado mirándole el rostro, no estaba seguro si seguía escuchando a mi padre-. Pero la experiencia me dice, que puede tener un esguince en la muñeca… sería bueno tirarle una radiografía para descartar cualquier fractura, pero hay que medicarla para el dolor…

Papá calló por unos segundos y todos en la habitación vimos como Charlie Swan, con cierta ternura acarició suavemente la mejilla de bella, en donde estaban marcados ligeramente los dedos de su fatídica esposa.

_ ¿Qué me recomienda doctor Cullen?... -dijo y yo miré de golpe a mi padre, esperando que recordara mi suplica-.
_ Pues… -dijo Carlisle-. Si… prefiere, le recomiendo dejarla que descanse, yo mandaré al hospital por los medicamentos y utensilios necesarios, para darle los primeros auxilios, me comprometo a cuidar a su hija personalmente, presidente… la fiebre cederá con lo que acabo de inyectarle, igualmente la medicaré para el dolor, dormirá toda la noche…
_ Bien… -dijo Charlie chequeando la mano lastimada de su hija-. Emmet manda a alguien por las cosas que necesite tu padre… y… si no hay problema, quisiera quedarme un momento a solas con mi hija…

Yo miré a mi padre. Quien movió la cabeza positivamente en señal de que todo iba a estar bien. Dolía como el demonio separarme de ella, pero igual sería solo un momento. Porque ella se quedaría en casa toda la noche.

Todos salimos de la habitación. Yo me dirigí hacia el barandal de las escaleras, mi mente estaba bastante lejos de allí. Escuchaba el murmullo. Pero mi mente no lograba procesar lo que hablaban. Solo me sentía agotado, muerto. Todo el estrés estaba haciéndome sucumbir. El pecho me dolía. 

Miré para el suelo, la verdad sentía que estaba a punto de colapsar, fue justo a tiempo, cuando sentí una manota fuerte y grande apretar uno de mis hombros, ni siquiera me sentía con fuerzas para levantar mi cabeza. Su voz reconfortable me hizo cerrar fuertemente los ojos.

_ Tranquilo, Hermano… ya todo pasó… -dijo Emmet muy cerca de mí, su voz era un susurro-. Bella esta acá en la casa, y va a mejorar… tienes que tranquilizarte… -mi respiración estaba bastante agitada, inclusive separé un poco los labios para poder respirar también por la boca, Emmet apretó mas fuertemente mi hombro-. Todo está bien… respira… -estaba haciendo un maldito papelón frente a mi hermano, frente a la persona en donde siempre me había lucido como el que había madurado, supongo que debía estar viéndome como aquel niño debilucho al que en el instituto siempre tuvo que defender y proteger-. Eso… -dijo al verme tranquilizar un poco-. Rayos, es mi deber felicitarte, esta noche me siento tan orgulloso de ti, Edward… -yo seguía con mi mirada clavada en el suelo, él hablaba tan bajito, que apenas podía escucharlo-. La encontraste justo a tiempo… mamá dijo lo mal que la trajiste… no me arrepiento para nada de haberte asignado como su custodio, Edward… haces un trabajo excelente… -su voz se escuchaba tan seria y tan sincera que lentamente fui abriendo los ojos-. Necesitas una muy buena recompensa por el buen trabajo que has hecho esta noche… -fruncí el ceño y lentamente lo miré, Emmet estaba tan serio que su comentario me sacó fuera de base-. La recompensa que tendrás es que por ningún motivo el presidente se va a enterar que en la cama que se encuentra acostada su pequeña princesa, es precisamente la tuya… que en la habitación que él se encuentra en este momento es la tuya, jejejeje… -se rió como si estuviera contando una maldita travesura, recordándome por un momento al Emmet inmaduro que yo conocía-.

No pude evitar sonreír mientras ponía cara de absurdo, noté que al verme sonreír mientras yo movía la cabeza negativamente, se relajó, hasta ese momento no me percaté que estaba tenso.
_ ¿Más tranquilo?... -me dijo medio serio-.

No hablé, solo moví la cabeza positivamente.

Bella Pov.

