LA HIJA DEL PRESIDENTE

viernes, 17 de febrero de 2012

CAPITULO XXVI.

DECLARACIONES…

No se que tiempo duré allí sentada en el suelo. Cuando el cuerpo empezó a quejárseme, lentamente me puse de pies y luego de observar detenidamente el baño. Decidí que debía darme un buen baño con agua caliente. 
Me dirigí al lavamanos, y me quité la sabana, me observé fijamente en el espejo, que tenia frente a mí. Mi pelo era una maraña, mi piel estaba sumamente pálida. Sin perder el tiempo, me dirigí a la bañera, desde fuera abrí el grifo y puse el agua a la temperatura deseada, luego, entré al fino piso con cuidado y detrás de mi cerré la puertecilla de cristal, para evitar empapar el piso con el agua. Miré en los menesteres que había dentro, estaba todo lo que podía necesitar. Mientras dejaba que el agua golpeara mi espalda, me detuve unos segundos para fijarme en las marcas de los jabones de baños, shampoo, acondicionadores. Waow, si que Esme era una mejer cuidadosa, a sus hijos en su techo no les faltaba absolutamente nada. Me espanté al escuchar el sonido de la puertecilla de cristal abrirse y me giré de golpe, para fijarme en Edward, quien totalmente desnudo, entraba a la ducha, como si yo no estuviera allí, cerró la puertecilla detrás de él, provocando que ambos quedáramos en el reducido espacio. Mi vista no podía apartarse del cuerpo de ese dios griego que tenia frente a mí. Cuando detuve mi mirada en sus ojos, noté que una sonrisa torcida estaba plasmada en sus labios.

_ Tardaste tanto que quise acompañarte, claro, si eso no te incomoda…

La voz no me salió, ya que me fijaba como el agua estaba cayendo en su pelo, cara y cuerpo, provocando que su pelo cayera en su frente y lo hiciera ver más malditamente sexy. Estaba perdida. Porque sin duda alguna, ya deseaba que se acercara a mí y que me tomara en ese preciso momento. Noté que Edward dio los breves pasos que necesitaba para llegar a mi cuerpo. Se colocó frente a mí y noté que su mano se fue directo a la tablecilla que estaba en las cerámicas, y colocó algo allí, que no pude divisar, ya que luego llevó sus manos a mi cintura, rodeándolas, mientras su vista iba hacia abajo, miraba mis senos, o al menos eso pensaba, lentamente me atrajo a su cuerpo.

_ Eres tan hermosa… me gustas tanto…
_ Tú también me gustas mucho, Edward… -dije en un susurro y noté que elevó su rostro, para mirarme a través de sus largas y hermosas pestañas-.
_ No me conformo con eso, Isabella… -su tono, fue tan dulce y a la vez tan exigente que hizo que la piel se me erizara por completo, el agua caía sobre nuestras cabezas y nuestros cuerpos-. Yo quiero que me quieras… que me necesites… que me pertenezcas, como te pertenezco yo a ti… -ambos nos mirábamos a los ojos, yo lentamente subí mis brazos, para rodear su cuello, he hice presión, para obligarlo a bajar su cabeza y poder besarlo, mis manos se aferraron fuertemente a su nuca, y cuando mi cuerpo se adhirió al de él, noté como Edward abrió su boca y me besó como si su vida dependiera de ello-. 
Nuestras lenguas no tardaron en encontrarse y acariciarse; a pesar de que el beso era profundo, no perdió la suavidad, debajo de aquella agua, la cual bebíamos, nos comíamos con nuestros labios. Sentí que Edward acercó su entrepierna, hasta pegarla de mi estómago, jadeé en sus labios, cuando sentí lo erecto que estaba. Él no paraba de besarme y yo trataba de seguir su ritmo, mientras suavemente trataba de friccionar mi vientre con su miembro. Waooo, aquella necesidad de sentir su miembro dentro de mi cavidad, era nuevo para mí. La sensación era de muerte. Mi respiración al igual que mi corazón comenzaron a agitarse, mis manos comenzaron a vagar por el pelo de su nuca, por sus fuertes brazos y su espalda, al menos en donde mis manos podían alcanzar. Mis dedos hacían presión en su piel, mientras mi cadera se trataba de pegar a él. Al Edward ser mas alto que yo, se me era algo difícil, si él no se agachaba, rozar mi entrepierna con la de él. Noté que fue finalizando el beso, lo permití, porque en realidad, necesitaba respirar. Sus labios rozaron los míos, y su frente se pegó a la mía. Sentí su respiración bastante agitada también.