Escuchaba unos murmullos, a mí alrededor. Se escuchaban tan lejos. Fue cuando me percaté de la opresión que sentía en todo mi cuerpo. Era como si algo pesado estaba sobre mí y no me permitiera ni mover. Sentía solo un poco de dolor, “nada” comparado con lo que había sentido en el bosque. Aquellos recuerdos me vinieron encima de golpe, el dolor de mi muñeca, el frío que me hacia doler los huesos y la ansiedad y desespero al sentirme perdida, traté de hablar y pedir que me ayudaran, pero la voz no me salía, quise removerme y mi cuerpo no me respondía, estaba empezando asustarme, a pesar de que ya no hacía frío y mi mano no dolía tanto. ¿Por qué no podía moverme?... quise gritar desesperada, pero estaba sumida en aquellos sueños, en donde haces todo el maldito esfuerzo de moverte o de hablar y no puedes, la sensación es horrible. Unos dedos calidos se colocaron en mi cien, y retiraron lo que supuse unas lagrimas, ¿en donde estaba, porque los murmullos, habían callado, por que me sentía tan mal?... quería moverme, quería despertar de esta pesadilla, pero aquella voz en mi oído me hizo tranquilizarme.

_ Shhh, tranquila, princesa… estás bien… papá está contigo… -unos dedos acariciaban mi frente y mi coronilla, esa era la voz de Charlie, y aquello me descolocó-.
_ Es la anestesia… -escuché otra voz cerca de mí, y podía reconocerla, era de Carlisle-.

Quise llorar porque en realidad no los quería a ellos a mi lado. Solamente quería que unas manos me tranquilizaran y eran las de él… si esto era un mal sueño y aún seguía perdida en el bosque, seguro ya estaba agonizando. Iba a morir, quería despertar, quería pedir que él estuviera a mi lado, quería que me tocara y al parecer el desasosiego que sentía pudo lograr que mi voz saliera y lo llamara con un jadeo lastimero.
_ Edward… Edward…

Los dedos que había sentido en mi frente detuvieron de golpe el movimiento. Y el silencio reinó haciéndome caer nuevamente en un sueño profundo. 
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Lentamente fui despertando. Sentí el alivio, al ver que en esta ocasión mis extremidades si respondían a mis impulsos, moví mis dedos, mis piernas, y aunque no me sentía del todo bien, lentamente fui abriendo mis ojos, algo frío se posó en mi frente y provocó que me estremeciera.

_ Shhhh, tranquila… -susurró una voz puramente maternal, abrí los ojos de par en par, para ver a Esme sentada en la orilla de la cama, a la altura de mi cintura, poniéndome paños fríos en la frente, ella me sonrió tan dulcemente que me relajó-. La fiebre aún persiste un poco, pequeña, pero ya estas mejor…

_ ¿Y Edward?... -fue lo primero que pregunté, ella sin dejar de sonreírme, miró a un lado y yo seguí su mirada, para toparme con una escena que me estrujó el corazón hasta ya no poder, Edward estaba acostado en un sofá negro que había en su habitación, no tan lejos de la cama, estaba acostado en posición fetal, estaba durmiendo profundamente, su pelo despeinado cubría su frente y lo hacia parecer un ángel, yo no pude apartar mi mirada de él, estaba tan lejos de mi, que me sentía extraña-.


La voz de Esme era tan dulce.
_ prácticamente tuve que amenazarlo con sacarlo de la habitación, si no se recostaba un rato… apenas lleva recostado unos 20 minutos… pasó toda la noche poniéndote pañitos fríos…
_ ¿Qué hora es?... -dije mirándola-.

Ella quitó el paño de mi frente y volvió a entrarlo en un balde de agua, lo empapó, lo exprimió y volvió a colocarlo en mi frente, no pude evitar estremecerme ante el contacto frío del paño en mi frente.

_ Las nueve de la mañana…

Yo me quedé sin habla… Edward no había dormido en toda la noche.
_ Te quiere, por eso impidió que nadie mas cuidara de ti… -dijo Esme como si supiera lo que estaba pensando, sonrió divertida-. En cuanto tu padre abandonó la casa, discutió con Carlisle, con Alice, hasta conmigo…
_ ¿Papa estuvo acá?... -dije sin aliento-.
_ Si… tu papá te quiere mucho pequeña… estuvo contigo como hasta la una de la mañana, al parecer confió en el cuidado de Carlisle… dijo que volvería hoy temprano… -sonreí ante la sensación que provocó eso en mí-. También estuvo revoleteando como loca Alice… cuando ella y Edward discutieron terminó por dormir en la habitación en la que normalmente se queda Jasper cuando viene… allí está durmiendo, tu amigo Jacob se fue seguido que tu padre y sus oficiales… Carlisle y yo nos mantuvimos dándote vuelta, pero Edward no se apartó de ti en ningún momento… -yo volví a girar mi rostro para verlo dormir, mientras susurré las palabras que me salían de mi corazón-.
_ Lo amo…
_ Mi niño también te ama… -dijo Esme orgullosa y yo la miré, ella extendió su mano y acarició mi mejilla-. Y me gustas… me gustas mucho para él… se ve tan feliz cuando está a tu lado… -mis ojos se aguaron, al ver en la señora que tenía en frente, el apoyo que pedía de mi madre-. No vayas a llorar, pequeña… que si Edward se despierta me echará de la habitación, a mi también… -ambas sonreímos divertidas-.

Fui a mover mi mano izquierda y recibí un pinchazo que me hizo mirarla de golpe. Mis ojos se abrieron de golpe al ver lo que tenia en ella. 
_ Es solo un esguince, Carlisle quiso ponerte una muñequera para evitar una lesión mas grave, te recuperarás en unas semanas si no haces desarreglos, linda…

Me miré la mano con horror, la verdad yo lo había provocado por una ira desmedida.
_ Pero cuéntame… ¿te duele mucho?...
_ Un poco… -dije entre dientes-.
_ Sigues medicada y cuando regreses a tu casa debes procurar seguir los medicamentos al pie de la letra… sanarás pronto, veras que si…
_ Gracias, Esme… son tan lindas personas… ¿puedo hacerte un pregunta?...
_ La que quieras corazón…
_ Recuerdo haberme perdido en el bosque… como llegué aquí…

La vi tomar suficiente aire por la nariz y me miró.
_ Nos pegaste un susto tremendo a todos, según me dijo Emmet llevaban casi todo el día buscándote, Carlisle y yo debimos regresar casi de inmediato y cuando vimos ese auto estacionado afuera nos asustamos demasiado, Carlisle busco y busco y nada, pensé que para algo debía servir tener dos hijos oficiales, pues llamé y con quien me comuniqué fue con Edward, cuando le di la descripción del auto, enseguida te mencionó… solo tardó minutos en llegar con Jasper y se internó en el bosque a buscarte, la lluvia no cesaba, luego vino Emmet con tu padre y mas de 20 oficiales, enseguida todos iniciaron la búsqueda… -estaba encismada en la historia-. Tu padre parecía uno mas de ellos… luego, de mas de casi tres horas, vi a Edward entrar contigo en brazos… -noté que sus ojos se cristalizaron un poco-. Tu estabas totalmente sucia de barro y desmayada, él venia sin camisa, tu la traías sobre la tuya, Edward no solo temblaba del frío, si no que también se veía destrozado… busqué a Carlisle y… bueno lo demás es historia…
_ Lo siento… -dije en un susurro, mientras tragaba el nudo en mi garganta, la verdad es que mi intención no era provocar tal alboroto-.
_ No te preocupes, lo importante es que ya todo pasó y vas a recuperarte pronto…
_ ¿Mamá?... -dijo la voz ronca de Edward y yo giré mi cabeza para mirarlo, noté que en cuanto vio mi movimiento, se sentó de golpe en el sofá, llevaba puesto unos jeans negros y una camisa azul manga larga, se veía tan guapo, él rápidamente se acercó a mí, con una hermosa sonrisa-.

Esme inmediatamente se quitó, permitiendo que Edward ocupara su lugar, yo sentía una vergüenza tremenda con él, me había comportado como una niña inmadura, seguro que estaría pensando que no valió de nada que cumpliera los 18 años, sus ojos estaban fijamente enganchados a los míos, y aunque estaba bastante serio, noté que su mano derecha fue a mi mejilla, para con los nudillos de sus dedos, acariciar tan delicada y suavemente mi pómulo derecho.