_ Quiero volver a hacerte mía, Bella… pero…

Aparté mi frente de la de él, mientras mi cabeza daba vueltas a mil por segundos.

_ Pero… ¿Qué?... -mi voz se quebró, ante el temor que sentía de verme rechazada por él-. Sus ojos bajaron a los míos. Su ceño estaba levemente fruncido y su rostro reflejaba preocupación-. Edward… -insté para que hablara, ya estaba tensa-.
_ Tengo miedo, Isabella… tengo miedo de ser brusco contigo… de lastimarte… -fruncí el ceño con duda, él me miraba directamente a los ojos-. Se que debes sentirte algo dolida, porque hace apenas unas horas fue tu primera vez, preciosa… y no quiero…
_ Shhhh… -dije mientras me relajaba y ponía al mismo tiempo un dedo en sus labios, haciéndolo que callara, él me estudiaba el rostro detenidamente, yo lo miré queriendo que viera en mis ojos, que también deseaba que me hiciera suya, es cierto que sentía algo de incomodidad en mi entrepierna, pero aquello no era nada, para lo que estaba deseando en este momento-. Yo también lo quiero… hazlo… -le ordené mientras lo traspasaba  fijamente con los ojos-.

Vi como apenas lo dije, él llevó su mano al grifo, y acomodó el agua, hasta que el chorro no fuera muy fuerte, buena idea, o si no, terminaríamos ahogándonos. Luego, me tomó de los hombros y lentamente me giró, haciendo que quedara de espalda a él y frente a la pared. Yo agaché la cabeza un poco, al sentir que el agua transitaba por mi nuca cayendo por mi cuerpo. Me estremecí cuando sentí que puso sus manos en mi cintura, para luego en una caricia suave, ir rodándolas hacia delante, yo mientras cerraba los ojos, apoyé las palmas de mis manos en la pared, Edward me abrazó por detrás. Sentí como soltó una mano de mi cintura y la llevó a mi cuello, para apartar mi cabello mojado y tirarlo por mi hombro de un solo lado, dejando al descubierto mi cuello. Al sentir el agua conjuntamente con sus labios recorrer esa parte tan sensible de mi cuerpo, jadeé, Edward abría sus labios, dejándome sentir su lengua, recorriendo mi piel, era como si me estuviera saboreando, besándome. Mientras me seguía besando, sentí como su brazo izquierdo seguía en mi cintura, mientras que su brazo derecho, de manera instintiva comenzó a recorrer mi estómago, rumbo hacia mis senos, sus caricias quemaban la piel que recorrían, provocando que el cosquilleo recorriera mi bajo centro, hasta que se instalara allí, en donde mi cuerpo mas lo necesitaba. Mi cabeza se fue hacia atrás, la dejé en su pecho mientras sentía como sus dedos acariciaban la aureola de uno de mis senos. Inmediatamente mis pezones reaccionaron ante su toque. Gemí cuando sentí que pellizcó mi pezón y de manera sincronizada, yo eché mi trasero hacia atrás, mientras que al mismo tiempo, él echó su cadera hacia delante, frotó su erección en mi trasero, estaba tan duro, que suspiré, Edward me pegó mas a la pared, acorralando mi cuerpo con el suyo y la pared. Su cadera seguía friccionando con mi trasero, mientras sus labios devoraban mi cuello. Moría porque su mano izquierda bajara y calmara la necesidad que palpitaba en mi centro, pero no, la tenia allí, estática en mis tripas, haciendo una leve presión, para que mantuviera el trasero un poco hacia atrás, y así facilitarse su movimiento de cadera. Estaba loca, pero lo necesitaba, sus jadeos también se escuchaban, ya que sus labios estaban tan cerca de mis oídos, y mis piernas cedieron un poco cuando sentí, que el movimiento de sus caderas, se estaban acelerando, y el agarre de su mano izquierda en mi vientre se estaba intensificando, su mano derecha seguía pellizcando mis senos. Hice un intento por girarme, y dejar que al menos me permitiera besar sus labios, pero no me lo permitió. Suspiré cuando sentí que al fin su mano izquierda comenzó a recorrer comino hacia el sur. Con sus largos dedos, separó mis labios inferiores, para luego deslizar su dedo mayor desde mi clítoris, hasta mi entrada, estaba empapada, pero no se trataba del agua de la ducha, jadeé fuertemente. Y Edward chupó fuerte la unión de mi cuello, con el hombro, mientras presionaba suavemente mi clítoris, para luego mover su dedo de manera circular. Mi visión se puso blanca, y la fuerza comenzó a abandonar mi cuerpo, los jadeos salían no solo de mis labios, si no de los de él también, el cual seguía con su movimiento de cadera, friccionando fuertemente su miembro con mi trasero. Cuando sentí que su dedo entró en mi interior, la mezcla de dolor, molestia y deseo se mezclaron, y lo que hice fue tirar mis caderas hacia atrás, él comenzó a mover el dedo dentro de mi cavidad, con un leve movimiento de saca y entra, el cual la humedad que tenía facilitaba la rapidez con que lo hacía. No quería correrme y era lo que estaba a punto de suceder.