_ Despertaste… -dijo en un susurro, yo subí lentamente mi mano sana ha su rostro, para con la punta de los dedos acariciar las leves ojeras que se veían debajo de sus ojos, a pesar que se veía tan cansado y descompuesto, lucia hermoso, ví que frunció un poco el ceño-. Sigues con algo de fiebre…

Quité mi mano de su rostro y la coloqué sobre mi estómago. La voz de Esme nos recordó que no estábamos solos.
_ Edward… sigue cambiándole los pañitos húmedos a Bella, yo mientras iré a prepararle un rico caldo para que tome un poco de fuerzas…
_ Bien… -fue lo que dijo Edward y noté que quitó el paño mojado de mi frente, para hacer lo mismo que minutos antes, había hecho su madre. Verterlo en el vale, empaparlo, exprimirlo y volverlo a colocar en mi frente, todo esto lo hizo sin decir una palabra, y llevaba el ceño fruncido, era fácil deducir que debía estar enfadado conmigo, por todo lo que había provocado, recordé el recuento del día anterior que me había hecho su madre y respiré hondo-.
_ ¿Qué piensas?... -dijo en un susurro, lo miré a los ojos y este me estaba mirando tan profundamente que tuve que morderme los labios, su mano estaba en su frente, y su codo, apoyado de su rodilla, indicándome que esperaba mi respuesta-.

_ Lo siento… fue una actitud inmadura de mi parte internarme en ese bosque… -dije tragando el nudo que se estaba armando en mi garganta, al recordarme de toda la angustia que pasé al sentirme perdida-. Te juro que no pretendía entrar tanto… si estaba en la orilla, solo necesitaba pensar y cuando decidí regresar a la casa fue cuando me perdí… buscando la salida solo logré internarme mas adentro del lugar…
_ No vuelvas hacer algo así, Bella… -miró mi mano vendada y su voz se endureció mas aún-. Que te quede claro, que lastimándote a ti misma, solo logras lastimarme a mí también… -mis ojos se cristalizaron-. Quise morirme, Bella… si a ti te hubiera llegado a pasar algo, no se que hubiera sido de mi… tu eres todo para mi Isabella Swan… grávatelo en tu cabeza…
_ Perdóname, mi amor… -le dije, su dedo mayor e índice, fueron a acariciar delicadamente el contorno de mi labio inferior, las lagrimas rodaron por mi cien-. Solo me sentí desesperada al saberme lejos de ti… -Edward con el ceño fruncido, seguía concentrado acariciando con sus dos dedos mis labios, yo seguía hablando, sentía mi cuerpo estremecerse ante la amenaza de pánico que se volvía a instalar en mi, al recordar que lo mas seguro es que ya no trabajara en la casa blanca-. Edward… -dije haciendo que me mirara a los ojos-. No quiero volver a la Casa Blanca si tú no estas allí… ya soy mayor de edad… -dije rápidamente-. Quiero estar contigo… te amo… y no soportaría que me alejaran de ti… yo quiero estar en…

Me interrumpió de golpe al inclinarse a mí, y chocar delicadamente sus labios con los míos, me besó. Pero no fue un beso suave, al contrario, me sacó el aire por completo.

Yo llevé mi mano sana a su cuello, cuando sentí que de manera necesitada introdujo su lengua en mi boca. Traté de sacar fuerzas, para poder llevarle el ritmo. Nuestras lenguas se entrelazaban, nuestras salivas se intercambiaban, dejé que explorara mi boca, ya que lo hacía como si su vida dependiera de ello. Mi mano iba de su nuca a su pelo suave y largo. Mientras que las de él no sabía en donde estaban. Mi respiración se estaba dificultando, y aquel cosquilleo conocido estaba instalándose en mi bajo vientre.

_ Hum, hum… -un carraspeo sonó seguido de aquella voz tan conocida para nosotros-. Creía que querías que se recuperara… -Edward se apartó de golpe de mis labios, y su distancia provocó un vacío en mi, ambos miramos a Alice, quien con una sonrisa inmensa, cruzada de brazos, estaba bastante cerca de nosotros, imagino el espectáculo que estábamos dando ambos-. Si sigues metiendo la lengua de esa manera en la boca de mi amiga, lograrás matarla de asfixia… 
_ Cierra la boca Alice… -le dije fulminándola con la mirada, ella en cambio se acercó a mí, excluyendo a Edward y haciendo que se moviera un poco, él se quedó sentado mas a la parte inferior de la cama, mas cerca de mis pies; Alice me abrazó como pudo, debido a la incomoda posición-.
_ ¡Amiga… estaba tan preocupada!...
_ Alice… -dije empujándola un poco para que me soltara, ella me miró y una sonrisa se dibujó en sus labios-. Me alegro que estés mejor… tu rostro ya no está tan pálido… tus labios vuelven a ser rosas… aunque imagino que se debe al beso que ed…
_ ¡Alice!... -dijo horrorizada logrando que callara, ella soltó una sonrisita-.

Yo miré todo avergonzada a Edward, quien me miraba con una sonrisa hermosa, sentí que su mano se colocó en uno de mis pies y lo acarició suavemente por encima de la sabana.

_ Debes salir de la cama… Edward… -ella se giró hacia él, quien apartó su mirada de mí, para mirar a mi amiga-. ¿Sales?... mi amiga no puede seguir luciendo ese aspecto tan demacrado… ¿nos das algo de privacidad?...
_ ¡No!... –dije algo alterada y ambos me miraron, yo miraba fijamente a Edward-. No te vayas… necesitamos hablar… -dije sabiendo que no habíamos concluido el tema de quedarme con él, me rehusaba ir a la casa blanca si él no estaba allí-.
_ Alice tiene razón… deja que te ayude… aun sigues con fiebre… -dijo preocupado-. Sería bueno que te dieras una ducha, mi amor…
_ ¿A dónde irás?... -dije mirándolo fijamente-.
_ Iré a la habitación de Emmet… también necesito una ducha…
_ Déjalo que vaya, Bella… cuando te veas en el espejo me vas a agradecer que lo haya echado de la habitación…

Edward se puso de pies, mientras que una sonrisa bailaba en sus labios, se acercó a mí, y se inclinó para besar mi coronilla y oler mi pelo. Susurró dulcemente sus palabras.
_ Nos vemos en unos minutos… recuerda lo que te dije… si te cuidas… me cuidas a mi también… te amo…
_ También te amo…

Él se apartó y me miró a los ojos. Sonrió y se fue. Yo no aparté mi mirada de él hasta que cerró la puerta detrás de él. Escuché un golpe y cuando me giré era Alice, quien se había tirado en el sofá toda desparramada. Yo me eché a reír, mientras la veía acostada a boca arriba, en posición de crucificada.

_ Que maldito tipo… -dijo para ella misma con los ojos cerrados-. ¿Por qué mierda no me lo tiré en su momento?...
_ Cierra la boca Alice… -dije sonriéndome de las loqueras de mi amiga y ella sin quitar su posición, me miró seria-.
_ Dime que todo el plan fue un éxito y te acostaste con él… miénteme si no fue así…
_ Jajajaja… -me reí y cuando mi cuerpo se sacudió me sentí algo adolorida-. Vasta, ali…
_ Contesta, Isabella… -dijo seria-.
_ Si… hicimos el amor… y me ama, Alice… me ha dicho que me ama…

Alice votó su posición y a una velocidad increíble cayó en mi cama, haciendo que mi cuerpo saltara y que dejara salir un jadeo de dolor, ya que mi mano también saltó.

_ Lo siento, lo siento… pero es que debes de contarme absolutamente todooooo  amiga… ¿Qué tal?... ¿es tan bueno en la cama, como lo es él…?
_ Su físico se queda chiquito, Alice… y mira que es imposible…

Alice aplaudió emocionada…
_ Dios!... Dios!... que alegría… ya no eres virgen, amiga… y cuéntame… ¿Te has arrepentido de algo?...

Me quedé callada, cuando algo vino a mi mente. “no debí mentirle a Edward en cuanto a mi ciclo de fertilidad, es cierto que al no ser activa en relaciones sexuales, nunca estaba pendiente de eso, pero igual, aun faltaban muchos días para poder ver mi periodo menstrual”… debía buscar en Internet e informarme del asunto”

_ Tierra llamando a Bella… ¿debería preocuparme tu silencio?...
_ No. Todo salió perfectamente bien… Edward es el mejor… pero cuéntame de ti… ¿Qué hiciste tú?...

Dije rogando a dios, que lograra distraerla y apartarla rápidamente de lo mío. Ella sonrió.

_ La mejor noche de mi vida… -dijo suspirando, yo la miré incrédula-.
_ Te fuiste con Jasper Whitlock… ¿tratas de decirme… que has pasado tu mejor noche con Jasper Whitlock?…

Ella sonrió. Yo la miré incrédula.
_ Vamos te voy a ayudar a bañarte, mientras te cuento la noche de mi sueños…
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Alice me ayudó a ponerme en pies. Me sentí algo mareada y débil, pero con su ayuda, pudimos llegar al baño. Allí me senté en un pequeño taburete, mientras veía a mi amiga  revolotear en todo el baño, preparándome la tina.