_ Edward… -mi tono de voz era irreconocible, sonó a súplica, pero mi voz era ronca, torturada y entrecortada-. Edward…
_ Dime… -me susurré al oído y supe que su voz estaba igual o peor que la mía-.
La fricción de su cadera con mi trasero, el ágil movimientos de sus dedos en mi interior, estaba acabando conmigo, y no quería sucumbir, mis piernas ya se estaban tensando.

_ Edward… no… no… para… no me quiero venir… aún no… -dije entrecortadamente y de manera desesperada y allí sentí como sacó sus manos de mi, y rápidamente me giró poniéndome frente a él, sus labios atacaron los míos, de manera desesperante, mientras me pegó a la pared de la ducha.
Sentí… (que sin dejar de besarme) el agua dejó de caer sobre nosotros, no sentía sus manos, pero sentía el movimiento de ellas, (no sobre mí) no me tocaba pero tampoco me iba a detener a ver que era lo que estaba haciendo con ellas, ya que sin perder tiempo, comencé a frotar mi entrepierna con uno de sus muslos, estaba loca por él, estaba necesitada de él, y allí al fin, sentí que una de sus manos separó mis piernas, sin dejar de besarnos, sentí la punta de su miembro en mi entrada y allí solo sentí la fuerza con que arremetió su cadera contra la mía.

_ Ahhhh…
_ Ahhh…

Nuestros labios se separaron para dejar salir los gemidos, que se escucharon al mismo tiempo. El aire abandonó mi cuerpo por completo. Edward se quedó estático, sin moverse, mientras yo trataba de no ahogarme, por la falta del aire. Me llenó por completo y a una velocidad inigualable. La sensación era placentera. Lo escuché llevar sus labios a mi oído.

_ Lo siento… -lo escuché decir con la respiración agitada-. Lo siento…
_ Estoy bien… estoy bien, mi amor… sigue por favor…
Él luego de unos largos segundos, me tomó de las nalgas y me levantó, haciendo que yo rodeara con mis piernas sus caderas, mis brazos se aferraron en su cuello. Me pegó a la pared fría, para facilitar el movimiento. Me puso en una posición cómoda, despegó mi cintura de la pared, mi espalda seguía apoyada, quedando en una posición arqueada y allí él inició a mover sus caderas, haciendo que las remetidas se sintieran lo más profundamente posible. Solo Edward arremetía sus caderas contra las mías, provocando que votara el aire con cada choque que le daba a sus caderas con las mías. Sus ojos estaban fijos en nuestros sexos. Yo lo miraba a él fijamente. Sin duda estaba sumamente enamorada de Edward Cullen, su ceño fruncido, sus labios, ligeramente abiertos y su mirada fija en la unión de nuestros sexos, me estaba haciendo enloquecer. Sus embestidas de lentas comenzaron a acelerarse, convirtiéndose en más fuertes y más rápidas. Necesitaba aire, estaba cerca, muy cerca de llegar a mi orgasmo y sabia que Edward también estaba al punto, ya que sus ojos abandonaron nuestra unión y buscaron los míos, estaban de un verde oscuro y su mirada fue tan profunda que no necesite mas y se lo solté.