_ La casa es hermosa, Esme es una diseñadora de categoría… -alcé las cejas con asombro al ver con la camarería con la que hababa de la madre de Edward-. La Señora es tan dulce, como sus hijos… ambos son adorables…
_ Háblame de tu noche con Jasper…
Ella sonriéndose se acercó a mí. Y me empezó a retirar la polera de Edward que llevaba puesta, hasta ese momento, me di cuenta, que solo llevaba eso puesto. Vaya dios a saber quien me había cambiado. Alice me ayudó a entrar a la tina, procurando que mi mano vendada quedara fuera. Y allí empezó a contarme.

_ Me dolieron tanto sus palabras… -dijo en un susurro, mientras me ayudaba a lavar el pelo, una mano menos, me imposibilitaba muchas cosas, hice silencio y la escuché-. Cuando me salí fuera del Pub, sentí que el cielo se me venia encima… ¿al menos imaginas lo que duele, que una persona, de la cual no quieres reconocer que te importa mas de la cuenta, te tira en cara, que no eres algo que vale la pena?... -no le veía la cara, ya que estaba a mi espalda, pero podía sentir el dolor en su tono de voz, estaba reconociendo que Jasper le importaba en realidad-. Cuando Jasper salió afuera, estaba tan descompuesta… estaba sentada en la acera… y… luego sentí que alguien se sentó a mi lado… le advertí que se alejara… pero no me hizo caso… allí volvió a disculparse y… no se, ya me conoces… no tardé en aceptar su invitación de dar una vuelta…
_ No debiste ir… -dije resentida-. No se merecía que le volvieras siquiera dirigirle la palabra…
Una risita boba salió de sus labios…
_ No entiendes, amiga… pero era imposible resistirme… y no me arrepiento… un muy buen polvo… inigualable…
_ Debes darte tu puesto, Alice… no me gustó para nada las palabras que te dijo delante de todos…
_ ¿Y crees que no me dí mi puesto?... jajajajaja -fruncí el seño y giré mi cabeza para mirarla, ella se sonreía burlona-. Vuelvo y te digo que no vas a entender…
_ No me lo vas a contar todo. ¿Verdad?...

Fuimos interrumpidas por el sonido de su celular. La vi correr hasta el taburete mientras se secaba las manos con una toalla, no pude creer la sonrisa que se formó en sus labios al ver en la pantalla de su celular quien le llamaba, tomó la llamada, pero su voz sonó tan despreocupada ante la emoción que reflejaba su rostro.

_ ¿Si?...  -la miré fijamente desde la tina-. Si, soy Alice… ¿Quién habla?... -dijo y yo fruncí mi ceño, ella sabia perfectamente quien la estaba llamando, si lo había visto en la pantalla de su celular-. Ah, hola… -dijo reflejando en su tono aburrimiento y me miró, al ver mi cara solo me guiñó un ojo, yo seguía con cara de poema-. Si… sigo en casa de los Cullen… ayudando a mi amiga, por ningún concepto me iba a separar de ella… ohhh… ok… si… hablamos luego, Jasper, que en este momento ayudo a Bella a ducharse… adiós… -y sin mas se apartó el celular del oído y cerró la tapa con dramatismo, luego me miró con una sonrisa enorme, que provocó que yo también sonriera y empezó como loca a dar saltitos-.  ¡Waaoowww estoy felizzz!...
_ ¿Era Jasper?... -dije sin creerlo-.
_ El mismo… -dijo acercándose a mí-. Vamos a terminar de esto… que ya está llegando… La señora Cope te ha enviado ropa… para que te cambies…
_ ¿Y mi padre?... -dije al pensar que vendría como me había dicho Esme-.
_ Dijo que solo venia a traerte ropa… y a llevarte a la casa blanca…
_ Alice… -dijo horrorizada-. Ayúdame a salir de aquí, necesito hablar con Edward…

Edward Pov.

Estaba sentado en la isla de la cocina. Mamá había insistido en que le echara algo al estómago. Ahora mismo se encontraban en la habitación con Bella y Alice.