_ Te quiero, Edward… te quiero… 

Edward perdió el control y aceleró de una manera frenética sus caderas, haciendo que yo me fuera en el abismo, sentí como mi centro se contrajo a su alrededor, exprimiendo el miembro de Edward y haciendo que los dos dejáramos salir un jadeo sumamente fuerte de nuestros labios, ambos llegamos al mismo tiempo. Sentí como el miembro de Edward se contraía dentro de mí. Mientras que un gruñido ronco salía de sus labios. Sus movimientos habían parado. Y tardamos más de un minuto para volver a movernos, sentí la debilidad en los brazos de Edward y lentamente me removí haciendo que Edward me fuera bajando de sus piernas, me contraje cuando su miembro salió de mí. Edward también siseo bajito. El agua inició a caer sobre nosotros, yo me estremecí ante el agua tibia. Nuestros ojos se engancharon.

_ ¿Estas bien?... -me susurró y yo solo le sonreí-.

Con ambas manos sostuvo mi rostro, por las mejillas, y suavemente inclinó sus labios y me dio un beso.

_ Te quiero… -dijo en un susurro tierno y suave-.
_ Yo también te quiero… -le dije mientras sentía que las palabras salían desde mi corazón, él me sonrío bonito-.
_ Vamos a ducharnos, tenemos que salir de aquí… -dijo mientras tomaba el shampoo y me lo extendía, en ese momento, lo vi mirar hacia abajo y seguí su mirada, se estaba retirando un preservativo, abrí los ojos con asombro, al darme cuenta que nos había protegido, Edward sin mirarme, se lo retiró, luego abrió la puertecilla, y lo tiró en algún sitio, luego cerró la puertecilla y me miró, una sonrisa se dibujó en mis labios y él también me sonrió. 
Me vi sola en la habitación de Edward, tratando de terminar de aplacar mi pelo, era obvio que Edward no tuviera un secador de pelo. Llevaba puesto una bata de baño, que por cierto me quedaba inmensa. Cuando la puerta de la habitación se abrió, me giré para ver a Edward entrar a la habitación con una leve sonrisa en los labios.

_ ¿Y entonces?... –dijo mirándome con duda, mientras terminaba de acercarse a mí, llevaba una bolsa de regalos en las manos-. ¿Alice ve el futuro o es que imaginaba que esto iba a suceder?...  

Yo miré con duda la bolsa que me estaba pasando.
_ ¿Por qué?... -dije mientras tomaba la bolsa y buscaba dentro del papel, sentí la tela y saqué la prenda, unos pantalones de mezclillas azul, y una blusita amarilla, yo me sonreí, al ver el tipo de ropa de clase, pero sencilla, la carcajada que soltó Edward me hizo levantar la mirada-.
_ ¿Qué es tan gracioso?... -dije sonriéndole, él rodeó mi cintura y me acercó a su cuerpo, provocando que la bolsa cayera a nuestros pies, yo rodeé con mi mano su cuello, provocando que nuestras caras estuvieran mas cerca-.
_ Me has regalado la mejor noche que he podido tener en toda mi vida, Bella…

Yo tomé aire suficiente por la nariz, su olor era embriagador.
_  Mi cumpleaños no ha podido ser mejor… -le susurré-. Tú eres lo mejor que se ha cruzado en mi vida, Edward… Gracias… por hacerme inmensamente feliz, Gracias por haberle dado sentido a mi vida… por corresponder esto que estoy sintiendo por ti… -al momento, ya mis ojos se habían llenado de lagrimas, Edward me miraba fijamente a los ojos, yo me mordí el labio fuertemente, era tan difícil expresarle con palabras todo lo que estaba sintiendo por él-. Después de ti, mi vida jamás volverá a ser la misma…

Él me sonrió. Su mirada estaba tan llena de sentimientos. Con su dedo apartó un mechón que caía sobre mi frente y la llevó detrás de mi oreja-.