_ Dime… -dijo Jasper entrando a la cocina, estaba tan serio, yo me tomaba un poco de jugo, lo vi acercarse a la nevera y sacar el galón de juego, estaba tan pensativo que asustaba-.
_ ¿Vino Emmet contigo?... -le pregunté y él me miró-.
_ No. Se quedó con el presidente, tenía una reunión importante… solo vine a traerle ropa a Isabella… me regreso de inmediato a la casa… tu debes hacer lo mismo… y llevar a Bella de regreso… las cosas se están tornando difíciles…

Lo miré con duda.
_ ¿A que te refieres?...
_ Pues… anoche de regreso a la casa, Charlie Swan estuvo haciéndoles muchas preguntas a Emmet… que a ninguno de los dos nos gustaron…

Yo lentamente me fui poniendo de pies, mientras sentía que estaba dejando mi corazón en los pies.
_ ¿Qué preguntas?...
_ Pues… cosas sobre ti… -fruncí el ceño-. Estaba tan extraño…
_ Permiso… -al escuchar su dulce voz, mi cuerpo de manera involuntaria, buscó su procedencia, allí estaba parada en el umbral de la puerta, sonreí al verla tan recompuesta… su color de piel ya no estaba tan pálido, y la ropa que llevaba la hacia ver mas hermosa de lo que era, unos simples vaqueros azules, una polera gris y encima una chaqueta negra y en converses.

Solo una chica como ella, podía estar vestida tan casual y sencilla; Y a la vez, verse tan hermosa. Ella me sonrió al darse cuenta de mi inspección.

_ La hemos hecho bajar a desayunar… -dijo Alice y fue cuando noté su presencia al lado de Bella, ella me miraba con una sonrisa inmensa, mamá las adelantó y de inmediato se acercó al calorífero, yo caminé hacia ella y la tomé por la mano sana, ella me miraba fijamente a los ojos, algo seria y preocupada, fruncí el ceño con duda. Mientras le susurré muy cerca del rostro.
_ ¿Qué pasa?...
_ Edward… -ella habló en un tono normal, ó sea, que lo que dijo se escuchó en toda la cocina-. No pienso regresar a la casa blanca sin ti…



Me pasé la mano por el pelo, y luego me apreté el puente de la nariz, mientras sentía todas las miradas fijas en mí. Miré a Bella, quien en realidad era la única que me importaba y sus ojos reflejaban temor.

_ Tranquila… no me han despedido… aun sigo siendo tu custodio… -ella dejó salir una sonrisa hermosa y luego me sorprendió con un efusivo abrazo, temí que se lastimara de nuevo la mano. Pero sentir su abrazo, sentir sus manos rodeándome con tanto regocijo, provocó que también la abrazara con ternura, tratando de transmitir con mi cuerpo lo que estaba sintiendo y pensando en ese momento “Yo tampoco pensaba dejarla ir de mi lado, mi necesidad de ella, era tan fuerte como la de ella por mí-.

La aparté de mí. Y la acerqué a mi pecho, colocando mi nariz en su frente, ella seguía con una sonrisa pura instalada en sus labios, y eso era suficiente para hacerme feliz, lucharía con cualquiera, pero de Isabella Swan no me apartaría absolutamente nadie.


GRACIAS X LEER Y POR SUS COMENTARIOS.
GRACIAS ANTAREZ, VALE Y MUCHII. GRACIAS POR TOMAR PARTE DE SU TIEMPO Y COMENTAR.

5 comentarios:

  1. HOLAAAAAAAAAAAAAAAA ME ENCANTO COMO SIEMPRE
    DEBES DE ESTAR MUY OCUPADA ÚLTIMAMENTE POR K CADA VIERNES A MAS TARDAR ESPERO TUS ACTUALIZACIONES Y NADA JAJAJA PERO LO BUENO K SIGO LEEIENDOTE JAJAJAJA SIGUE ASI DE BUENA PARA ESCRIBIR JAJAJAJA CUIDATE Y SIGUE ASI

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  2. genial como siempre¡¡¡ ¿creo que charlie ya SUPER sospecha?jajjaja me pregunto qe hara pero no creo qe algo peor que Renne si se enterara¿? ...espero el prox. cap_ bss

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    1. jajajja me olvide de poner mi nombre(tengo sueño):muchii bss

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  3. muy buen capitulo demasiada tension la que se viene..

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  4. Muy lindo, me encanto! Espero sigas asi y son re tiernos estos 2. Me gusta mucho tu forma de escribir solo te acosejaria poner todos los nombres propios con mayúsculas.

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