_ Me encanta escucharte decir eso, preciosa… -me susurró sin apartar sus ojos de los míos, quitó una lagrima que había caído en mi mejilla-. ¿Sabes por qué?... porque ahora… mi vida eres tú, Isabella… -yo sentí que mi corazón se contrajo ante sus palabras, es que no solo lo decía su boca, lo estaban diciendo sus ojos, su tono de voz, y ya no pude contener más, las lagrimas en mis ojos, él me sonrió tan dulcemente-. Y estoy dispuesto a luchar por nosotros a como de lugar… porque… -lo ví tragar-. Porque te amo… te amo con todo mi corazón…

Y allí yo no lo soporté.
_ OH, Edward… -dije mientras lo abrazaba y me aferraba a su cuerpo, como si mi vida dependiera de ello-. Yo también te amo… y también estoy dispuesta a luchar por esto…   

Y allí supe lo feliz y completa que era mi vida, cuando estaba a su lado.


Me molesté con Edward por el hecho de haber roto nuestro beso, alegando que debíamos desayunar y salir de su habitación. Bajamos a la cocina, y lo vi prepararme que comer. Ambos desayunamos tranquilamente. Entre besos y apapachos. Ese momento no lo cambiaría por nada.

El momento lo interrumpió una llamada que entró al teléfono de Edward. Noté que luego que lo sacó de su pantalón y vio en la pantalla de quien se trataba, su rostro cambió, evadió mi mirada mientras se paraba de su silla y me daba la espalda, al mismo tiempo que se llevaba el celular a su oído. Yo mastiqué mas lentamente la comida que tenía en la boca, mientras no apartaba mi mirada de su espalda. Él hablaba bajito, pero no lo suficiente para que lo escuchara.

_ Dime… -dijo y yo lo vi escuchar en silencio-. En la casa… -volvió a callar, luego de unos segundos volvió a hablar-. Si, si, si… dime de una vez… -dijo irritado, ya en ese momento se me quitó el hambre, y eché a un lado mi plato con todo y cubierto-. ¿Crees que habrá problemas?... -dijo algo tenso, yo fruncí el ceño-. Ok… ok… iré por ella… ok… -y cerró el celular con algo de irritación, al ver que seguía de espalda a mí, lentamente me puse de pies-.
_ ¿Qué sucede?...

Se giró y me miró con preocupación.
_ Debemos regresar a la casa blanca… era Emmet, dice que la primera dama está muy enfadada…

Yo suspiré, al recordar el lío de la fiesta. Puse cara de preocupación y enseguida lo ví acercarse a mí.

_ Tranquila… estaré contigo, Bella… -yo busqué sus ojos y él me sonrió con ternura, mientras con la punta de sus dedos acariciaba mi mejilla-. Emmet cree que amaneciste en casa de Alice… así que vamos…

Besó suavemente mi frente y luego mis labios.
_ Te amo… -me dijo y yo le sonreí, era tan reconfortable escuchar eso, por mucho tiempo me sentía vacía y mi vida era una habitación oscura, sin aire y sin sentido, ahora todo era tan distinto, con Edward era todo tan maravilloso, una sonrisa se dibujó en mis labios, y noté que al Edward verla también sonrió al mismo tiempo que sus ojos brillaban hermosamente-.

_ Te amo… -le dije y él me jaló y me abrazó fuertemente-.









Íbamos en su auto. Mi ropa iba a ser del agrado de Reneé. Gracias a dios.

Cuando vi a Edward estacionarse en la casa blanca y dar la vuelta para ayudarme a salir, nos miramos. Ya no veía la forma de contenerme de abrazarlo y besarlo. Él me miraba fijamente a los ojos.

_ Todo va a estar bien… llevaré los regalos a tu habitación.
_ ¡NO!... -dije alarmada-. Por supuesto que no… manda a una de las chicas del servicio, tú iras al despacho conmigo.
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Subimos por el ascensor común. Al llegar al piso, ambos salimos. Edward iba a mi lado, caminando a su estilo de seguridad, con respeto y distancia. Estaban dos seguridades en la puerta y los miré.

_ Buenas… -saludé mientras entraba al despacho de mi padre sin tocar-. Sígueme, Edward… -dije entre dientes y entré, Edward me pisaba los talones y eso me hacia sentir mas segura de mi misma-.

Edward Pov.

Al entrar detrás de Bella, pude notar que en el gran salón, estaban sentados en el sofá el presidente y la primera dama, quienes al vernos entrar callaron de manera automática. En una esquina estaban Jasper y Emmet, yo caminé hacia ellos, a tomar mi puesto. Odiaba tener que apartarme de su lado, aunque la estuviera viendo, no me resistía a que se alejara. Cuando llegué a donde los chicos, ambos me tiraron una mirada significativa. Emmet evaluativa y Jasper de burla. No se si era yo, pero me dio la impresión que se veía relajado y hasta mas joven… negué con mi cabeza ante mi absurda idea analítica. Aparté mi vista de su idiota y estúpida cara y miré a Bella. Quien se acercaba a sus padres…

_ Hola…
_ Muchachita desvergonzada… -dijo la primera dama mientras se ponía lentamente de pies y frente a Bella, yo de manera automática me tense y fruncí el ceño, ¿Cómo se atrevía a…-. ¿Cómo te atreviste a hacerme eso?...
_ Tranquila Reneé, te dije que yo le había autorizado a que se marchara… -dijo el presidente poniéndose de pies y acercándose a su esposa, la actitud de ella, no se si a los demás, pero la verdad a mi no me gustaba para nada, miraba de una manera muy irritada a Bella, quien yacía parada frente a ella, totalmente relajada-.

La verdad admiraba a esa chiquilla, apenas unos segundos se veía tan atemorizada, tan vulnerable, pero allí frente a los demás, lucía tan segura de si misma, que hasta a mi me convencía. La amaba con la vida.

_ Lo siento, mamá… -dijo ella mordiéndose el labio inferior, sin ningún atisbo de arrepentimiento-. Pero me vi en la necesidad de marcharme, no conocía a nadie en esa reunión…
_ Era tu fiesta de cumpleaños, esa que con tanto esfuerzo te organicé y conocías a Jake… -dijo la señora entre dientes, conteniendo la ira-.
_ Ja… -dijo Bella mientras se sonreía-.
_ No me provoques, Isabella… -dijo con advertencia-.
_ Mamá por dios!... si que se nota que fuiste quien la organizó… -dijo Bella y noté que sus palabras salían con puro resentimiento-. Si te reflejaba tan bien… aburrida, gente absurda, engreída, superflua, y sobre todo… un puro fiasco

No se en que momento fue que reaccioné, pero cuando la palma de la mano de la señora chocó con tanta fuerza en la mejilla de Isabella, no supe mas de mis pies. Todo fue tan rápido, ya que Bella se llevó la mano a la mejilla y miró con puro odio a su madre, le gritó mientras se acariciaba la mejilla.

_ ¡Me tienes ARTAAAA, Mamá!... ¡No te soporto, no haces mas que comportarte como una maldita bruja!...

Gracias al cielo, fui más rápido que su reacción, ya que al escuchar las palabras de su hija ella se quedó en shock por unos segundos, pero cuando reaccionó, ya era tarde, porque mi fuerte mano, detuvo en el aire, la mano que pretendía volver a golpear a Bella. Todo había ocurrido en unos segundos.

_ No-vuelva-a-tocarla… -le dije mirando a la señora fijamente y dejándole claro, tanto con la mirada como con el tono de voz, que no iba a permitirle que volviera a ponerle una mano encima-.       
  

 Muchisimas Gracias a todas x leer mi historia...
antarez gracias por tu comentario y tu fiel seguimiento, besos y abrazos.

4 comentarios:

  1. HOLA ME GUSTO MUCHO PERO POR K TAN CORTO PERO NI MODO SE K EL OTRO CAPITULO ESTA IGUAL O MEJOR Y NO TIENES NADA DE KE AGRADECER ME GUSTA LA HISTORIA Y COMO ESCRIBES TIENES MUCHO TALENTO CUÍDATE MUCHO

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  2. ufff me tienes engachadisiiiiima... me encanta la historia...me encanta como escribes chica!!! ha valido cada minuto invertido en la historia...gracias

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    1. yyy??!!! NO¡ sos mala como nos vas a dejar asi? que PASA?_por favor el proximo capitulo.o...sos una IDOLA(no me canso de decirlo)_BSS muchii

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  3. Uhhh, y ahora? Como van a salir de esta? Bue a seguir leyendo.

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